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Desexigiendo

Desexigiendo. Tarde de descanso. Aflojo la presión a cumplir obligaciones. Dejo todas las que puedo.

Cumplo con lo imprescindible. La sobrecarga de demandas autoimpuestas me hace daño. Presión. Cansancio. Desasosiego.

No es necesario este maltrato. El camino inverso es el que recorro en este momento. Confianza. Amarillo. Todo converge a mi favor. Sólo a mi favor.

Pongo la atención en lo que me importa. Estar bien. Sentirme bien. Dejo que vayan bajando aquí aquellas cosas que son para mi bienestar.

Menos presión. Menos exigencias. Atender lo indispensable. Esto no cuesta, o aunque cueste, se puede realizar.

Dejo deliberadamente, ciertas evocaciones dañinas que se me han pegado. Quisiera poder eliminar por completo esos recuerdos. Lo que he conseguido hasta ahora, es ponerlos en su lugar.

No son cosas mías. Respiro hondo. Medito. Me relajo. Voy hacia lo que me hace bien. Es el tesoro de mi corazón.

El amarillo condensa y resume, reúne todo lo que es valioso. Es el sol, es la luz, el fuego. Es la fuerza de lo bello, lo que anima, lo que moviliza y encanta.

Nada de esto debe ser forzado. Viene de por sí. Cambio de actitud, es lo necesario. Ver soltando la mirada.

No diré que sea sin expectativa, porque la intención es disfrutar lo bello. Es saber que depende del modo de mirar, que ese placer se realice.

La confianza sigue siendo la clave. Saber que sí, que ese modo de mirar es accesible. Se apoya en la certeza de saber que el bien no necesariamente se alcanza a través de esfuerzo máximo.

Al contrario, podemos tenerlo mediante una humilde aceptación de quien somos y de lo que podemos a cada instante.

Cosas que me alegran

Hay cosas que me alegran.

El barrio donde vivo, con sus ya muchos lugares guardados en la memoria.

Veredas por donde voy a distintos lugares

Árboles que ya guardo en mí

Sus raíces y su sombra

El dibujo de las palmeras sobre la arena

El mar, esa línea horizontal verde y celeste

Las personas que encuentro en los lugares que frecuento

Las memorias anteriores a este lugar

Que confluyen en este ahora.

Libros que leo y compongo

Dibujos y colores

Sentimientos de pertenecimiento

El aprendizaje contínuo del vivir

La fe que se enciende adentro mío, cosiendo mis días y mi ahora

La belleza que he sido capaz de encontrar

Esta larga caminata que no deja de sorprenderme

Y sobre todo el amor que me sostiene y contiene

Cosas que vivo hoy

Y que me ayudan a permanecer atento y abierto

Página a página

Hora tras hora

Maravillado y admirado

Agradecido por el bien que gozo

Y lo que sigo siendo capaz de generar.

Ilustración: “Letras y colores”

Tiempo

¿Será que ya pasó el tiempo de la escritura?

¿Pasó el tiempo de la contemplación?

¿El tiempo de la reflexión?

¿Pasó el tiempo del sentimiento?

¿Pasó el tiempo de la conversación?

¿Pasó el tiempo de escuchar?

¿El tiempo de construirnos juntos y juntas?

No pasan estos tiempos.

Si no tengo tiempo para mí, no tengo tiempo para nada

Todo el tiempo me llaman hacia afuera

Voy y vengo

Mi parte mayor está adentro

Aquí hice mi casa

Aquí vivo

Tengo tiempo para mí

Por eso escribo, escucho, veo, siento, decido

Voy por donde veo y siento

Mi mundo no es aislado

Al contrario, es integrado

Hice mi lugar y lo habito

Por eso escribo, no dejo de escribir

Así lleno de alegría mis instantes del día

(Recupero mis sentidos substraídos por el aluvión informativo

Anido y me anido en la poesía cotidiana)

 

Imagen: “Naciendo”

 

¿Qué revolución?

Algunas cosas han cambiado, otras no

Yo no creo haber cambiado tanto, me parece

Otras veces veo que sí

Sigo levantándome tempranito a ver si le gano al sol

Al sol no hay quien le gane

¿Y sabés por qué?

Porque sale cuando le da la gana

Y si no, se queda por ahí remoloneando

Esperando a ver si nos animamos a encender nuestra propia luz

Ahora es la luna la que ilumina

Y es bajo esa luz de terciopelo

Que llego esta mañana a vos que nos leés

La razón de ser de esta revista

Aquí no se te pide que vistas un uniforme

Que hagas esto o lo otro

Que vayas allá o que vengas para acá

Allí donde estás puede estar ya sucediendo una revolución

Alguien que te ama a tu lado

Una persona a tu favor bien cerquita

Nadie dándote órdenes

Escribí, che, dale

No, no, no, no, para nada

Escribir es un acto voluntario

Al menos en parte

Es como el sol

Nace cuando quiere

Y es este querer la revolución de la vida

Querer seguir dándole firme

No ya igual que ayer, aunque de cierta forma sí

Sumar con quien nos lee

Invitarle a que se nos junte

Que traiga sus sentimientos

Sus ganas de amar y ser más

Juntar ladrillos y hacer una casa

Un puente

Un camino.

Yo me junté a este proyecto en el 2000

Aquí estoy

Nadie me obliga a trabajar

Voluntariado es esto

Lo hago porque respiro

Si no, piro.

