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Ser colores

Esta mañana reencontré mis colores. Los colores uno a uno. Los colores no son propiedad particular de nadie. Son propiedad común. Sentí y siento una alegría profunda.

Más allá del mundo del pensamiento y de los conceptos, más allá por lo tanto de lo que podemos llegar a comprender sobre la realidad, está la propia realidad.

Los colores como tales y en cuanto tales. Dejar de confundir lo que pensamos con lo que es, es preciso. De ahí mi alivio al ver colores dentro de mí.

Rojo. Amarillo. Anaranjado. Verde. Azul. Celeste. Rosado. Cada color asociado con algo. Y al mismo tiempo como que trayendo la presencia de esa realidad anterior y permanente.

Lo no pensado. Lo que no puede ni siquiera ser nombrado. A menos que abramos un espacio para esta dimensión de la existencia, estaremos siempre en el mundo de lo contingente.

Lo que cabe en las categorías de la percepción. Somos más que eso. Mucho más. De ahí la poesía y el arte. No se trata de negar la ciencia. No se trata de negar nada.

Más bien se trata de no perdernos nada. No perder el todo por la manía adquirida de creer que la vida cabe en palabras. Las palabras son preciosas.

La palabra poética más que cualquier otra, una vez que ella guarda y preserva aquellos ecos de lo innombrable que la hacen plena, irreductible a lo racional.

Al menos, irreductible a cierto tipo de racionalismo reduccionista, que cree que todo cabe en cajas. Las cajas son necesarias para clasificar y conocer. También para comprender.

Pero hay una comprensión y una experiencia que superan lo que puede ser dicho. Esto es lo que me fascina del arte y de la vida cotidiana. Agregan valor.

No substraen ni excluyen nada. No tratan de substituir una cosa por otra. ¿Por qué es tan rica y atrayente la literatura? ¿Por qué la pintura y el dibujo suspenden el tiempo?

La primer pregunta nos trae al terreno de la reproducción de lo complejo. La segunda remite a experiencia directa de inmersión en lo eterno.

La vida diaria, la vida vivida, la vida en sí misma, es una reunión de lo diverso. Ciencia y arte lo saben y lo reproducen. Una de manera conceptual, el otro de manera integrada.

El arte supera a la ciencia ya que la integra. La ciencia supera sus límites cuando integra el arte. Una ciencia sin arte no existe. Sería mero discurso vacío. Me refiero a las ciencias sociales.

A la sociología, en particular. El objetivo del conocimiento, desde mi punto de vista, no es la explicación, sino la liberación. La felicidad. La plenitud.

La comprensión de que es la vivencia plena de la multiplicidad de dimensiones humanas lo que nos realiza como personas, como humanidad. Comunidad. Familia. Solidaridad. Creatividad. Respeto a la diversidad.

Podemos vivir integradamente. Positivar esta posibilidad es el intento de estas anotaciones, que prosiguen un trayecto ya antiguo no sólo personal sino también colectivo. Generacional. Educativo. Incluyente.

Perspectiva

La edad que tengo y el modo como me encuentro crean una situación en que veo las cosas y la vida de un modo singular. Así fue en otras edades también. Pero ahora quiero referirme en particular, a la perspectiva que se tiene cuando la vida está por un hilo. Esto me ha pasado ya muchas veces a lo largo del camino. Estar por un hilo.

Sea por el motivo que fuera, había de hecho, y hay, algo que no puedo dejar de tomar en cuenta. No tengo mucho tiempo. Esto pone las cosas en una manera característica. Todo gana su justo valor. Lo que es despreciable se muestra como tal. Lo que es falso se ve de manera indudable como falso. No engaña. Vos podés engañarte y creer que me engañás.

Pero yo dediqué mi vida al arte de ver la realidad. A deshacer embustes, engaños y mentiras. No quiere decir que no me equivoque también. Pero hay un sentir, una sensación, un aviso, una percepción, que me hablan con claridad. Y sé cuando estás mintiendo, así como sé también cuando estás intentando engañarme.

Saber y sentir que no tengo mucho tiempo está a mi favor, una vez más. Así fue ayer, en los sucesivos ayeres que hoy están encuadernados en este ahora. Este instante fecundo e intenso. Precioso como nada más en este mundo, te lo puedo asegurar. Esta es la perspectiva que ahora tengo.

Y no solamente por la situación en que me encuentro, sino también por el hecho de que estoy todo aquí, más que antes aún. Mucho más que antes, o tanto cuanto. Ahora tengo menos motivos para fingir, si es que alguna vez los tuve. Sigo con la misma cara de siempre. Más marcada, sin duda.

Las líneas que se dibujan en mi piel son la señal de mis caminos. Y en esta hora tan singular, aprecio aún más lo que siempre tuve como el mayor bien. Ver las cosas como son. Ser el que soy. Cada vez más yo mismo. Esta fuerza se sigue acentuando a medida que el tiempo pasa.

