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Eternización por la poesía

Eternización por la poesía

Soy esa luz

Que contiene todo y que sostiene todo

Esa luz que me compone e integra

No necesito buscar lejos lo que está aquí

Sólo necesito acceder

Mirar hacia adentro y saber

El tesoro está allí

Es ese corazón

Amante

Ardiente

Constante

Fiel

Creativo

Activo y pasivo

Persistente

Resistente

Como el sol que a la mañana

Y al atardecer baña al mundo con su luz.

 

Lectura simultánea

Había inventado un mecanismo para leer muchos libros a la vez. El dispositivo simplemente iba recorriendo la biblioteca y leía los libros que resumía e integraba a la memoria de quien leía.

Esto resolvía el serio problema de haber tantos excelentes libros por leer, y ser limitado el tiempo para hacerlo. Lectura simultánea.

La primera vez que lo ví en funcionamiento, mejor dicho, cuando tuve la oportunidad de disfrutar de sus beneficios, quedé maravillado.

Todos los volúmenes que ya me había casi resignado a creer que nunca los podría llegar a leer, estaban todos y cada uno simplemente en mi memoria.

Jane Austen, A abadia de Northanger; José Saramago, Ensaio sobre a cegueira; Virgínia Woolf, O vestido novo; Lya Luft, A casa imaginária; Machado de Assis, Crisálidas; Graciela Maturo, La razón ardiente; Miguel de Unamuno, Tres novelas ejemplares y un prólogo; Jorge Luis Borges, Obras Completas; Norah Lange, Cuadernos de infancia; Julio Cortázar, Las armas secretas; Balzac, La comedia humana; Elvira Vigna, Por escrito; Adélia Prado, Poesía reunida, entre otros.

Para comprobarlo, comenté todos y cada uno de los libros leídos según este sistema extraordinario, y las críticas y comentarios que publiqué fueron apreciadísmos por diversas autoridades literarias.

Escribiendo hago mi lugar

Escribiendo hago mi lugar. Esto lo he dicho ya varias veces, con distintos sentidos. Siguen apareciendo nuevas significaciones. Un lugar es donde se puede vivir. Yo voy a la farmacia y veo gente. Algunas personas me llaman la atención. La mirada de una funcionaria nueva. El tono de su voz, acogedor. Algunos funcionarios más antiguos.

Una familiaridad se ha ido construyendo a partir de la observación, la vivencia y el registro de lo vivido. Los recuerdos me traen de vuelta momentos anteriores en que estuve en este lugar. Así me siento bien. Una farmacia son otras farmacias. Son todas las farmacias. Los lugares dejan de ser extraños y externos y se transforman en internos y propios.

Así las vivencias van siendo compactadas en un vivir concentrado, focalizado y fuerte. Intenso. Varios lugares del barrio han adquirido este sentido de familiaridad. La panadería. La verdulería. La farmacia de la otra esquina, en frente del gimnasio. El área peatonal que está en frente al busto de Tamandaré.

Este relato junta incontables relatos anteriores. Lo que ahora cuento de esta jornada por la farmacia junta incontables otras caminatas por distintas ciudades y barrios. Es impresionante el trabajo de la memoria y la atención. Recuerdo el barrio de Belgrano, en Buenos Aires. El lago del Parque San Martín, en Mendoza.

Bien dice el artista que el arte existe porque la vida no basta. Ferreira Goulart. Si yo no hubiera emprendido esta tarea de ir recogiendo mi vida en escritos de distinto tipo, es posible que mi vida no hubiera alcanzado el estado de consistencia y plenitud en que me encuentro. Creo que fue fundamental para mi salud haber dejado el ámbito académico.

La ciencia que se practicaba predominantemente allí era bastante diversa y opuesta a mi modo de ser, de ver el mundo y de vivir. Creo que es una ciencia separada de la vida. Al contrario, el arte junta, cada vez más reúne, congrega, agrega. La vida es una. Yo soy uno, aunque esta unidad sea una unidad de lo diverso.

Traer la persona de vuelta es parte de un esfuerzo desalienante caracteriza la sobrevivencia en la sociedad capitalista. Sólo se vive una vez. Estas anotaciones que ahora dejo en la hoja tratan de recuperar algunas lucecitas que vienen apareciendo en mi vivir.

Cuando hablo de arte me refiero no sólo a la actividad artística en sus varias modalidades, sino también y sobre todo al vivir en comunidad. El reconocerse en colectivos en movimiento. Esto es lo que más libera. Se dejan prisiones conceptuales y perceptivas, fijaciones, prejuicios, estereotipos.

Permanencia

La vida no fue extinguida. La vida continúa. Han cambiado las rutinas y comportamientos. Los ejes, focos y sentidos esenciales siguen siendo válidos.

Hay que tener más cuidado para no contaminarse. Mantener la distancia. Evitar aglomeraciones. Pero el existir como tal, sigue sucedendo bajo las mismas leyes.

Un día la persona muere. Su cuerpo físico. Siguen las memorias. Así ha sido y así sigue siendo. Seguimos yendo a la panadería y a la verdulería, al supermercado o al mercadito.

Seguimos encontrando gente en las calles. Menos gente, es cierto. En medio de esta situación modificada, sigo caminando. Sigo yendo adonde puedo. Sigo buscando gente querida por los medios electrónicos.

El mar sigue allí, ondulando, bello y verde bajo el cielo. Las palmeras y los pájaros, los barrancos al borde de la playa. Todo sigue y yo y las demás personas seguimos yendo y viniendo. Yo no puedo permitirme dejar de vivir este momento.

