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Dirección y sentido

La posibilidad de expresar lo que sentimos y lo que vivenciamos, lo que experienciamos, es una puerta abierta a la salud.

Una apertura en dirección a la construcción de vínculos comunitarios positivos. Saber que no estamos solos ni solas. No tenemos culpa ni debemos avergonzarnos.

Ir en dirección a nuestra propia historia, adoptar la persona que somos y saber que fuimos capaces de superar lo que pudo habernos destruido, aumenta nuestra autoestima.

Nos hermanamos así con la gente alrededor. Nos sacamos de la espalda el sobrepeso de exigencias indebidas

Recuperamos el derecho de ser felices. Disfrutar de la vida. Sentir placer. Vivir sin miedo.

Sale el sol

En seguida saldrá el sol. Esto no falla. Me pregunto si no será este uno de los motivos por los cuales me sigo levantando: para esperarlo.

Siempre sale el sol. Otras cosas pueden ser o no ser. Esto es siempre.

Siempre sale el sol. Sigue saliendo el sol después de todas las tormentas.

¡Después de todas las oscuridades que pareció que durarían tanto tiempo! Sigue saliendo el sol.

Y seguirá saliendo aún después de que ustedes y yo ya no estemos para verlo. Es bueno recordarlo.

Tenemos más fuerzas para insistir, para seguir, para perseverar en el bien, el amor, la justicia, la solidaridad, la felicidad, todo lo que es noble.

Clave de S

Buenas señales desde el comienzo del día

Sueño

El sueño de anoche

Sensibilidad

Sensualidad

Slowly

Sol

Soledad

Transformar estas señales en un texto extenso

Sería no sé, talvez interesante

Talvez no

Talvez cansador

Prefiero dejarlo así

Pues recuerdo el sueño de anoche

Silene mostrando su belleza

María azul cama

No siempre las palabras consiguen decir lo que queremos.

S es suficiente

S de sí.

Es notable como una letra contiene tanto.

Clave de S

Sólo tengo obligaciones con el Amor.

Sentí, que vas a saber.

Sintonía con el amor.

Lo que me haga bien

Simplicidad.

Identidad

Tarde de calor en João Pessoa. Los días pasados forman un piso firme bajo mis pies. El sol anda por el cielo, hacia la noche. Y ahora que me pongo a escribir estas cosas, el tiempo como que se va condensando.

Todo es esto que está aquí. Este instante es todo lo que tengo. Es tan pleno y tan completo, que es un mundo en sí mismo. El universo. Me detengo en la respiración que va y viene. Y en cada movimiento, el pulsar de todo lo que existe. La felicidad de los días pasados reúne rostros familiares y amigos. Conocidos.

Un rompecabezas se va formando. ¡Recibo tanto cariño de tanta gente! En realidad soy la suma de los seres que quiero. Esos seres y los afectos me constituyen. Así los pájaros y las flores. El cielo y las estrellas. El viento y las plantas. Los libros y los poemas. Los colores. La belleza. La oración.

Todo es un espejo, un reflejo y una casa. Pienso en los tiempos en que estuve fuera de mí mismo. Dominado por reacciones y rencores. Envenenado por odios que no eran míos. ¿Qué tengo yo con el capitalismo y la lucha de clases? ¿Qué me importan la dominación, el poder y las instituciones?

Tampoco me importan la corrupción, la delincuencia política, los golpes de estado. No tengo nada que ver con eso. Mi mundo es más bien algo que puedo ver y tocar. Un mundo a mi alcance. Me abro paso entre letras y colores. Ando entre pájaros y flores. El sol y la luna. Los ríos que me recorren por dentro, y el mar. Todo esto es mío y soy yo.