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Continuidad

Llega a su fin este domingo

Alivio al tener el retorno de la hija pródiga

Poder seguir confiando

Confiar en la espera

Espera de esperanza

Esperanza activa

Acción integrada

Integrar todas las dimensiones

La vida como una intersección de dimensiones

Vivir todos los planos

Crecer en la fe

Amarillo celeste y rojo.

Empieza otra semana con la misma sensación

Puedo confiar

Puedo seguir adelante

Mejorando la salud

Evitando el estrés

La luna sobre el mar

Las estrellas en el cielo

Un día

Todo el tiempo es un día

Un día son todos los días

Cosidos

Encuadernados

Así el lunes y el martes y todos los días hasta octubre

En que espero estar a mi espera.

Es un milagro estar vivo

Estar vivo y entero

Saber que los días son únicos

Recoger la lección de cada instante

Agradecer este espacio

Esta revista que sobrevive al tiempo.

 

Ilustración: “El tejido del universo”

Hacer juntos

Hacer juntos, juntas.

Recuerdo mis tiempos de estudiante de Sociología en la Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza, Argentina. Años 1970. Cuando trabajábamos juntos en el centro de estudiantes, no había peleas. No había disputas. Nos reíamos. Cuando me jubilaron de la UFPB en 2000, me junté al trabajo comunitario en salud en Cabedelo, Paraíba, Brasil. Con esa gente empecé a sentirme de vuelta vivo. Cuento este proceso en mi libro “Um terapeuta comunitário em busca de si mesmo” (2019). Cuento allí también cómo en 2004 empecé a colaborar con la Terapia Comunitaria Integrativa que llegaba al barrio de los Ambulantes, en Mangabeira. Había en un pizarrón escritas estas palabras: Juntos podemos resolver todos nuestros problemas.

Hoy pasaron más de 20 años de estas jornadas. He andado por Argentina, Uruguay, Bolivia, Venezuela, México. Siempre con la TCI.

Entonces ví que la comunidad es indestructible. La gente se da las manos. Se junta. Hace junta.

Ahora puedo respirar. Mi sueño de estudiante se hizo realidad.

***

Entre las actividades de ese tiempo de luz, una revista Consciencia, hecha a pocas manos. No importa cuántas sean. Importa que sean varias manos. Esto es lo que libera. Puentes.

Debe ser por eso que me agarro con uñas y dientes tanto a esta revista como a la TCI y al arte, que son una sola cosa. Si la vida no es arte, no tiene pasión ni amor, entonces no es vida, es semi-vida.

Ninguno de mis textos deja de ser una colcha de retazos, una suma, una síntesis de vida alrededor. Vida vivida, escuchada, sentida, vista.

Cuando me vi y me veo, y cada vez me veo más, una sola cosa, el mismo que fui y sigo siendo, risueño, cada vez me río más. Me río de todo y de nada. Y es la risa mía. La de siempre.

Pasó el tiempo. Siento las hojas por donde ando y que hago. Escribo para vivir. Haber rehecho mi vida, haber recuperado mi razón para vivir, es mi triunfo, que modesta y humildemente comparto en cada parto que son estas líneas.

Un dibujo, una canción canturreada o gritada, como Help. Soy el sueño que soñé.

Soy escrito

Escribiendo voy encontrándome

Hago por mí y para mí

Conozco mi valor

Confío en mi fuerza

Tengo fe

Me sostengo en el amor

Creo mundos que habito

Unifico mis tiempos

Armonizo mi existencia

Escribiendo gano realidad y consistencia

Soy escrito.

Estoy conmigo

Me cuido

Estoy con quienes amo

Soy palabra.

Yo soy.

Me reconozco en comunidad

Amplío mis horizontes.

Formo parte de un movimiento ciudadano

Encuentro mi alegría

Rehago mi vida

Gano seguridad y paz.

Imagem: Escritores adolescentes

Mi mejor tiempo

Este es mi mejor tiempo. La sintonía perfecta con la memoria correcta. Se abre una brecha en el velo de la nada. La asunción del gobierno popular de Brasil establece la seguridad que necesito.

