Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
El tiempo se viene compactando. La experiencia se viene compactando. Todo lo vivido se reúne y fortalece. Resplandece y me guía y alimenta.
Lo que me toca vivir hoy se intensifica. Cada momento es más pleno, irradiante. Este tiempo es más mío. Soy más esto. No me pego a lo pasado, lo traigo conmigo como aprendizaje.
Mi confianza se nutre de la claridad de lo aprendido. Mi tiempo hoy es multiplicado. Condensado. Me siento más fuerte. Mis sentidos son los puentes, lo que me conecta y orienta.
La multiplicidad que me compone es semejante a la que me rodea y contiene. Estar aquí es estar bien. Es bueno estar aquí. Me siento bien. Me hace bien. Me siento más acogido ahora que reconozco mi diversidad. Ser, familia, comunidad interconexión.
Continuidad de la vida. Circularidad. Todos y todas pertenecemos a la tierra. Todos y todas somos parte de un solo ser. Identidad es pertenecimiento. Andar por el mundo, por el barrio, estar con gente, me devuelve una sensación de inclusión. Soy parte y formo parte.
Ese tejido cotidiano de seres humanos que trabajan y desarrollan sus vidas en tiempos intercruzados. Volví a integrarme de manera más flurte en este espacio al jubilarme de la universidad. Juntarme con gente de la salud mental comunitaria, primero, y, en seguida, integrarme a la acción de la Terapia Comunitaria Integrativa.
Ya han pasado más de 23 años desde este movimiento. Recuperar ahora la sensación, las sensaciones y sentimientos, que fui experimentando a lo largo de esta trayectoria, tiene para mí un efecto sin igual. Conocí una Argentina diferente, que ni sabía que existía. Movimientos de barrio integrados con la universidad.
Conocí, sobre todo, a mí mismo, al sumegirme en ese tejido rico y diverso, móvil y cambiante, de personas de distintas profesiones y lugares sociales, interconectadas en una acción común que humaniza. El tiempo adquiere otra vez, como en tiempos de infancia y juventud, y aún después, una calidad acogedora.
Ya no es el tiempo externo, impuesto. No es el discurso de la disociación, el miedo ni la desconfianza, sembrado por los medios de comunicación. Es una suspensión de la muerte, un sumergirse en una dimensión contínua y esperanzadora, para usar una expresión aproximada. Son sensaciones nuevas reencontradas. Estas experiencias las he compartido en mis libros publicados a partir de 2013, muchos de los cuales son accesibles on line, gratuitamente.
No necesito envenenarme, por lo tanto, con la prédica perversa que vacía lo próximo y lo cercano, invadiéndolo con relatos contínuos de lo que rompe la fe, la confianza, la solidaridad, el sentido del vivir. El tiempo va pasando. No necesito saber de hechos policiales, judiciales, criminales, bélicos, incesantemente. Más bien me alimento de exactamente lo contrario. La confianza, la construcción colectiva, el arte y la belleza en sus múltiples y variadas formas, y sobre todo, el proyecto y programa de la felicidad. Es posible la vida. Fueron 23 años que florecen otra vez, todos los días.
La vida no es un hecho irrelevante. No es lo mismo vivir que morir. Desde temprano en mi vida, me di cuenta de que había gente alrededor, para quienes la vida no tenía demasiada importancia. Les daba lo mismo una cosa que otra. Para otros y otras, al contrario, estar vivo o viva tenía una significación especial.
Durante la pandemia, que coincidió aquí en Brasil con un régimen nazifascista, me sorprendió que había personas amigas, colegas, a quienes lo que estaba pasando no parecía tocarles demasiado. A mí, al contrario, ese tiempo de proximidad con la muerte, me revivió lo más precioso en mí.
El amor por la vida renació y sigue renaciendo como una floración continuada. La conciencia que yo tengo de este hecho, me aproxima íntimamente de cada instante. Todo tiene un valor incalculable. A medida que me sigo haciendo cada vez más consciente del valor de estar vivo, todo lo que hago se impregna de una cualidad especial. Intensidad.
