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Perspectiva

La edad que tengo y el modo como me encuentro crean una situación en que veo las cosas y la vida de un modo singular. Así fue en otras edades también. Pero ahora quiero referirme en particular, a la perspectiva que se tiene cuando la vida está por un hilo. Esto me ha pasado ya muchas veces a lo largo del camino. Estar por un hilo.

Sea por el motivo que fuera, había de hecho, y hay, algo que no puedo dejar de tomar en cuenta. No tengo mucho tiempo. Esto pone las cosas en una manera característica. Todo gana su justo valor. Lo que es despreciable se muestra como tal. Lo que es falso se ve de manera indudable como falso. No engaña. Vos podés engañarte y creer que me engañás.

Pero yo dediqué mi vida al arte de ver la realidad. A deshacer embustes, engaños y mentiras. No quiere decir que no me equivoque también. Pero hay un sentir, una sensación, un aviso, una percepción, que me hablan con claridad. Y sé cuando estás mintiendo, así como sé también cuando estás intentando engañarme.

Saber y sentir que no tengo mucho tiempo está a mi favor, una vez más. Así fue ayer, en los sucesivos ayeres que hoy están encuadernados en este ahora. Este instante fecundo e intenso. Precioso como nada más en este mundo, te lo puedo asegurar. Esta es la perspectiva que ahora tengo.

Y no solamente por la situación en que me encuentro, sino también por el hecho de que estoy todo aquí, más que antes aún. Mucho más que antes, o tanto cuanto. Ahora tengo menos motivos para fingir, si es que alguna vez los tuve. Sigo con la misma cara de siempre. Más marcada, sin duda.

Las líneas que se dibujan en mi piel son la señal de mis caminos. Y en esta hora tan singular, aprecio aún más lo que siempre tuve como el mayor bien. Ver las cosas como son. Ser el que soy. Cada vez más yo mismo. Esta fuerza se sigue acentuando a medida que el tiempo pasa.

La fuerza de la unidad

Una mujer que me pueda amar. Este era mi sueño en los años 1970. Lo vivo hoy. Es lo que más quiero.

Esta mañana al recordarlo, me llené de alegría. No necesito de muchas cosas.

Ví todos los que fui en distintas etapas de mi vida. Era una ronda.

Lo mejor de cada uno de los que fui, soy hoy. Soy uno solo. Unificado.

Las caminatas por la peatonal de Cabo Branco siempre son una inmersión en la memoria. Integración de memorias.

Pertenecimiento es eso. La fuerza de esta unidad es formidable. Lo que sentí al verme unificado, dándome las manos en ronda, es alegría.

Confianza. Yo no me acobardé frente a los miedos. Guardo resentimientos, sí, por heridas que no cicatrizaron todavía. Trato de ser compasivo conmigo mismo, y comprender.

Comprenderme y comprender. Quienes me hirieron son personas muy queridas y cercanas. Puedo aflojar un poco el resentimiento, la rabia y la tristeza frente a la traición.

No necesito desdibujarme, ni cancelar algunos de los yos que fui. Fuí íntegro aún en los momentos de mayor sufrimiento.

La fuerza de esta unidad es una conquista. Una conquista reciente, diría. La vida es ascendente. Es un subir. Un ir llegando y seguir llegando.

Disfruto de esta sensación y sentimiento. Esta ronda de yos es lo que soy. Repito para recordarlo.

Soy escrito

Escribiendo voy encontrándome

Hago por mí y para mí

Conozco mi valor

Confío en mi fuerza

Tengo fe

Me sostengo en el amor

Creo mundos que habito

Unifico mis tiempos

Armonizo mi existencia

Escribiendo gano realidad y consistencia

Soy escrito.

Estoy conmigo

Me cuido

Estoy con quienes amo

Soy palabra.

Yo soy.

Me reconozco en comunidad

Amplío mis horizontes.

Formo parte de un movimiento ciudadano

Encuentro mi alegría

Rehago mi vida

Gano seguridad y paz.

Imagem: Escritores adolescentes

La brevedad del tiempo

La belleza de la luz del sol sobre la pared del pasillo

Sentir que la vida puede volver a empezar

Una sensación antigua

Sentir la brevedad del tiempo valoriza el tiempo. Valoriza el estar aquí.

La luz del sol me alegró esta mañana.

Cuando vine a Brasil sentí que la vida podría empezar de nuevo

Esta sensación me volvió esta mañana, en la Municipalidad de Pitimbú.

Sensación de injusticia frente al abuso. ¿Qué hice, qué hago frente a esta sensación?

