Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Uma posibilidad para ser yo la persona que soy, más allá de las presiones sociales que, como sabemos, son potentes e inevitables, llevando muchas veces a la anulación o, al menos, a la deformación de la persona y de la personalidad.
Estar yo en mi lugar y ser yo la persona que soy, en la infinita o al menos enorme variabilidad de dimensiones que me componen y habito, es lo que me hace llevar un diario. Un lugar donde estoy a gusto, más allá de intentos por agradar o provocar no sé qué impresiones en quien quiera que sea.
Muchas veces la violencia nace de la falta de sí, la ausencia de un espacio interno aceptable. Este lugar de la persona no puede ser negado. Tenemos derecho a existir, y esto tiene un significado concreto.
Que tengamos que coexistir y hacer concesiones o modificar comportamientos en el encuentro muchas veces conflictivo con las demás personas, no significa que debamos cancelarnos por el hecho de vivir en relación. La vida es hasta el final. No cesa, o no debe cesar antes de tiempo.
Me empeñé como profesor, y sigo empeñándome como escritor, en estimular y promover, habitar propiamente, el espacio del ser. El lugar de la persona. Esto me pone en primer lugar, en el sentido de que a todo momento y en cualquier circunstancia, mi prioridad es seguir siendo yo mismo.
La tarea de encontrar y habitar el propio lugar es incesante y no puede ser postergada. De ahí que la atención a la vida, el cultivo de lo que nos hace bien y nos alegra, lo que nos hace felices y plenos o plenas, sea un objetivo central y propriamente vital.
No ceder en lo esencial, aunque muchas veces tengamos que hacernos a un lado o dejar pasar algo que podría dañarnos. Recuperar el sentido de las palabras es algo a lo cual el diario nos va acostumbrando.
¿Qué quiero decir cuando digo algo? ¿Sé lo que estoy diciendo, o meramente repito lo que escucho o lo que veo por ahí, en las redes sociales? Brasil ha vuelto en sí. El país vuelve a sí mismo. La gente ha venido también volviendo a sí y en sí.
Leo mucho, siempre leo mucho y me leo en lo que leo y en lo que escribo, en lo que sucede. Lo bello tiene un lugar primordial como fuente de vida y de energía. Descubrir esto y aceptarlo, cultivarlo, es una sola cosa. Amar da trabajo, y exige una actitud de apertura y creatividad constante.
Es más fácil odiar, pero esto me destruye. No quiero destruírme. Estos últimos 10 años en Brasil han sido de resistencia y de construcción de espacios de supervivencia. Esto deberá continuar en el retorno a la democracia. La liberación no es automática.
No se trata de repetir lo que otras personas dicen o hacen. Es más bien un volverse continuamente a las fuentes de la vida y del amor. Un despertar constantemente a lo que es verdadero, a lo que está aquí. El arte, la poesía, la escritura, son cruciales en este empeño.
La pasividad consumista, la actitud meramente sumisa a autoridades externas, imbeciliza, nos extraña de nosotros mismos, mismas. La vida es un soplo. En un instante pasa y se va. Alegría es imprescindible para ser feliz. ¡Buen día, Brasil! ¡Buen dia, humanidad! De vuelta estamos de vuelta.
Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Um povo decidiu que não queria mais morte e sim, vida!
Desnecessário evocar ecos desta transição
Quem já não saiu de uma escuridão para a luz?
Como não recuperarmos aquela alegria original e primeira?
A delinquência política e social encontrou o seu limite.
É hora de voltar, sim.
Voltar a si, sim!
Chega de apologia da morte, tortura, destruição, abominação
Humanidade é mais!
Até quem apoiou o inominável está a tentar recompor o que foi destruído nestes últimos 10 anos de prolixa e perversa ação criminosa de decomposição do tecido social.
Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
¿Es posible la vida? ¿Es posible la alegría? ¿Es posible la paz? ¿Puede haber justicia? Todas estas preguntas pueden tener una respuesta positiva. Deben tener una respuesta positiva.
¿Podemos coexistir respetuosamente entre personas diferentes? Necesariamente. Impresincindible.
Sin embargo, todas estas preguntas estuvieron como si dijéramos, en suspenso.
La plantación del odio, que aún subsiste, puso en jaque a la propia humanidad.
Estamos queriendo hacer el camino de vuelta. Posiblitar nuevamente la existencia social. De esto se ocupa la sociología. De esto se ocupa la educación libertadora. De esto se ocupan las artes.
Estamos volviendo a la normalidad. Despertando de una pesadilla.
Nada vale la muerte. La muerte no es una bandera. No al menos del sector civilizado de la sociedad.
Brasil estuvo bajo el imperio del terror durante estos últimos cuatro años. Si le agregamos lo sucedido a partir del golpe de estado de 2016, la vida se hizo precaria en este inmenso país, hace ya mucho tiempo.
La alegría se tuvo que agazapar. Todavía subsisten focos de terrorismo nazifascista desafiando a lo que aún resta de legalidad.
Esto no debe continuar.
El restablecimiento de la normalidad constitucional debe ser pleno.
El imperio del miedo, la mentira como política de estado, la destrucción de la sociabilidad y la retirada de los derechos sociales y laborales, deben cesar.