Arquivo da tag: Acción social

Práctica y prédica

La distancia es o puede llegar a ser sideral

Es mejor practicar o tratar de practicar lo que consideramos valioso, que discursar al respecto

Hay un efecto benéfico, sin embargo, en escuchar lo que decimos

Prefiero vivir el amor a saber definirlo, leemos en La imitación de Cristo

Trato de no practicar la discriminación, en primer lugar contra mí mismo

A medida que me voy amando más, ataco menos

A medida que me voy aceptando más, critico menos

A medida que me voy dando más lugar, ocupando más mi propio lugar, tengo una relación más amorosa conmigo mismo y con las demás personas

Me río más, soy más flexible.

Acción libertadora

Incluir en la agenda el descanso, el relajamiento, la descontracción. Hay una cierta tensión en toda acción, me parece.

Pero esto no debe obligarme a actuar bajo tensión siempre. Puedo aflojar la actitud defensiva. Prestar atención a lo que se presenta.

Cuando relajo, puedo ver qué es lo que hay. Qué es lo que está aquí. Y entonces ver qué debo hacer, si es que hay algo que yo deba hacer.

Salgo de la acción contínua, ininterrupta, la programación para el desgaste exhaustivo. Hay momentos, sin embargo, en que he actuado más allá de lo que creía que tenía como energía disponible.

Recuerdo bien esos momentos. Necesidad de sobrevivencia. Atención al cuidado de la vida de una persona muy querida.

Pero recuerdo también cómo supe evitar una situación de riesgo de muerte, saliendo del medio, dejando pasar la persona amenazadora.

Esta revista tiene el formato de un diario. Es una invitación a la reflexión sobre el vivir. Un llamado a una mirada interna que nos recompone en el tejido social, sin merma de nuestro ser total. Una revolución cotidiana.

Podemos salir de la mecanización petrificada, de la vida tecnificada y normatizada, mediante la atención y acción libertadora.

Terapia Comunitaria Integrativa: una práctica de recuperación de la persona humana

He escrito sobre la TCI hasta descubrir que es una forma de arte. Un ejercicio, una práctica de recuperación de la persona humana. Un reencuentro con el ser que somos.

Todos mis escritos sobre esto vuelven una y otra vez sobre lo mismo. La TCI sigue siendo una motivación esencial en mi vida. Recuerdo lo que fue esta larga jornada que ya dura casi 20 años.

Sumergirme en la acción social. La actividad comunitaria. La movilización libertadora. Trabajando con universidades y movimientos sociales. Juntando pasado y presente.

Borrando las fronteras entre el saber académico y la vida diaria, lo que fué y sigue siendo uno de mis objetivos vitales desde que estudiaba sociología en la UNCuyo (Mendoza, Argentina).

Que la vida sea una sola, una vida unificada, como de hecho lo es. La red de TCI en español es hoy una realidad. Somos una forma de poesía social. Un resguardo de humanidad.

Esta forma tan efectiva de recordarnos quiénes somos, está disponible gratuitamente, es pública y no excluye a nadie. Aquí no se predica, se practica.

Sigo escribiendo sobre la TCI, como ven, no ya por creer que esté diciendo cosas nuevas. Más bien al contrario, para recordar cosas antiguas. No estamos solos ni solas.

La vida es el bien más precioso. Hay gente a favor por todas partes. Podemos confiar. El futuro está en nuestras manos.

La muerte no es una perspectiva de aniquilación. Sale el sol todas las mañanas, y es una posibilidad de empezar de nuevo.

Proyecto S

Escribir. Escrever. Ver. Venir

Escribir es mi proyecto. Es un proyecto antiguo y actual, y también comunitario. Es leer y compartir lo que se lee.

Es ser lo que se escribe. Si todo esto te pudiera llegar a sonar medio abstracto, puede ser porque estés pensado en ello. Si lo ves, verás que hay un lugar. Un espacio donde podemos ser. Un espacio donde somos. De este espacio nos van sacando despacito o a los empujones desde la infancia. Nos van poniendo a pensar en las tristezas de Cancha Rayada, como dice Cortázar. O en cuántas patas tienen las arañas.

Pero lo que importa es que se puede volver. Por eso es que volví. No sé si seguiré volviendo. No sé si esta revista seguirá existiendo. Depende de si a otras personas les importa lo suficiente como para ponerle el hombro. Lo que les quería decir y ya lo dije es esto del escribir como proyecto.

Me parece importante decirlo, porque hay veces que nos confundimos. No decimos lo que queremos decir. No sabemos si lo que escuchamos es lo que nos quieren decir. En vez de preguntar, por ahí reaccionamos. Esto le pasa a todo el mundo. La S me dice que puedo confiar. Escucho el sonido. Confianza se hace. Se conquista. Se construye. Escribir nos ayuda a ver y saber lo que queremos. Y lo que no queremos también.

