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Perspectiva

La edad que tengo y el modo como me encuentro crean una situación en que veo las cosas y la vida de un modo singular. Así fue en otras edades también. Pero ahora quiero referirme en particular, a la perspectiva que se tiene cuando la vida está por un hilo. Esto me ha pasado ya muchas veces a lo largo del camino. Estar por un hilo.

Sea por el motivo que fuera, había de hecho, y hay, algo que no puedo dejar de tomar en cuenta. No tengo mucho tiempo. Esto pone las cosas en una manera característica. Todo gana su justo valor. Lo que es despreciable se muestra como tal. Lo que es falso se ve de manera indudable como falso. No engaña. Vos podés engañarte y creer que me engañás.

Pero yo dediqué mi vida al arte de ver la realidad. A deshacer embustes, engaños y mentiras. No quiere decir que no me equivoque también. Pero hay un sentir, una sensación, un aviso, una percepción, que me hablan con claridad. Y sé cuando estás mintiendo, así como sé también cuando estás intentando engañarme.

Saber y sentir que no tengo mucho tiempo está a mi favor, una vez más. Así fue ayer, en los sucesivos ayeres que hoy están encuadernados en este ahora. Este instante fecundo e intenso. Precioso como nada más en este mundo, te lo puedo asegurar. Esta es la perspectiva que ahora tengo.

Y no solamente por la situación en que me encuentro, sino también por el hecho de que estoy todo aquí, más que antes aún. Mucho más que antes, o tanto cuanto. Ahora tengo menos motivos para fingir, si es que alguna vez los tuve. Sigo con la misma cara de siempre. Más marcada, sin duda.

Las líneas que se dibujan en mi piel son la señal de mis caminos. Y en esta hora tan singular, aprecio aún más lo que siempre tuve como el mayor bien. Ver las cosas como son. Ser el que soy. Cada vez más yo mismo. Esta fuerza se sigue acentuando a medida que el tiempo pasa.

Piso los puntos de luz que fui construyendo en el pasado

Así paso de un día al otro.

De un estado de ánimo medio perdido y tenebroso.

A uno más alegre y luminoso

De la sombra a la confianza

Voy reencontrando mi hoy, mi ahora ahora

Es una escalerita por donde voy llegando adonde estoy.

¡Tantas letras para decir algo tan sencillo!

Justamente son estas cosas compartidas

Este aire nuevo que entra cuando te escucho

Cuando tus historias y mi historia y otras tantas historias

Se hacen un espacio común en movimiento

Salgo de las prisiones internas y de cierto cansancio que pudiera haberse adueñado de mi ánimo

A mi modo, de este modo y de tantos otros que voy registrando y aprendiendo

Lunes

¡Buena semana!

 

Ilustración: “Puntos de luz”

El lado de acá es noticia

Escribo a ver si viene nueva energía. A ver si me organizo y piso el piso que piso. A ver si encuentro más ganas.

Más energía. No escribo temáticamente. Al menos no siempre. No solamente. Más bien es un ejercicio vital. Salir de una cierta pasividad. Hacerme un lugar en el mundo. Respirar.

Sentir la vida. Saber que está bueno estar aquí. Las horas van pasando y de pronto vienen ganas de registrar alguna cosa. O nada. El mero vivir. El mero estar aquí.

El canto de un ave esta mañana. Ahora no sé muy bien qué diría. La tarde que va pasando y el cielo que se empieza a oscurecer. El lento pasar de los días.

Una alegría empieza a volver. Vuelve la fuerza, así sea de a poquito. No son grandes noticias. Es lo que me vino de compartir. El lado de acá es noticia.

No sólo importa lo que nos plantan desde la mídia. Cuenta lo que cuenta. Cómo estoy. Cómo estás, si es que estás. ¿Qué andás haciendo? Yo mejorando.

Una tosecita de aquellas que ni te cuento. No se la deseo ni a mi peor enemigo. El asunto es que con o sin tos ya no voy teniendo mucho más que decir. ¡Hasta la vista!

Misión cumplida

Llegar aquí es placentero. Es ver todas las cosas desde otro lugar. Saber que hay una esperanza.

Una posibilidad. Una hoja en blanco. Toda mi vida escrita.

La vida vivida. Cuando veo la hoja en blanco me alegro. Toda mi vida escrita.

Aprendí a borrar. Eliminar algunas páginas. Deshacer historias equivocadas.

Perdonar y perdonarme. Lo que creí que fueran defectos míos, son humanos. Cosas que pasan.

Me abro al mundo alrededor. Veo que supe enfrentar y sigo sabiendo enfrentar dificultades y peligros. Flexibilidad y atención.

Atención a la vida. Toda mi vida está reunida. Es una sola cosa. Esta sensación de unidad es placentera.

Misión cumplida. No escribo para otra cosa que para seguir siendo yo mismo. Es una finalidad simple, y la consigo.

Al mismo tiempo hago puente con otras personas. Y esto genera una fuerza transformadora. Se genera comunidad. Sé que no estoy solo.

Concientemente

Escribo sin tener algo muy definido para compartir

El intento, sin embargo, siempre trae más cerca alguna vivencia

Alguna experiencia

Alguno de esos retazos de vida de que se compone el existir

Andar por las veredas del barrio

Ver el mar

La gente pasando por la peatonal

Los barcos a lo lejos

El barranco de Cabo Branco

Las idas y venidas cotidianas

El aprendizaje incesante

En dirección a más claridad, seguridad, confianza

Dejar las presiones indebidas

La vida ya exige algún tipo de presión

Que sea la mínima para persistir

No dejar que los hábitos o la costumbre cancelen el aliento

El ánimo sin el cual ya no sería vida sino mero aguantar

Esperar y esperar siempre que necesario

El ritmo de las cosas y el propio ritmo

Estar cerca es más que explicar, que complica

Saber que el aprendizaje constante renace la vida

Y que todo sale bien al final

Así la esperanza es real

Mueve nuestros pasos así sea hasta la playa

Hasta la esquina

Hasta ver o sentir o sentir viendo

La belleza circundante

Que nos contiene y anima.

Soy escrito

Cuando me siento mal, aburrido, con miedo, preocupado, cosas así, es porque estoy fuera de la hoja.

Como esto es imposible, lo que ocurre en realidad, es que no me estoy leyendo.

Si no me veo, si no me leo, si me creo fuera de la hoja, sufro.

Entonces me veo, me leo, me siento dentro de la hoja que es mi lugar, y me siento bien.

Ya ven que las cosas son fáciles.

Es cuestión de saber cuál es mi lugar, y ocuparlo.

Ahora mismo que escribí esto, ya se me fueron los dolores que tenía.

Soy un hombre escrito.

Soy escrito.

Siendo así, estoy bien donde quiera que está, siempre que me lea.

Es sólo una cuestión de atención.

No soy muchas cosas, como creía antes.

Soy una sola cosa.

Soy un escrito continuo y confiable.

Soy la hoja que escribo y lo que escribo y leo.

Así de simple.

Adonde quiera que voy y sea lo que sea que pueda llegar a estar haciendo, soy eso, ya que yo mismo lo estoy leyendo o lo escribí o lo escribiré.

(No soy dos sino uno. Uno que escribe y lee y se lee en lo que escribe y lee).