Alckmin, desembargador Sartori e Naji Nahas devem ser presos por crimes no Pinheirinho, afirma procurador

Do Jornal Brasil Atual

O procurador do Estado de São Paulo Marcio Sotelo Felippe afirma que o governador Geraldo Alckmin, o presidente do Tribunal de Justiça, desembargador Ivan Sartori, e Naji Nahas devem ser presos pelos crimes cometidos contra a humanidade no Pinheirinho, em São José dos Campos, interior de São Paulo.

O jurista, que já ocupou o cargo de procurador geral do Estado na gestão do governador Mário Covas, considera que o Tribunal Penal Internacional tem de expedir mandado de prisão contra os três.

Ele analisou a documentação sobre o processo de falência da empresa Selecta do megaespeculador Naji Nahas e descobriu que toda a ação para expulsar milhares de pessoas no dia 22 de janeiro do Pinheirinho, quando a Tropa de Choque da PM invadiu a área, serviu única e exclusivamente para beneficiar o megaespeculador.

Entrevista à repórter Marilu Cabañas, ouça aqui.

Aproximaciones al tema del sujeto en poesía

El tema del sujeto en poesía ha sido tratado por los poetas mismos, y también lo es desde la Teoría Literaria, la Psicología y la Filosofía. En estas breves consideraciones trataré de rodear el tema tomando en cuenta la fenomenología del Dásein y la concepción heideggeriana del lenguaje. Mi propósito es rescatar la permanencia del sujeto personal en las experiencias de deconstitución del mismo.

1.- El sujeto, conquista de la Modernidad.

Ante todo diremos algunas palabras sobre el sujeto mismo, pues entiendo que la expresión poética forma parte del proceso de constitución del sujeto; más aún, lo aclara y lo conduce a su auto-realización.

René Descartes (1596-1650), considerado el iniciador de la filosofía de la Modernidad, objetivó al sujeto como sustancia espiritual. Para el filósofo, que estableció las categorías de res extensa y res cogitans , el hombre es concebible como una cosa pensante. (No falta quienes observen que esta generalización es injusta, y que Descartes escribió un texto sobre “las pasiones” que puede ser considerado una Séptima Meditación). Más adelante Gottfried Leibniz (1646-1716) planteó el tema de las mónadas (monás, palabra que en la Grecia antigua designaba la unidad) para designar unidades subjetivas individuales, cerradas e indivisas. Los conceptos de subjetividad y mónada vinieron a sustituir lo que para los antiguos era designado como alma, ánima, relacionado con anemós, viento. También fue utilizado el concepto de persona, que en la Antigüedad correspondía a Máscara. Ese concepto fue desplegado por el personalismo cristiano, y retomado de otro modo por la Fenomenología.

Edmund Husserl ( 1859-1938) modifica la noción cartesiana de sujeto racional reemplazándola por la de conciencia noética o intuitiva. Desarrolla una verdadera egología , una teleología de la plenificación del hombre que culmina en la autoconciencia. El sujeto personal, en su concepción, se va constituyendo a través de distintas experiencias de auto-reconocimiento y auto-afección, pasando de la subjetividad a la intersubjetividad, que también es afirmada como constituyente. Las elecciones éticas, la responsabilidad, estarían en la cima de esa conformación de la persona. (Jean- Luc Marion sostiene, sin embargo, que Husserl ya pensó desde sus primeras obras en una base irracional para ese concepto racional del sujeto). Suele señalarse que Husserl no constituye ontológicamente al sujeto trascendental sino que lo considera como centro de un conocimiento que conduce a la autoformación.

Edith Stein, discípula de Husserl, tiende un puente entre la monadología de Husserl y la mística cristiana. El hombre se revela como un ser a la vez finito e ilimitado, perecedero y eterno, abierto al conocimiento de lo dado en el mundo y también a lo infinito desconocido. El sujeto existencial se proyecta desde su ser encarnado a la experiencia del mundo, pero alcanza también, en ocasiones, la experiencia de lo incondicionado , a partir del reconocimiento de esa dimensión constitutiva en su propia interioridad.

La filosofía post-moderna cuestiona la noción de sujeto personal, en unos casos por aceptación de la otredad del Ser, en otros por la anonadación que genera el imperio de la técnica y la uniformización niveladora que de ella emana.(Roberto Esposito, 2000).