Es tan intenso cuanto cualquier otro. No puedo permitirme cancelar la vida hasta que pase la pandemia. Sigo cultivando mis afectos y mis sueños.

Cada minuto es más precioso que antes, porque talvez sea más precario. O tan precario como siempre. La vida es precaria. Inestable. Imprevisible.

En medio de esta situación que nadie podría haber imaginado, la vida se renueva con una intensidad inusitada. Se abre espacio para un existir más pleno. Menos tonterías. Menos expectativas. Menos exigencias. Más fluidez.

Lo que alguien pueda decir o pensar a mi respecto no me dice respecto

Lo que alguien pueda decir o pensar a mi respecto no me dice respecto. Es lo que esa persona piensa de mí o cree pensar sobre mí. Sin embargo, lo que alguien diga o piense sobre mí es importante porque solamente sé algo de mí con certeza si escucho lo que dicen o piensan sobre mí.

¿Cómo convivir con esta paradoja? Prestando atención. Usando el discernimiento. Tratando de no pegarnos demasiado a lo que escuchamos, ya que puede ser que sea correcto o no. Dejando un espacio de observación. Un intervalo. Una posibilidad. Puede ser o no ser. La vida es mucho eso. Puede ser que sea o no.

Elogian mis escritos y poemas. Puedo creer que le ayudo a la gente con lo que escribo. Yo creo que esto es así, pero no puedo dejar de darme cuenta de que este es un juego de reflejos. Alguien se ve en lo que escribo, del mismo modo como yo me veo en escritos y poemas que otras personas escribieron.

Algunos poemas y escritos parecen contenerme o reflejarme por entero. Esto es así y al mismo tiempo no lo es. Todo participa de esa misma condición de ser y no ser al mismo tiempo.

Identidad

La necesidad de tener un lugar para mí. Un lugar a salvo de miradas indiscretas. No por tener algo que no deba o pueda ser conocido de tan terrible que pueda llegar a ser, sino más vale por un motivo muy simple. No todo debe ser público. Tenemos los humanos un lugar que debe ser solamente nuestro. Intimidad. Privacidad. Un diario íntimo. Un cuaderno de anotaciones, donde nos podamos expresar libremente.
Un lugar donde pueda yo respirar sin ser juzgado,  interpretado, aconsejado. Tengo la impresión de que ese lugar es precario, si es que vivimos en relación. He aprendido (o estoy aprendiendo) a hablar de mí mismo sin necesidad de revelar secretos. Decir de qué se trata, qué es lo que me está sacando el sueño o cuál es la piedra en el zapato, sin que deba hacer un escándalo, dramatizar, acusar, patear la mesa o dar un portazo.
No sé si esto me está llegando como consecuencia de los años, o como resultado de una mayor convivencia social virtual en la que se puede decir mucho casi sin decir nada. Puedo estar solo sin necesidad de estar solo. Basta estar conmigo. Muchas veces digo más cuando no digo nada, cuando solamente estoy en mí mismo de manera tal que todo mi ser está plenamente allí. Viendo, sintiendo, percibiendo, diciendo con un mero estar allí tan pleno que las palabras son casi o del todo prescindentes.
Creo que este aprendizaje deriva en no pequeña medida del hecho de que con relativa frecuencia me sumerjo en las páginas de libros poéticos y literarios. Ese es el mundo más real, donde la gente es lo que es, en toda su plena contradictoriedad y multiplicidad. Allí el cielo está aquí, no debe ser alcanzado porque ya es lo que uno es, es la circunstancia en que vivo, la gente con quien convivo, las corrientes subterráneas e impetuosidades que me constituyen o recorren. Tan lejos del mundo de las normas, los debe, los debería, los tendrías que, los tendría que ser no sé como. Si algo tengo es lo que soy, esta diversidad sutil y tenue, una filigrana si se quiere, cosida en el tejido fino de la vida.

Soy así

Trato de no pensar
En cosas mías que me hacen doler.
Sentirme abandonado sabiéndome amado.
Sin lugar teniéndolo
Siendo lo que soy
Agua que viene y va
Y que ya no sabe
O sabe muy bien
No querer ser diferente
Está bien así.
Buen o mal poema
También yo
Soy así.

Mis lágrimas no están en venta (Soy)

Mis lágrimas no están en venta
Sé de donde vienen y adonde van
En ellas encuentro fuerzas
Me alimento
Me sostengo
Encuentro un rumbo y una dirección
Llegué a creer que debería no llorar
Hombres no lloran, escuchaba
Lloro, sí, y mucho
¿Cómo no llorar?
¡Hay tanta injusticia y tanto abuso!
Las lágrimas me unen y me conectan
Me alivian del peso de una perfección inalcanzable
De mis fuentes de fuerza ninguna se iguala al agua
Los colores están ahicito
Imagen y color
Agua en movimiento
Sentimiento y comprensión
Soy

Yo

He venido integrándome en versos
Y lo sigo haciendo
Esta mañana de mayo
Cada vez más siendo lo que escribo
El que se hace escribiendo
Y se lee al escribir leyendo
Soy la casa donde estoy
La casa de campo
La persona que soy
La historia de ya tantos octubres
Un Rolando que rueda que rueda
Y de tanto dar vueltas como un trompo
Sigue en el mismo lugar
Cada vez más en el mismo lugar
Cada vez más aquí