Sintonía fina

Llegar primero. Empezar el día cuando empieza para mí, no cuando se supone que debería empezar. Empezar porque quiero. Porque me gusta. Porque me hace bien. Son razones suficientes para ir abriendo espacio.

¿Y qué hacer a estas horas? Recuperar la propia agenda. La capacidad de actuar. Decidir. Hacer. ¿Qué hacer? Lo que estoy haciendo. Escribir. Publicar. Compartir. Sembrar. Seguridad y esperanza. Me he dado cuenta de que la seguridad es imprescindible. Saber qué es lo que está pasando. Seguir mi propio ritmo.

Ya pasó el tiempo en que debía mantenerme a la defensiva contra la mediocracia de turno. La gente envidiosa que anda por ahí tratando de serrucharte el piso. Ya hace tiempo que digo lo que quiero. Lo que me parece valioso. Lo que veo. Lo que hace bien. Lo que voy descubriendo de mí y del mundo.

Este conocimiento de primera mano, experiencial, nunca es solamente personal. Es comunitario. Compartido. ¿Qué me hace bien? ¿Qué me alegra? Ser dueño de mi tiempo. Por eso es que me aferro con uñas y dientes a estas horas tempranas del día. Es cuando todo es posible. Cuando puedo ser sin concesiones ni restricciones.

Es un viejo hábito que mantengo. A la altura de mí mismo en que me encuentro, sin embargo, no tengo más remedio que acostumbrarme a la cogestión. La coparticipación. La complementariedad. Así es como uno crece. Voy más lejos abriendo espacio para lo que ve alguien que está muy cerca y que ve lo que yo no veo. Entonces gano fuerza.

Me expando y crezco. Aparezco. Cuando hago lo que me hace bien, me siento bien. Es muy simple. Por eso es que insisto en hacer lo que me hace bien. Un paseo. Un contacto con alguien querido.

Un libro. Un cuaderno. Unas anotaciones. Ir buscando lo que he ido descubriendo de mí, y que me pone a tono conmigo mismo. Sintonía fina. Así voy más allá de limitaciones que por ahí me impiden de moverme.

Rumbo

¡Qué maldición el parasitismo! La delincuencia política instititucionalizada. La maldad entronizada

La perversión hecha política de estado

El terrorismo de estado

La impunidad a los crímenes de lesa humanidad

La injusticia hecha cosa común y corriente

Qué maldición un mundo sin reglas, sin normas, sin valores, sin justicia

Sí, mi Dios, sin justicia somos menos que bestias

Ser humano da trabajo. Mucho trabajo

Por poco hay quien se venda

Pero resistir en el buen camino, en el amor que orienta y guía

Y sobre todo insistir en la solidaridad, la claridad

La acción honesta y correcta

Creo que no puede haber una distinción mayor

A la vuelta de este mi ya largo camino

Hay veces que miro para atrás

Y me admira haber llegado hasta aquí

Y seguir viendo lo mismo que ayer

La maldad banalizada

La vida desfigurada por la mediocridad oportunista

De Argentina a Brasil un vai ven

Yendo y viniendo hasta ver de nuevo mi patria levantarse de sus ruinas

Brasil salir también de las sombras de lo siniestro

Y otra vez lo mismo

¡Dame perseverancia, Dios!

Para que siga creyendo y construyendo un mundo bello

En que la vida y el amor sean lo supremo

El trabajo de aprender cada día a sobrevivir en condiciones adversas

Sin perdernos

Sin perder el rumbo

A tu casa, Señor

¡A  la tierra prometida donde siempre brilla el sol!

En colores

El amor organiza, orienta, ordena

Buscando una dirección, encuentro el rojo y amarillo. Fuerza y confianza.

El celeste. Confianza y seguridad.

Los colores son para mí un medio más claro y directo de encontrar una dirección.

Comprenden también comprensión y sentido

La simplicidad substituye el caos de la mente, que presenta infinidad de argumentaciones, justificativas, propuestas

Ningún descubrimiento mío es realizado exclusivamente en soledad

Todo es recogido y probado comunitariamente, en relación

Incluye también el estudio de la ciencia. Sociología, filosofia, poesía

Arte.

La memoria provee el conocimiento de lo que resultó efectivo y eficaz en el pasado

Pero el presente presenta constantemente la necesidad de prestar atención a lo nuevo

Un contexto macrosocial de justicia, seguridad, esperanza, paz y crecimiento colectivo, es ciertamente mucho más propicio para el desarrollo personal pleno, que situaciones de ilegalidad, abuso de poder, impunidad, miedo, odio.