2.- Referencia a la concepción de Martin Heidegger sobre el Ser y el Lenguaje.

Martin Heidegger (1889-1976), aborda de manera singular el tema del sujeto al replantear la Filosofía como un pensamiento sobre el Ser, considerando al hombre como un Dásein, un ser-ahí , arrojado en el tiempo. Heidegger ha considerado a la época moderna como el tiempo del olvido del Ser. Ser y Tiempo (1927), una de esas obras que revierten el mapa del pensamiento filosófico; reformula dos grandes temas: la subjetividad y el lenguaje. Heidegger parte del yo-sujeto pero produce de hecho un “descentramiento” con relación a la metafísica clásica y moderna. La acusa de “cosificar” al Ser y a los entes, pensando como causa a un ente superior: Dios, la materia, etc. Esa entificación del Ser se traduce en la Modernidad en la creación de un mundo “objetivo” que abarca al sujeto-yo del conocimiento. Para Heidegger se da una diferencia ontológica entre Ser y ente, pero el hombre es el único entre los entes que tiene acceso al Ser; él es “pastor del Ser”. Por otra parte, niega la esencia como algo sustancial, independiente de la existencia, aceptando que es a través de la existencia como se va desplegando la esencia del Dásein. El hombre requiere estar en el mundo de los entes para significarse, su esencia no es inamovible. Ese ser que se despliega no puede ser encarnado por ningún sujeto-yo.

Ser y Dásein se co-implican. El hombre es aquel ente donde el Ser acontece, pero no de una manera absoluta sino siempre en una situación finita, por la particular historicidad del ente. Este análisis del Dásein descubre la contingencia de su ex -sistir.
Además, al hombre le es dado el lenguaje, como ámbito que relaciona la vida cotidiana con lo sagrado. Alétheia – ‘des-ocultamiento’ – es una de las formas del estar-en-el-mundo. Al constituirse la existencia mediante la comprensión de sí, puede alcanzarse la comprensión del Ser mediante el lenguaje. El habla es también un existenciario , un elemento constitutivo del Dásein, no meramente un instrumento. . Se es humano por el habla.

La filosofía, en los últimos tiempos, ha venido considerando cada vez más la importancia del lenguaje como el elemento fundamental en el desarrollo del hombre, aquel que, identificándose con el pensamiento, lo hace conocerse a sí mismo, al mundo y al Ser. Esta consideración del lenguaje ha conducido a Martin Heidegger a una especial revaloración del lenguaje poético.

La filosofía de Heidegger tiene la característica de ser un camino de retorno al origen, que por ser tal privilegia la palabra del poeta. Se vuelve hacia Heráclito y Empédocles, , y con ellos a Homero y a Píndaro, también a Trakl, Stefan George, Mörike, Silesius y Paul Celan , pero a partir de 1935 el “poeta de la poesía” es para él Friedrich Hölderlin. A partir de él elabora la teoría del poeta como heraldo del Ser e instaurador del lenguaje originario. (Hugo Mujica, 1987)
Al considerar el Lenguaje y la Poesía, Heidegger abre una dimensión ontológica – que conocimos también en la obra de Julius Stenzel (Stenzel, 1935). Heidegger afirma que el Ser acontece en el lenguaje, es decir es Lenguaje que habla y se revela en la palabra poética como palabra originaria y plena. El Lenguaje habla por sí mismo.

Vale decir que el poeta, más que hablar por el lenguaje, deja hablar al lenguaje.

3.- La experiencia poética de Lo abierto y el borramiento del sujeto personal.

Toda gran poesía supera la dimensión de lo inmediato y temporal para remontarse a un plano que Rainer María Rilke denomina Lo abierto (das Offene). La expresión rilkeana ha sido tematizada por Heidegger, como ámbito ineludible de la palabra poética, esa palabra que se distingue netamente del lenguaje de la cotidianidad (la mera habladuría) o de los lenguajes puramente racionales.

Cerezo Galán apunta una diferencia entre la concepción de lo abierto en Rilke y en Heidegger. “En el poeta, lo abierto vale como la totalidad de lo presente, como el espacio ilimitado de las funciones entitativas y del libre ejercicio de la entidad. Para Heidegger das Offene significa el horizonte trascendental, abierto por el Ser como posibilitación del desvelamiento de todo ente.”(Cerezo Galán, 1963).

