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En amor

Rojo y amarillo

Paz y serenidad

Fuerza y placer

Centramiento y foco

Seguridad

Pensando en estas cosas, veo que el placer, la fuerza, la serenidad, la seguridad y la paz, vienen de una única fuente.

El intelectual o la intelectual disocian constantemente todo. Separan y oponen. Disecan y excluyen. Yo, al contrario, junto y reúno, coso y tejo, integro, constantemente.

Por eso es que cada vez más estoy bien. La unidad alcanzada me contiene y me guarda. Ella es preexistente. Es hacia allí que va todo. El sentido de la vida es amor.

La vida no tolera la disociación. Es unidad. Una. Cuando prestamos atención, podemos saber sin duda (o con poco margen de duda) si estamos por entero en una acción.

La historia, la música, la literatura, la vida cotidiana, la poesía, son otros tantos medios para recomponer la unidad del todo.

El todo no suprime sino integra las partes. La ignorancia ampliamente extendida en nuestros días, se apoya en la negación de la filosofia, que a su vez nos muestra la génesis de las cosas.

Al tomarse como dado algo que no lo es, se invierte la realidad y se pervierte el sentido del vivir. No hay necesidad de que personas sufran, pasen hambre, se enfermen y mueran.

Esto es perfectamente evitable. Desde por lo menos los años 1960, las Naciones Unidas han mostrado que hay alimentos para todas las personas.

Al esconder y negar el conocimiento, se destruye la humanidad de la gente. Se la condena a vivir y morir sin sentido. ¡Esto no puede ser!

La idiotización, la bestialización, la pura y simple degradación que se quiere naturalizar, no tiene nada de natural. Es decisión de los poderes de este mundo. Esto debe cambiar.

El desarrollo pleno de la persona en toda la multiplicidad y diversidad de sus dimensiones, debe ser garantizado por una educación libertadora, cuyos fundamentos y práctica se encuentran, entre otras fuentes, en la pedagogia de Paulo Freire.

La obra de Karl Marx ha puesto en evidencia los efectos nocivos de una sociedad basada en la acumulación de riquezas y en la propiedad privada, que destituyen a la persona de su dignidad, tornándola apenas medio. Algo que se usa y se desprecia.

Es imprescindible un cambio de dirección. El Papa Francisco viene insistiendo en esta necesidad. ¡No tenemos tiempo que perder!

La sociología de Max Weber y Emile Durkheim señalan con claridad el carácter imprescindible del sentido y la solidaridad como bases de la sociedad.

Es imperioso que la educación, la familia y la sociedad como un todo, se vuelquen en esa dirección.

Brasil viene dando pasos firmes en ese sentido. Dejar la política de muerte y engaños practicada durante estos últimos diez años.

Reorientar la vida hacia el amor. Su fuente, origen y sentido.

Ilustración: “El tejido del universo.”