Igualmente, el desafio del vivir impone continuamente la necesidad de enfrentar el desafio de ser capaz de reformularme sin desfigurarme. Ceder sin anularme. Fluir respetándome.

¿Como puedo seguir siendo yo, intenso y total, sin forzarme, dismuinuyendo la autoexigencia? Descubriendo que puedo elegir. Puedo parar y esperar.

Pare, mire, escuche.

Terapia Comunitaria Integrativa en español

Puede ser que yo haya estado aparentemente ausente de las rondas de TCI en español de los viernes. Pero no es así. No puedo estar ausente de un lugar que se fue haciendo podría decir indispensable para mí.

Lo mismo digo de la Red Internacional de TCI en Español. Es que la vida me trajo de vuelta a Mendoza, el lugar donde nací. Y estoy viviendo días en familia. Extrañando en varios sentidos mi tierra natal. Tan rica y próspera aparentemente. Tan diferente de Joao Pessoa, donde vivo habitualmente.

Ahora la calandria canta anunciando la llegada del nuevo día. Este espacio de TCI en español se fue haciendo muy valioso para mí. No menos que las rondas en portugués, debo decir. Pero hablar de mis sentimientos entre ustedes, reverme, rever mi historia en español, tiene un sentido especial. Es mi lengua materna. De aquí vengo.

Migrante. No dejé de ser un migrante. Hay cosas que solamente supe al escucharlas en español, en rondas de TCI en español. Hay veces que las palabras desdicen lo que queremos decir. Entonces es mejor escuchar. Escucharme. Escuchar. ¿Adónde quiero llegar? Adonde estoy. Ser migrante me enseñó esto. El ir llegando.

Lo vi claramente en el texto de Adalberto Barreto, “As dores da alma dos excluidos no Brasil.” Y sigo viendo que el proceso de regreso es continuo. A menos que yo esté plenamente atento y presente, podré estar perdiendo la vida, que es sólo de ida. Por eso es que les escribo. Por eso es que escribo.

Por eso es que estoy con ustedes aun no estando. Sigo escuchando el canto de la calandria, y la luz del día ya se va mostrando en el cielo. Tengo la sensación muchas veces de estar en un mundo extraño e inaccesible, hasta cierto punto. En otros momentos me parece que con toda la tecnología y modernidad imperante, nada cambió o casi nada.

La vida sigue siendo ese lento e imperceptible ir transcurriendo. Ir pasando, como dice el poema de Jorge Luis Borges, “Arte poética.” Hay muchas cosas que aprendo con gusto y no sin cierta perplejidad. El lenguaje incluyente o inclusivo.

Les agradezco la atención y la resonancia que me brindaron en muchos momentos. Hemos construido vínculos. Pertenecimiento. He podido ver de otra manera, hechos y sentimientos que me esclavizaron en el pasado. Me encadenaban a un pasado que ni siquiera era mío.

Me toca ahora habitar un presente del que soy un visitante inesperado. Alguien que de pronto se admira de estar donde está y de ser quien es. Esto lo registré en mi libro Um terapeuta comunitário em busca de si mesmo. Es el nacer continuo. Poiesis. Les puedo asegurar que formar parte de esta red es y seguirá siendo para mí esencial. Gracias!

El arte de vivir

¿Qué escucho de mí cuando me escucho?

Todo lo que soy

Todo lo que viene

Lo que soy y lo que no soy

Como estoy

Todo esto recibo y acojo sin discriminación

Abiertamente

Tengo todo el tiempo del mundo para recibirme

Abro las puertas y me doy la bienvenida

¡Qué tal, tanto tiempo!

Entonces puedo estar e interactuar en el otro mundo

El mundo extraño y distante

El mundo impuesto y supuesto

Por supuesto que este trabajo

Es cotidiano y placentero

Alternado e interrumpido

Proseguido y continuado

Es el arte de vivir

Concedo y cedo

Procedo a insistir siempre en lo mismo

Veo mi cara y me reconozco

Desconozco réplicas mías que puedan andar por ahí

Soy sólo esto

Y ya no me fuerzo a contrariarme

Más bien estoy a mi favor

Me apoyo en quienes me apoyan y respetan

Y a mi modo

Sigo adelante

Un paso por vez

En esta biblioteca incesante de los días

Me rehago y recompongo

Lloro y río y espero y sueño

Con un mundo donde podamos ser hermanos y hermanas

Donde nadie tenga que sufrir para que otras personas vivan mejor

No soy redentor ni salvador ni nada que se pueda parecer a esto

Solamente soy alguien que sabe que tiene una tarea por realizar

Y la realizo

Es lisa y llanamente la tarea de ser yo mismo todo el tiempo

Eso es el arte de vivir

Transformar en oportunidades las adversidades

Saber que siempre hay una salida posible

Y que siempre las cosas acaban terminando bien.