La idea de lo abierto se conecta con el advenimiento del Ser, esa noción de lo Ereignis que es traducido como Acontecimiento . El acontecimiento instaura la coapropiación del hombre y el Ser. “Poeta es aquel vidente que percibe a través de las presencias la ausencia que las sostiene y las revela: la ausencia de la cual toda presencia es testimonio”. La mirada poética ábrela realidad del mundo.

Sin que las fronteras puedan ser discernidas de un modo claro y preciso, dos son los hablantes que se expresan en el lenguaje: el yo personal, (que en la poesía , aún cuando se presenta configurado míticamente, transparenta al yo empírico) y el Ser que acontece en la palabra. Octavio Paz, gran lector de Heidegger, dice – como lo han dicho otros poetas de distintas épocas – que el poeta no es el dueño del Lenguaje.

Quién habla por boca del poeta. La noción de Verbo-que-acontece permite reactualizar la noción de profetés. Pro-femí, hablar por boca de otro, en lugar del otro. Es el Lenguaje , el Verbo, el que habla por su boca. Lo percibieron los románticos, como Víctor Hugo, cuando se refiere a la bouche d’ ombre, y lo lleva a su extremo Mallarmé, cuando se refiere al vacío que viene a ocupar el lugar del yo-sujeto. Por su parte Nerval admitió je c ‘ est un autre y Rimbaud lo reafirma.

Es innegable que en ciertos momentos del lenguaje poético se produce la negación temporaria del yo. Estamos en un terreno común a la Poesía y a la Mística.

Oscar del Barco, en su espléndida lectura de la poesía de Juan L. Ortiz, hace notar este descentramiento del sujeto personal, y señala que la poesía no es otra cosa que la consumación del sacrificio del sujeto que habla, en la conquista del absoluto poético. (Del Barco, 1996). Ubica al poeta entrerriano en la línea de Stéphane Mallarmé, que es invadido por la Nada como modo de manifestación de lo Absoluto.

Sin embargo, esa no es la única vía del poeta, del místico. Son en verdad dos caminos diferentes; uno es la vía apofántica de ciertas escuelas orientales, seguida por Meister Eckhart, que prescinde de la imagen y pone el acento en el silencio, que Mallarmé representa en el blanco de la página. Según René Schürman y John D. Caputo ( 1995) el pensamiento del último Heidegger se inclinaría hacia esa mística del abandono. El otro, más propio de la latinidad, y del Catolicismo frete a la Reforma, avanza hacia lo Absoluto a través de las imágenes del mundo. Es la vía seguida por Dionisio Areopagita, Plotino, San Isidoro de Sevilla, también por los poetas San Juan de la Cruz y Marechal.

Estimo que el poetizar de Juan L. Ortiz pertenece a esa vía, que valoriza la imagen como relación hombre-mundo.
Pero lo que aquí nos interesa es el tema del sujeto. No pensamos que el sujeto personal haya quedado abolido en esa épica sagrada, la guerra santa de que hablaba René Daumal. Por el contrario, es el sujeto personal, dotado de una memoria propia y una determinada capacidad valorativa, el que da cuenta del advenimiento del Ser en su palabra.

4.- La permanencia del sujeto personal y axiológico.

Entiendo que hay muchos motivos para pensar que el sujeto personal – aunque debilitado y cuestionado – nunca es abolido totalmente en la experiencia límite. El éxtasis, percibido como anticipación de la muerte del yo personal, cierra las posibilidades del Dásein. Se alcanza a comprender, a partir de esta experiencia, el estado de “caída” de la existencia contingente e inauténtica, pero al mismo tiempo, se experimente la posibilidad total de la existencia auténtica.