Es terrible vivir con miedo. Es otro tiempo ahora. Para mí y para este país donde vivo desde hace ya más de 45 años. Toda una vida. El 8 de diciembre de 2022 se cumplieron esos años. El tiempo de mi llegada desde Argentina. Ese mismo día tuve la experiencia singular de estar sin miedo, sin culpas, sin rabia ni odio, y sin resentimiento. Un tiempo mío, plenamente. Duró algunos momentos. El tiempo en que estuve almorzando en el restaurante Taipas, donde suelo comer habitualmente cuando estoy en Cabo Branco. Esta experiencia me ha ido trayendo aún más a este espacio que soy. El lugar de mí. Lo que he venido buscando toda mi vida. El hecho de que lo ande buscando no significa que no lo haya encontrado. Lo busco y lo encuentro y habito. Por eso es que estoy así. Estoy bien.

Todo duerme. Alrededor y a lo lejos, las luces de las viviendas vecinas. El canto de los grillos. ¿Y si fueran grillas? No sé lo que puedan llegar a ser grillas. Me refiero al femenino de grillo. Se trata del lenguaje inclusivo. Incluyente. Como sea que se diga. El asunto es incluír. Incluír de hecho, no solamente con palabras. La palabra es un comienzo. Es el comienzo, la base, el fundamento y la cosa misma. Es todo. Por eso es que ahora tengo aún más cuidado con lo que digo. ¿Qué estoy diciendo? ¿Es lo que yo quiero decir, o es un implante, una imposición externa internalizada? Escucho más que digo. Y cuando digo, sea a mí mismo o a alguien más, es porque es lo que tengo que decir. Tengo especial cuidado en lo que digo a mí mismo y sobre mí mismo.

En este espacio es donde se había instalado un diálogo depreciativo. La autodepreciación. Una perspectiva despectiva, fruto de violencias sufridas e interpretaciones equivocadas sobre mi actitud frente a esas violencias. Yo enfrenté el abuso, o mejor dicho, los abusos de distinto tipo que me tocó enfrentar desde el comienzo. Lo enfrenté de diversas maneras. Resistiendo, denunciando, buscando ayuda, buscando otros espacios de acción donde pudiera ser yo mismo. Nunca tuve una actitud omisa ni siquiera tolerante con el abuso, con la acción abusiva que se intentaba imponerme. Esto me libera. No tengo culpa. Ningún tipo de culpa. Resistí de distintas maneras, y lo sigo haciendo. Los efectos de la tentativa de quebrarme los he ido viendo poco a poco.

¿Qué hice? ¿Qué sigo haciendo? Lo mismo de siempre. Ignorar y resistir. Denunciar y buscar espacios de libertad. Espacios de acción y creatividad. Por eso es que me agarro a esta revista. Ella tiene el mismo nombre de una de corta duración que creamos los y las estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo en los años 1970. Consciencia. Conciencia social. La conciencia es una sola. Es y no es. La conciencia individual no es independiente de la conciencia social. Tampoco es del todo dependiente. Hay una relación de mutua imbricación. No podemos ir más allá de los límites de lo colectivo, y al mismo tiempo debemos ir constantemente más allá, bajo riesgo de desparecer y perder nuestra individualidad.

Nuestra personalidad, nuestro propio ser, es una costura fina entretejida, entrelazada con el mundo circundante. Al mismo tiempo, somos algo que constantemente se rebela, debe rebelarse, a la sumisión que lo masivo intenta imponer. Sin eso, seríamos menos que ser. Seríamos una cosa, una masa. La mayor parte de la gente no siempre sabe que podría ser diferente. Apenas sigue lo que le determinan, en parte. Otra parte, una ranura, sospecha o puede llegar a sospechar, que podría haber una posibilidad de no perderse. Esta brecha es la que exploramos aquí. Es la rebelión. El decir que no a lo inaceptable. Es de tal manera plenificar y poner a nuestro favor el tiempo presente, que nada pueda destruirnos, ni siquiera la posibilidad de la muerte.

Por poco que la persona tenga alguna noción de sí misma, deberá haber sorprendido en su trayectoria de vida, uno o muchos momentos en que se levantó y dijo que NO. No importa demasiado si consiguió evitar el mal. Basta haberse opuesto. Esto NO. ¿De qué lado estuvimos, a lo largo de nuestra vida? ¿Del lado de quienes simplemente bajan la cabeza y se dejan someter, o al contrario, del lado de quienes siempre tuvieron una actitud honesta y directa, clara y firme frente a lo inaceptable? Ha pasado ya mucho tiempo desde el principio. Infancia y juventud, edad madura. Todo lo veo en perspectiva. Ahora veo una luz que brilla como al comienzo, y que nunca dejó de brillar entre medio. Me agarro de esa permanencia, que mi fe sitúa en el campo en que convergen la confianza en mí mismo y en la comunidad, en el futuro.

