Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Que haya gente para quien la vida no vale nada, no es algo nuevo. Gente para quien estar vivo o viva, o morir o matar es lo mismo, siempre hubo. Es la escoria de la humanidad.
Son aquellas y aquellos que violan las normas sociales, atentan contra los derechos de la persona humana cuando saben que no van a sufrir castigos. Se creen a salvo cuando nadie les ve.
Lo que sí es nuevo es que este basural subhumano haya crecido exponencialmente, asumido el poder y seguir impune. La contaminación de la barbarie se ha infiltrado y ha corroído los cimientos de la sociedad.
Se ha instalado una especie de descuido básico con la vida. Vivir o morir parece que fueran lo mismo. Y no lo son. Vivir de acuerdo con principios y valores superiores es algo que nos humaniza, nos hace gente, ganamos un lugar en el mundo.
Al contrario, despreciar y despreciarnos, odiar y atacar a quien no se puede defender, burlarnos de quienes sufren o están al margen de la sociedad, nos rebaja y humilla, nos hacemos menos que gente.
Cuidar la vida no es predicar, no es discursar, no es emitir notas de repudio, por más que esto pueda también llegar a ser valioso o necesario en algún momento. Cuidar y defender la vida es vivir según el amor, norma máxima y única de la existencia.
Sin amor y sin justicia, somos menos que bestias.
El amor nos obliga, nos impone deberes, impone respeto. Orienta y guía nuestros actos todos los días. El amor es más que un sentimiento. Es una práctica. Una acción orientada a la promoción y crecimiento de la persona.
En los días actuales, seguir siendo humano o humana, se ha vuelto un desafío más grande que en otros tiempos. Los y las videotas se han multiplicado. La mediocracia se ha instalado como si fuera lo más normal, y no lo es. Nunca será, si es que queremos seguir siendo humanos y humanas.
La fuerza colectiva y comunitaria ha dicho basta en Brasil. Basta de terrorismo de estado. Basta de violencia institucionalizada. Basta de abuso de poder. Hemos elegido la democracia el 30 de octubre de 2022. Y esto es haber elegido la vida. Es haber elegido el amor, la alegría, el respeto a las diferencias, la esperanza, la justicia y la paz. La solidaridad sigue siendo el cemento fuerte que nos une. No nos van a derrotar.
Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/