Es a mi ver el sujeto racional y axiológico constituido el que permite apreciar y asimilar el encuentro del sujeto-yo con un Otro, o su transformación en Otro; su tarea es visualizarlo, interpretarlo, situarlo en la historia personal como un momento de la existencia auténtica. El centro ya no se halla en el sujeto cartesiano, tampoco en la conciencia pura de Husserl sino en un especial entrecruzamiento del hombre con el Ser, que es propio del poetizar, y de la vida mística. Hay un sujeto que ejerce la precomprensión, y una verdad que se desoculta, desborda hacia el sujeto que habla, o le habla como en enigmas. adviene en su palabra (Marechal, 1965). Se da el encuentro del Ser-que-acontece-en-el-lenguaje y el sujeto que escucha y mira, capaz de comprender e interpretar desde su finitud histórica, a través de la articulación significativa de la palabra.
En suma, sabiendo que apenas nos hemos aproximado a tan rica y difícil problemática, me inclino a sostener que el diálogo del poetizar como pensar el Ser, entregarse amorosamente a la mediación de la imagen, y hacer lugar a su acontecer en la palabra, con la lúcida reflexión del poeta, es una dialógica interna al lenguaje, y va más allá de la conciencia subjetiva. En el seno mismo de la palabra poética se da el paso de un sujeto a otro, de un discurso a otro, sin fronteras claramente delimitadas: el Ser que se revela en la palabra, y el yo personal que lo acoge, lo apropia y lo evalúa. Ambos se hacen perceptibles, ante todo al autor – que es en definitiva quien hace suyo el texto, y lo firma – luego al lector, que en alguna medida revive el combate sagrado del poema.

Referencias

Martin Heidegger: Ser y tiempo, trad. Gaos, México, 1951; El origen de la obra de arte.trad. de Francico Soler Grima, Cuadernos Hispanoamericanos (25,26, 27); ….. Carta sobre el Humanismo. Traducción de Alberto Wagner de Reyna; ……. Qué significa pensar. Trotta, Madrid; . En camino hacia el lenguaje, trad. de Dina Picotti; Hebel, el amigo de la casa, trad. Arturo García Astrada; Die Kehre, trad. Ponce Ruiz, Alción editora, Córdoba (Arg). Fenomenología y Teología, trad. de César Miní y Claudia Zavala, en M.H. Obras completas, Pontificia Universidad Católica de Perú.
Pedro Cerezo Galán: Arte, verdad y ser en Heidegger. Fundación Universitaria Española, Madrid, 1963.

Hans-Georg Gadamer:¿Quién soy yo y quién eres tú? Comentario a Cristal de Aliento de Paul Celan, trad. Adán Kovacsic, Herder, Barcelona, 1999.

Oscar del Barco: Juan L. Ortiz. Poesía y Ética. Alción, Córdoba (Arg.),1996.

Leopoldo Marechal: Descenso y ascenso del alma por la Belleza. Citerea, Buenos Aires, 1965.

Hugo Mujica: Origen y destino. De la memoria del poeta presocrático a la esperanza del poeta en la obra de Heidegger. Lohlé, Buenos Aires, 1987. La palabra inicial, Trotta, Madrid, 1995.

Roberto Esposito: Reiner Schürmann –John D. Caputo (1974-1975): Heidegger y la mística. Traducciones de Carolina Scotto y Sergio Sánchez, Ediciones Librería Paideia, Córdoba (Arg.) 1995.

O cinema argentino contemporâneo: notas sobre Medianeras

Aos argentinos-hermanos, Rolando Lazarte, Sergio Hugo Menna e Gonzalo Rojas.

Podemos afirmar com segurança: o cinema argentino é o melhor cinema de ficção da América Latina pelo menos, nos últimos 20 anos. Um cinema simples, antenado com questões profundas da cultura contemporânea argentina e fiel a uma “poética autoral”. Basta citar os nomes de Carlos Sorín, Lucrécia Martel, Juan José Campanella, Eliseu Zubiela, Adrian Caetano, sem esquecer de Pino Solanas e Fernando Birri. Essa nova geração (geração pós-anos 90 do século passado) inovou radicalmente o cinema de seu País com roteiros originais, adaptações literárias, narrativas bem construídas e atores e atrizes bem preparados. Merece ainda destaque, a presença de atores amadores, principalmente utilizados por Sorín em películas como: “Histórias mínimas” e “O cachorro”. Filmes que tiram histórias simples de onde jamais se esperava sair alguma coisa, sendo direto: histórias do povo de baixo e de longo sofrimento.