Me acojo. Me recibo. Lloro. Recupero el sentimiento de haber vencido.

No descuento la rabia en la gente.

El mundo cambió. Vivir este tiempo que me toca ahora es una gloria. Es un tiempo de descuento.

Todo esto son ráfagas de un día. 8 de febrero de 2023.

Memorias fugaces y fuertes se juntan. Me refuerzan.

Foto: Aconcagua (Mendoza, Argentina)

La poesía. Los colores. El sentir.

Cuando no tengo nada que hacer, me pongo a escribir. Esto me da seguridad. Identidad. Pertenecimiento.

Rehago mis caminos. Resignifico mi historia. Esto ya lo he dicho otras veces, y lo sigo diciendo.

A fuerza de escribir sobre lo que va sucediendo, sobre lo que voy viendo y viviendo, se va abriendo un panorama.

Amplío mis horizontes. Contacto otras personas, que a veces me traen devoluciones preciosas. Esto justifica este quehacer.

Veo que esto es lo que más me junta. Y la unión se da adentro mío y a mi alrededor. Me voy cosiendo con el tiempo y con el mundo. Lo que voy aprendiendo se consolida y refuerza.

También se modifica. Algunas cosas permanecen y se profundizan. La poesía. Los colores. El sentir. La poesía es lo que casi no cambia. Es lo que forma el mundo.

Los colores son sensaciones, sentimientos, y comprensión. Por el hecho de que voy experimentando estos caminos, en busca de una vida unificada, feliz, amorosa y plena, me voy sintiendo cada vez mejor.

Se van de mí algunos sentimientos dañinos. Voy respirando mejor. Andando mejor por el mundo. Disfrutando más del estar vivo.

En amor

Rojo y amarillo

Paz y serenidad

Fuerza y placer

Centramiento y foco

Seguridad

Pensando en estas cosas, veo que el placer, la fuerza, la serenidad, la seguridad y la paz, vienen de una única fuente.

El intelectual o la intelectual disocian constantemente todo. Separan y oponen. Disecan y excluyen. Yo, al contrario, junto y reúno, coso y tejo, integro, constantemente.

Por eso es que cada vez más estoy bien. La unidad alcanzada me contiene y me guarda. Ella es preexistente. Es hacia allí que va todo. El sentido de la vida es amor.

La vida no tolera la disociación. Es unidad. Una. Cuando prestamos atención, podemos saber sin duda (o con poco margen de duda) si estamos por entero en una acción.

La historia, la música, la literatura, la vida cotidiana, la poesía, son otros tantos medios para recomponer la unidad del todo.

El todo no suprime sino integra las partes. La ignorancia ampliamente extendida en nuestros días, se apoya en la negación de la filosofia, que a su vez nos muestra la génesis de las cosas.

Al tomarse como dado algo que no lo es, se invierte la realidad y se pervierte el sentido del vivir. No hay necesidad de que personas sufran, pasen hambre, se enfermen y mueran.

Esto es perfectamente evitable. Desde por lo menos los años 1960, las Naciones Unidas han mostrado que hay alimentos para todas las personas.

Al esconder y negar el conocimiento, se destruye la humanidad de la gente. Se la condena a vivir y morir sin sentido. ¡Esto no puede ser!

La idiotización, la bestialización, la pura y simple degradación que se quiere naturalizar, no tiene nada de natural. Es decisión de los poderes de este mundo. Esto debe cambiar.

El desarrollo pleno de la persona en toda la multiplicidad y diversidad de sus dimensiones, debe ser garantizado por una educación libertadora, cuyos fundamentos y práctica se encuentran, entre otras fuentes, en la pedagogia de Paulo Freire.

La obra de Karl Marx ha puesto en evidencia los efectos nocivos de una sociedad basada en la acumulación de riquezas y en la propiedad privada, que destituyen a la persona de su dignidad, tornándola apenas medio. Algo que se usa y se desprecia.

Es imprescindible un cambio de dirección. El Papa Francisco viene insistiendo en esta necesidad. ¡No tenemos tiempo que perder!

La sociología de Max Weber y Emile Durkheim señalan con claridad el carácter imprescindible del sentido y la solidaridad como bases de la sociedad.

Es imperioso que la educación, la familia y la sociedad como un todo, se vuelquen en esa dirección.

Brasil viene dando pasos firmes en ese sentido. Dejar la política de muerte y engaños practicada durante estos últimos diez años.

Reorientar la vida hacia el amor. Su fuente, origen y sentido.

Ilustración: “El tejido del universo.”