Mis valores. Sin eso no somos nada. Seríamos mero juguete en medio de las circunstancias. Una hoja al viento. Hoja al viento soy cuando quiero y si es que quiero. Pero soy yo quien decide. Me dejo llevar por el amor. Pero esto es como andar de la mano con la fuerza que mueve y sostiene al mundo. El amor da trabajo. El amor impone tareas. No son tareas forzadas, pero hay que actuar. Hay que decidir por dónde ir, e ir por allí cueste lo que cueste. No hay una actitud pasiva frente al mal. Al mal se lo enfrenta con una actitud decidida y clara en favor del bien y de lo justo. Entonces descubrimos que nunca estamos solos ni solas. Está con nosotros y nosotras una fuerza invencible. Es la que hace girar los planetas y salir el sol todas las mañanas. Como es un tiempo muy confuso, me esfuerzo en ser claro.

El restablecimiento de la democracia en Brasil me devuelve la seguridad que necesito para seguir adelante. Bajo el miedo y las amenazas de muerte es muy malo vivir. La vida se agazapa. Es mejor que haya orden. Respeto a la ley. Andar por la calle con más confianza. Ya se anuncia el desarmamento de la población. Es mejor sin armas. Con libros. Libros que nos muestran que la vida no empezó cuando yo nací ni cuando vos naciste. Había vida desde mucho antes, y es preciso saber, es preciso estudiar, es preciso trabajar para ser gente. No basta nacer para ser humano o humana. Tenemos que hacernos.

Un “presidente” que insultó y violó todos los principios y valores no sólo de Brasil sino de la humanidad, huyó dejando un saldo de muertes y miseria. Empieza otro tiempo. Los tiempos son cortos, esto aprendí. Duran fracciones de segundo. Es la puerta estrecha de que habla el evangelio. Es por donde podemos ir. Es por donde hay que ir.

Impresiones

Volviendo de Patos

Interior de Paraíba

Algunas impresiones

Belleza alrededor y adentro

Gente en movimiento

Reunión familiar

Confianza y fe

Luz y amor

Convivencia y canto

Compartir.

Navidad, la victoria de la luz sobre las tinieblas

En la oscuridad de la colonización romana en Palestina, apareció una estrella iluminada indicando el nacimiento de un niño que cambiaría el rumbo de la Humanidad. Esta buena noticia contrastaba con el clima caótico en el que se vivía entonces. Pronto, el jefe del poder romano, Herodes, se sintió amenazado y decretó la muerte de todos los primogénitos.

Se reactivó una polarización: Nacimiento y Muerte, Luz y Oscuridad, Mentiras y Verdades, Esclavitud y Libertad. Estas oposiciones son factores generadores de una dinámica evolutiva, que ha marcado la Historia de la Humanidad.

Si la semilla no muere, el árbol no nacerá; si la oruga no muere, la mariposa no nacerá. Cada año, la Navidad nos invita a reflexionar sobre esta realidad. Cualquiera que sea la oscuridad, siempre habrá una luz que aclare y disipe la oscuridad. Cuando la mentira y el odio se difunden, el amor y la solidaridad resurgen con toda su fuerza. Cuando todo parece perdido, surge una luz al final del túnel. La luz se produce por fricción. Sin crisis, sin choque de oposiciones, no habría luz. Lo llamamos Fe y Esperanza. Fe que todo lo soluciona, Fe en que no estamos solos y que hay fuerzas iluminadas que nos fortalecen y Esperanza en que la verdad siempre vencerá.

Más que nunca, Brasil necesita comprender que la victoria de un candidato no significa la derrota, ni el fin de una verdad, sino una pausa para la reflexión, la gestación, la reestructuración de lo nuevo que vendrá. Pero esto sólo sucederá si somos capaces de revisar nuestras certezas y convicciones que nos aprisionan y cierran al diálogo y a la reflexión liberadora. El viejo Herodes y el nuevo niño siguen vivos dentro de cada uno de nosotros. La única certeza que tenemos es que el amor es más fuerte que el odio y que la luz siempre prevalecerá sobre la oscuridad, Feliz Navidad.

O Papa: “alguns pegam minhas palavras fora do contexto para me levar para onde querem eles”

Por Julián Quirós* e Javier Martínez-Brocal**

No jornal espanhol ABC, a antecipação da entrevista que será publicada na íntegra na edição deste domingo, 18 de dezembro, assinada pelo diretor Julian Quiros e pelo vaticanista Javier Martinez Brocal: “Às vezes me usam”. Mas nós usamos Deus muito mais, então eu fico quieto e vou em frente”. Eis o texto da antecipação:

Como está o joelho?