Este novo cinema portenho coloca em cena uma diversidade de figuras: cuidadores de cachorros, velhos solitários, desempregados, estudantes sem rumo, prostitutas que lê Benedetti, aposentados frustrados com planos de governo, trombadinhas, gente de periferia em Buenos Aires, ou seja, um cinema que não embarcou num “vanguardismo vazio e estéril” ou numa reprodução do modelo televisivo e apostou na retomada de uma cinema que tem o que contar a partir de personagens encontrados nas ruas, que vivem e sofrem num cotidiano como qualquer ser humano “normal”. Os novos diretores argentinos perceberam que não precisam inventar demais, como nas palavras de Paulinho da Viola: “As coisas estão no mundo, só que eu preciso aprender”. Os Hermanos aprenderam e bem. Películas como: Pizza, Birra, Faso; A Janela; O segredo dos seus olhos; Clube da lua, O filho da noiva, Pântano, Memória do saque; Abutres; Um conto chinês e outros tantos mais que não me chegam a memória, são exemplos de um cinema vigoroso, criativo e marcadamente sensível sem cair em melodramas tolos ao modo de alguns filmes brasileiros e norte americanos aos montes.

Podemos ainda citar uma pequena tradição crítica que tem percebido desde o início essa trajetória, bastando citar aqui o livro-coletânea organizado por Viviana Rangil, intitulada: El cine argentino hoy: entre el arte y la politica. Nesta obra temos uma pequena mostra de que tipo de cinema estamos falando e festejando criticamente. Por este novo cinema, vemos e entendemos as transformações políticas e econômicas pelas quais passou a Argentina e seu povo. Crise politica violenta com as consequências devastadoras do Neoliberalismo, empobrecimento acelerado do povo, lutas nas ruas, greves, proletarização das classes médias e uma concentração de rendas e novos ricos exibidos (sendo bem sincero, nada muito diferente do Brasil. Exceto no cinema). Em síntese: um cinema que acompanhou o seu País nos seus mais significativos momentos dos últimos 30 anos, para falar o mínimo. O “segredo” deste cinema pode ser desvalado nas palavras precisas de Viviana Rangil em um dos artigos do citado livro: “Pareciera que al describir o hablar del cine nacional, necessariamente hay que hablar de uma producción definida em contra del modelo hollywoodense no sólo em términos de producción sino también em lo que se refiere a distribución y recepción” (p.11).

Uma coisa nos fica bem claro nas palavras da estudiosa do novo cinema argentino: estamos diante de uma arte que não procurou copiar ou imitar a “arte do colonizador”, mas procurou a partir de suas condições de produção e da sua realidade fazer a “sua arte”, ou seja, o seu cinema. Procurou não cair num “cosmopolitismo de cócoras” (palavras do sociólogo Chico de Oliveira) em termos de cinema e demarcou sua maneira de fazer a arte cinematográfica.

Destaco neste breve espaço mais uma perola deste novo cinema argentino: Medianeras: Buenos Aires na era do amor virtual. Película dirigida por Gustavo Taretto, que baseou o longa num curta de mesmo nome e do próprio diretor. Significa dizer que o longa tem origem num curta-metragem que demonstrava ter fôlego e provou. Num resumo rápido da trama: Marina, Martin e a cidade de Buenos Aires nos dias atuais. Os dois vivem na mesma cidade, na mesma quadra, em apartamentos um em frente do outro, mas nunca conseguem se encontrar. Ela, arquiteta de formação e vitrinista de profissão. Ele webdesigner vidrado por computador e internet. Ambos absolutamente solitários numa metrópole que não perdoa solitários. Ela sobe as escadas, ele desce as escadas; ela entra no ônibus, ele desce do ônibus… A cidade que os coloca juntos é a mesma que os separa. Mas isso é apenas um resumo superficial e com pouca importância diante da construção detalhada do cotidiano dos personagens e de como chegaram cada um a sua solidão insuportável.