Ternura. Una entrañable ternura. Una sensación sin igual, que me hace estar admirado todo el tiempo. El hecho de que yo esté de vuelta, después de larga ausencia –que no fue del todo tan ausente—le da un significado profundo al placer. La sensación de embelesamento que acompaña al disfrute de lo bello.
Saber que no soy perfecto, aceptarme, quererme bien. Saberme entero, todo. Reivindico todo mi ser, y sé que no estoy solo. Hay gente a quien escucho, que está en la misma tarea. Pude distinguir a quienes vivían o viven en el mundo del discurso, y que en la práctica actúan de manera totalmente desconexa.
Esto no lo digo por otro motivo que mi propia intención de ser entero. Presto atención a lo que escribo, a lo que vivo, a lo que siento, a lo que quiero. La totalidad es una realidad, y formo parte de ella, a mi manera.
Me fui haciendo consciente de esto a través del estudio y de la práctica. Nada enseña tanto como un día después de otro. Consciencia es saber de mí y saber del mundo. Es más que mera información. Es sentimiento preciso y precioso. Es una guía para el vivir.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Un lugar de acogimiento. Esto es lo que fui encontrando al escribir y publicar. Había alguien del otro lado. Conseguía tocar a alguien. No estaba solo.
Así fue como fui abriendo un espacio para respirar. Esta misma sensación es la que me sigue acompañando ahora. Muchas cosas cambiaron en mi vida. Pero lo que sigue prevaleciendo es la validez de este ejercicio.
Escribo y publico lo que voy viendo y viviendo. La belleza circundante. La insistencia en ser cada vez más feliz, más yo mismo. Saber que no existe la perfección. Lo que vale es el ejercicio de estar abierto al aprendizaje.
Esto me obliga a tomar en cuenta a quien está a mi lado. La seguridad que voy alcanzando es la que nace de esta apuesta total en el amor. El amor es una práctica, una acción.
Un saber que en medio de todas las acechanzas e incertezas, es posible seguir poniendo un ladrillito más. Puedo seguir confiando en mi percepción del mundo y en mi experiencia. Un paso por vez.
Concentración. Atención. Intención focalizada en la confianza de que es posible seguir adelante.
No existe una consciencia genérica, abstracta, la misma para todas las personas, en cualquier tiempo
Por lo tanto, la consciencia es también cambiante
A menos que seamos conscientes, no se puede decir que estemos, a rigor, vivos, presentes.
La consciencia es una pre-condición, un pré-requisito de la vida
Si no conozco ni me conozco, si no estudio ni investigo ni me indago, si no busco ni tengo objetivos o metas, no se puede decir con certeza, que yo sea humano en la plenitud del término
Ser humano es estar atento, atenta. Estar en movimiento. Construír. Construírse.
Por lo tanto, historia, filosofía, arte, son imprescindibles. Escucha atenta de sí y del mundo. Diálogo.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Desde muy temprano comprendí la necesidad de escribir. Contar mi historia. Lo que iba viviendo, lo que iba viendo.
Sigo viendo la importancia de escribir, contar nuestra historia. Qué es lo que aprendí, qué es lo que voy comprendiendo. Inclusive en las capacitaciones en Terapia Comunitaria Integrativa, siempre les digo a las y los participantes, que escriban. Que cuenten su historia.
He tenido la satisfacción de publicar en Consciência, algunas reflexiones de participantes de rondas de TCI (Círculos de escucha, etc). Aquí va una: https://revistaconsciencia.com/las-bases-de-lo-que-soy/ Voz plural. Sentimientos compartidos.
Experiencias que comprueban que no hay nadie que sepa más que las demás personas: Hay saberes diferentes, complementarios. Cuando me abro a esta pluralidad, crezco y aparezco. Me fortalezco. Solo, tiendo a cerrar mi mundo.
En fin, compañeras y compañeros. ¡Vamos juntas y juntos!