Já estou caminhando, a decisão de não me operar acabou sendo a decisão certa.

O senhor está com muito bom aspecto…

(Risos) Sim, eu já atingi a idade em que você tem que dizer: “Você está com bom aspecto!

Quando vi o senhor na cadeira de rodas, pensei que sua agenda iria diminuir, em vez disso, triplicou.

Governa-se com a cabeça, não com o joelho.

No dia 13 de março, o senhor festejará dez anos como Papa. Sua eleição nos pegou a todos de surpresa.

Também a mim. Eu tinha reservado meu bilhete de volta a Buenos Aires a tempo para o Domingo de Ramos. Eu estava muito calmo.

Como aprendeu a ser Papa?

Não sei se aprendi ou não… A história pega você onde você está.

O que acha mais difícil em ser Papa?

Não poder andar nas ruas, não poder sair. Em Buenos Aires eu era muito livre. Eu usava transporte público, eu gostava de ver como as pessoas se moviam.

Mas o senhor ainda vê muita gente…

O contato com as pessoas me recarrega, por isso não cancelei nem mesmo uma audiência de quarta-feira. Mas sinto falta de sair pelas ruas porque agora o contato é funcional. Eles vão “para ver o Papa”, essa função. Quando saia pela rua, eles nem sequer sabiam quem era o cardeal.

Aqui em Santa Marta o senhor vê muitas pessoas. Alguns parecem tirar proveito disso e fingir ser amigos do Papa para seus próprios interesses.

Há seis ou sete anos, um candidato argentino veio à Missa. Eles tiraram uma foto fora da sacristia e eu lhe disse: “Por favor, não a use politicamente”. “O senhor pode ficar tranquilo”, respondeu ele. Uma semana mais tarde, Buenos Aires foi rebocada com aquela foto, adulterada para fazer parecer que se tratava de uma audiência pessoal. Sim, às vezes eles me usam. Mas nós usamos Deus muito mais, então eu fico quieto e vou em frente.

Também deve ser difícil que cada palavra que o senhor pronuncia seja calibrada.

Às vezes eles o fazem com uma hermenêutica prévia ao que eu disse, para me levar para onde eles querem que eu vá. “O Papa disse isto”… Sim, mas eu disse isso em um determinado contexto. Se você retira do contexto, significa outra coisa.

Nenhum Papa jamais fez coleitvas de imprensa ou deu entrevistas falando tão livremente.

Os tempos mudam.

Que presente pediria para este Natal?

Paz no mundo. Quantas guerras há no mundo! A da Ucrânia nos toca mais de perto, mas pensemos também em Mianmar, Iêmen, Síria, onde se combate há treze anos…

*Diretor de ABC

**Correspondente no Vaticano do jornal ABC

Fonte: Vatican News

(17/12/2022)

¿Cómo se promueve la esperanza?

No es una tarea fácil. No se trata de recetas. Ni de opiniones ajenas escuchadas o repetidas.

La experiencia y la atención son las fuentes principales.

¿Cuántas veces estuvimos en situaciones aparentemente sin salida?

¿Qué recursos usamos para salir adelante?

¿Qué hicimos para no sucumbir?

¿Qué nos ayudó a atravesar la pandemia, el confinamiento, el régimen autoritario implantado en Brasil?

Las respuestas son siempre múltiples.

Indagar en estos recursos, potencializa la confianza, la autoestima, la fuerza de la comunidad.

La familia, la fe, la amistad, el deporte, el arte, la canción, la certeza de que habría un mañana mejor, y dirigir los esfuerzos hacia lo posible.

Algo que nos trajera alegría, que nos reanimara, que nos trajera fuerzas para soportar.

¡Comparte tus experiencias!

Valores de consciência

Ter um espaço de comunicação disponível é um privilégio

Poder dizer não apenas o que se pensa mas o que se sente

Sentir que a vida volta a ser prioridade neste país

Saber que a educação, a arte e a cultura

Arte e consciência

Leitura e pesquisa

Estudo e trabalho

São pilares da sociedade

Pilares da comunidade

Pilares da família

Pilares da pessoa

Valores inegociáveis

Valores superiores são a vida

A saúde

A humanidade.

Honrar este espaço, quase já 23 anos depois

É celebrar a vida duplamente.