O filme inicia de bate pronto com Martin descrevendo arquitetonicamente a cidade de Buenos Aires e de como se modernizou para separar, isolar e tornar as pessoas solitárias numa multidão de viventes, além da descrição de como foi friamente abandonado pela namorada que se mandou para os Estados Unidos depois de uma das crises neoliberais da Argentina, deixando para ele uma cachorrinha de companhia. Maravilhosamente dura e trágica é a descrição de Mariana no que diz respeito a sua relação. Afirma categoricamente que viveu uma relação de quatro anos com uma pessoa que tornou-se um estranho para ela, chegando a contar horas, dias e meses que perfazem os exatos quatro anos. Quem não viveu um dia esta situação de ter aquele ou aquela que pensávamos amar como um estranho, depois de anos de convivência sofrida de ser uma espécie de clandestino na vida desta pessoa? Um aprendizado “pela pedra” viveu Mariana e aprendeu, superando-o. O filme vai dosando as falas dos personagens e algumas pequenas experiências frustradas ou desastradas que aparecem para ambos.

Destaco aqui uma cena em que a personagem de tanto fazer e arrumar manequins senta no colo de um, como se sugerisse uma relação sexual e depois afirma que só foi sexo e nada mais. Soberbo! Exemplo máximo do desespero da solidão. Paralelo a este cotidiano, vamos tendo uma “aula” da urbana Buenos Aires, com seus prédios grandiosos, sua arquitetura pós-moderna e suas contradições vividas no corpo dos personagens. Sem final feliz aos moldes melodramáticos Norte Americanos, o final é de um surpreendente encontro, mas sem rumo ao certo ou sem onde pode chegar aqueles solitários jovens. Por fim, mais um clássico (dentre tantos já clássicos) deste jovem e profícuo cinema argentino.

BIBLIOGRAFIA

RANGIL, Viviana (editora). El cine argentino de hoy: entre el arte y la política. Buenos Aires: Biblos editora, 2007.

O autor é professor na UFS.