Proyecto S

Escribir. Escrever. Ver. Venir

Escribir es mi proyecto. Es un proyecto antiguo y actual, y también comunitario. Es leer y compartir lo que se lee.

Es ser lo que se escribe. Si todo esto te pudiera llegar a sonar medio abstracto, puede ser porque estés pensado en ello. Si lo ves, verás que hay un lugar. Un espacio donde podemos ser. Un espacio donde somos. De este espacio nos van sacando despacito o a los empujones desde la infancia. Nos van poniendo a pensar en las tristezas de Cancha Rayada, como dice Cortázar. O en cuántas patas tienen las arañas.

Pero lo que importa es que se puede volver. Por eso es que volví. No sé si seguiré volviendo. No sé si esta revista seguirá existiendo. Depende de si a otras personas les importa lo suficiente como para ponerle el hombro. Lo que les quería decir y ya lo dije es esto del escribir como proyecto.

Me parece importante decirlo, porque hay veces que nos confundimos. No decimos lo que queremos decir. No sabemos si lo que escuchamos es lo que nos quieren decir. En vez de preguntar, por ahí reaccionamos. Esto le pasa a todo el mundo. La S me dice que puedo confiar. Escucho el sonido. Confianza se hace. Se conquista. Se construye. Escribir nos ayuda a ver y saber lo que queremos. Y lo que no queremos también.

Confianza

La confianza se construye todos los días. A toda hora. En todos los momentos

A todo instante

No consiste en enfrentar y vencer siempre

A veces hay que dejar pasar un toro furioso

Gambetear algo que se presenta como peligroso

Dar un paso al costado o un paso atrás

La victoria puede ser dejar de enfrentar cuando esto es lo más favorable

No me condeno por no ser superman

No me culpo más

Me comprendo más

Soy consciente de quién soy

Amar da trabajo

La vida es un aprendizaje contínuo

Mis fuentes de fuerza son diversas y efectivas

No estoy solo

Elegí ser feliz.

Me miro y me veo. Me amo y soy amado. Me veo más que me pienso. Esto me descansa. Reposo.

La poesía. Los colores. El sentir.

Cuando no tengo nada que hacer, me pongo a escribir. Esto me da seguridad. Identidad. Pertenecimiento.

Rehago mis caminos. Resignifico mi historia. Esto ya lo he dicho otras veces, y lo sigo diciendo.

A fuerza de escribir sobre lo que va sucediendo, sobre lo que voy viendo y viviendo, se va abriendo un panorama.

Amplío mis horizontes. Contacto otras personas, que a veces me traen devoluciones preciosas. Esto justifica este quehacer.

Veo que esto es lo que más me junta. Y la unión se da adentro mío y a mi alrededor. Me voy cosiendo con el tiempo y con el mundo. Lo que voy aprendiendo se consolida y refuerza.

También se modifica. Algunas cosas permanecen y se profundizan. La poesía. Los colores. El sentir. La poesía es lo que casi no cambia. Es lo que forma el mundo.

Los colores son sensaciones, sentimientos, y comprensión. Por el hecho de que voy experimentando estos caminos, en busca de una vida unificada, feliz, amorosa y plena, me voy sintiendo cada vez mejor.

Se van de mí algunos sentimientos dañinos. Voy respirando mejor. Andando mejor por el mundo. Disfrutando más del estar vivo.

En colores

El amor organiza, orienta, ordena

Buscando una dirección, encuentro el rojo y amarillo. Fuerza y confianza.

El celeste. Confianza y seguridad.

Los colores son para mí un medio más claro y directo de encontrar una dirección.

Comprenden también comprensión y sentido

La simplicidad substituye el caos de la mente, que presenta infinidad de argumentaciones, justificativas, propuestas

Ningún descubrimiento mío es realizado exclusivamente en soledad

Todo es recogido y probado comunitariamente, en relación

Incluye también el estudio de la ciencia. Sociología, filosofia, poesía

Arte.

La memoria provee el conocimiento de lo que resultó efectivo y eficaz en el pasado

Pero el presente presenta constantemente la necesidad de prestar atención a lo nuevo

Un contexto macrosocial de justicia, seguridad, esperanza, paz y crecimiento colectivo, es ciertamente mucho más propicio para el desarrollo personal pleno, que situaciones de ilegalidad, abuso de poder, impunidad, miedo, odio.

Igualmente, el desafio del vivir impone continuamente la necesidad de enfrentar el desafio de ser capaz de reformularme sin desfigurarme. Ceder sin anularme. Fluir respetándome.

¿Como puedo seguir siendo yo, intenso y total, sin forzarme, dismuinuyendo la autoexigencia? Descubriendo que puedo elegir. Puedo parar y esperar.

Pare, mire, escuche.