Aprendiendo a decir que no

Ya trabajé bastante a pulmón

Ahora me toca elegir, decir que no

Que sí que no

Sigo en una red sin fronteras

Gente que acoge como fui acogido en este país cuando llegué

No digo el año, pero fue hace ya más de 45 años

Mucho tiempo

Acabaron las dictaduras

Y hay hoy algo no sé si más peligroso porque aparentemente normal y aceptado

La masificación

El rebaño

El hacer porque todo el mundo lo hace

O mejor dicho

Los que mandan y las que mandan

Creen tener todo en sus manos

Pero hay otras manos

Debe haber y hay otras manos

Manos que cuidan

Cuidan de la vida

Mantener el rumbo

Acogimiento es eso

Miento si digo que es otra cosa

Es hacerte un lugar tal como sos

Pero si elegiste el camino equivocado

Hay de vuelta justicia y policía

Para que le delincuencia no se normalice

Si la delincuencia se normaliza estamos fritos, fritas, che pibe o piba.

Así que bueno, esto es lo que quería compartirte

Seguí con tus sueños

Sueños hechos a muchas manos superan dictaduras

Superan barreras de clase

Mandonismos e idiotizaciones de distinto tipo

Arte de vivir, sabés

Saber que se puede.

Hay un lugar para vos

Para mí

Para toda persona humana

Cuidar la vida

Esa es la tarea

Yo cuido escribiendo y pintando

Juntando tiempos y sentimientos

Y vos

¿Cuál es tu revolución?

 

Confianza sigue siendo el aprendizaje básico

Saber que se puede. Saber que aquí está todo bien.

Saber que todo sale bien, siempre.

Saber que somos capaces.

Nadie está a salvo de caer, pero esto no destruye la confianza básica de que después de todas las tormentas sale el sol.

Esta revista tiene el formato de un diario. Un lugar de confesiones íntimas. Un diálogo honesto con nosotros mismos(as).

En vez de mirar siempre hacia afuera, miramos hacia adentro. ¿Qué soy? ¿Qué tengo? ¿Cuál es mi fuerza?

No necesito esperar continuamente un ataque. Sé que puedo enfrentar victoriosamente cualquier situación.

Cuando me olvido es esto, la comunidad me lo recuerda. Por eso vuelvo constantemente al tejido comunitario. La construcción colectiva.

El lugar donde soy aceptado como soy. Esta fuerza de identidad, pertenecimiento y afinidad, es indetenible.

Sé que puedo contar y cuento con la comunidad.

La brevedad del tiempo

La belleza de la luz del sol sobre la pared del pasillo

Sentir que la vida puede volver a empezar

Una sensación antigua

Sentir la brevedad del tiempo valoriza el tiempo. Valoriza el estar aquí.

La luz del sol me alegró esta mañana.

Cuando vine a Brasil sentí que la vida podría empezar de nuevo

Esta sensación me volvió esta mañana, en la Municipalidad de Pitimbú.

Sensación de injusticia frente al abuso. ¿Qué hice, qué hago frente a esta sensación?

Me acojo. Me recibo. Lloro. Recupero el sentimiento de haber vencido.

No descuento la rabia en la gente.

El mundo cambió. Vivir este tiempo que me toca ahora es una gloria. Es un tiempo de descuento.

Todo esto son ráfagas de un día. 8 de febrero de 2023.

Memorias fugaces y fuertes se juntan. Me refuerzan.

Foto: Aconcagua (Mendoza, Argentina)

Dirección y sentido

La posibilidad de expresar lo que sentimos y lo que vivenciamos, lo que experienciamos, es una puerta abierta a la salud.

Una apertura en dirección a la construcción de vínculos comunitarios positivos. Saber que no estamos solos ni solas. No tenemos culpa ni debemos avergonzarnos.

Ir en dirección a nuestra propia historia, adoptar la persona que somos y saber que fuimos capaces de superar lo que pudo habernos destruido, aumenta nuestra autoestima.

Nos hermanamos así con la gente alrededor. Nos sacamos de la espalda el sobrepeso de exigencias indebidas

Recuperamos el derecho de ser felices. Disfrutar de la vida. Sentir placer. Vivir sin miedo.

La poesía. Los colores. El sentir.

Cuando no tengo nada que hacer, me pongo a escribir. Esto me da seguridad. Identidad. Pertenecimiento.

Rehago mis caminos. Resignifico mi historia. Esto ya lo he dicho otras veces, y lo sigo diciendo.

A fuerza de escribir sobre lo que va sucediendo, sobre lo que voy viendo y viviendo, se va abriendo un panorama.

Amplío mis horizontes. Contacto otras personas, que a veces me traen devoluciones preciosas. Esto justifica este quehacer.

Veo que esto es lo que más me junta. Y la unión se da adentro mío y a mi alrededor. Me voy cosiendo con el tiempo y con el mundo. Lo que voy aprendiendo se consolida y refuerza.

También se modifica. Algunas cosas permanecen y se profundizan. La poesía. Los colores. El sentir. La poesía es lo que casi no cambia. Es lo que forma el mundo.

Los colores son sensaciones, sentimientos, y comprensión. Por el hecho de que voy experimentando estos caminos, en busca de una vida unificada, feliz, amorosa y plena, me voy sintiendo cada vez mejor.

Se van de mí algunos sentimientos dañinos. Voy respirando mejor. Andando mejor por el mundo. Disfrutando más del estar vivo.

Simplicidad

Dí una vueltita por el barrio y me alegré

Una vuelta repone otras vueltas

Y acaba siendo un reencuentro

El mundo real sana

Cura del exceso de pensamientos

Las piedras están ahí

Los árboles están ahí

Y su presencia me tranquiliza y aquieta.

Soy una persona simple

Me alegran las flores y una conversación con alquien que me ve

Voy juntando vivencias, sensaciones y sentimientos

Dejo venir las palabras que me van trayendo.