Os "desaparecidos" do império

Foto: AFP/Reprodução do Página/12

Por Atilio A. Borón – cientista político argentino (Reproduzido do jornal argentino Página/12, edição de 14/01/2012)
Um artigo recente assinado por John Tirman, diretor do Centro de Estudos Internacionais do Instituto de Tecnologia de Massachusetts (MIT, sigla em inglês) e publicado no The Washington Post, alude a um aspecto pouco estudado das políticas de agressão do imperialismo: a indiferença da Casa Branca e da opinião pública em relação às vítimas das guerras desencadeadas pelos Estados Unidos. Como acadêmico “bem-pensante” ele se abstém de utilizar a categoria “imperialismo” como chave interpretativa da política exterior do seu país, mas sua análise revela claramente a necessidade de se apelar a esse conceito e à teoria que lhe dá sentido. Tirman expressa a preocupação que lhe suscita a incoerência em que incorreu Barack Obama – não esqueçamos, um Prêmio Nobel da Paz – quando em seu discurso pronunciado no Fort Bragg (14 de dezembro de 2011), para render homenagem aos soldados mortos no Iraque (uns 4.500, aproximadamente), não disse uma só palavra sobre as vítimas civis e militares iraquianas que morreram por causa da agressão norte-americana. O objetivo exclusivo dessa guerra, como a que ameaça iniciar contra o Irã, foi apoderar-se do petróleo iraquiano e estabelecer um controle territorial direto sobre essa estratégica zona no momento em que o abastecimento do produto deve ser feito confiando na eficácia dissuasiva das armas em lugar do que no século 18 se chamava “o doce comércio”.
Tirman recorda que as principais guerras que os Estados Unidos desencadearam desde o fim da Segunda Guerra Mundial – Coreia, Vietnam, Camboja, Laos, Iraque e Afeganistão – produziram, segundo suas próprias palavras, uma “colossal carnificina”. Uma estimativa que este autor qualifica como muito conservadora chega a um saldo pavoroso de pelo menos seis milhões de mortes causadas pela cruzada lançada por Washington para levar a liberdade e a democracia a esses infortunados países. Se se contassem operações militares de menor escala – como as invasões a Granada e Panamá, ou a intervenção apenas dissimulada da Casa Branca nas guerras civis da Nicarágua, El Salvador e Guatemala – a cifra se elevaria consideravelmente. Não obstante, e apesar das dimensões desta tragédia (às quais haveria que agregar os milhões de foragidos devido aos combates e à devastação sofrida pelos países agredidos), nem o governo nem a sociedade norte-americana têm demonstrado a menor curiosidade, preocupação, nem digamos compaixão!, para inteirar-se do ocorrido e fazer algo a respeito. Esses milhões de vítimas foram simplesmente apagados do registro oficial do governo e, pior ainda, da memória do povo norte-americano, mantido despudoradamente na ignorância ou submetido à deliberada tergiversação da informação. Como lugubremente reiterava o criminoso ditador argentino Jorge R. Videla, também para Barack Obama essas vítimas das guerras estadunidenses “não existem”, “desapareceram”, “não estão”.
Se o holocausto perpetrado por Adolf Hitler ao exterminar seis milhões de judeus fez com que seu regime fosse caracterizado como uma aberrante monstruosidade ou como uma estremecedora encarnação do mal, então que categoria teórica haveria de se usar para caracterizar os sucessivos governos dos Estados Unidos que semearam mortes em uma escala pelo menos igual, senão maior? Lamentavelmente nosso autor não se formula essa pergunta porque qualquer resposta poria em questão o crucial artigo de fé do credo norte-americano que assegura que os Estados Unidos são uma democracia. Mais ainda: que são a encarnação mais perfeita da “democracia” neste mundo. Observa com consternação, em troca, o desinteresse público pelo custo humano das guerras estadunidenses; indiferença reforçada pelo premeditado ocultamento que se faz daqueles mortos na volumosa produção de filmes, romances e documentários que têm por tema central a guerra; pelo silêncio da “imprensa independente” acerca desses massacres – recordar que, logo depois do Vietnam, a censura nas frentes de batalha é total e que não se pode mostrar vítimas civis e tampouco soldados norte-americanos feridos ou mortos; e porque as inúmeras pesquisas que diariamente se realizam nos Estados Unidos jamais perguntam sobre o tema.
Este pesado manto de silêncio se explica, segundo Tirman, pela persistência do que o historiador Richard Slotkin denominara o “mito da fronteira”, uma das constelações de sentido mais arraigada da cultura norte-americana, segundo a qual uma violência nobre e desinteressada – ou interessada só em produzir o bem – pode ser exercida sem culpa ou dores de consciência sobre os que se confrontam com o “destino manifesto” que Deus reservou para os norte-americanos e que, com piedosa gratidão, as notas de dólar recordam em cada uma de suas denominações. Somente “raças inferiores” ou “povos bárbaros” rechaçam os avanços da “civilização”. A violenta pilhagem sofrida pelos povos originários das Américas, tanto no Norte como no Sul, foi justificada por esse racista mito da fronteira e adocicada com infames mentiras. Na Argentina, a mentira foi denominar como “conquista do deserto” a ocupação territorial a sangue e fogo da terra, que não era precisamente um deserto, dos povos originários. No Chile, batizou-se como “a pacificação da Araucanía” a nada pacífica e sangrenta dominação do povo mapuche. No norte, o objeto da pilhagem e da conquista não foram as populações indígenas e sim uma fantasmagórica categoria, apenas um ponto cardeal: o Oeste. Em todos os casos, como anotara o historiador Osvaldo Bayer, a “barbárie” dos derrotados residia no seu… desconhecimento da propriedade privada!
Em suma: esta constelação de crenças – racista e classista até a medula – presidiu a fenomenal pilhagem de que foram vítimas os povos originários e liberou os pios cristãos que perpetraram o massacre de qualquer sentimento de culpa. Essa ideologia reaparece em nossos dias, claro que de forma transfigurada, para justificar o aniquilamento dos selvagens contemporâneos. Segue “oprimindo o cérebro dos vivos” e fomentando a indiferença popular ante os crimes do imperialismo. Com a incalculável contribuição da “indústria cultural” hoje a condição humana é negada aos palestinos, iraquianos, afegãos, árabes, afro-descendentes e aos povos que constituem 80% da população mundial.
Tirman conclui sua análise dizendo que esta indiferença ante os “danos colaterais” e os milhões de vítimas das aventuras militares do império afunda a credibilidade de Washington quando pretende erigir-se no campeão dos direitos humanos. Mas não é só a credibilidade de Washington que está em jogo. Mais grave ainda é o fato de que a apatia e o entorpecimento moral que invisibilizam a questão das vítimas garante a impunidade dos que perpetram crimes de lesa humanidade contra populações civis indefesas.
Não por casualidade os Estados Unidos têm guerreado incessantemente nos últimos 60 anos. Os preparativos para novas guerras estão à vista: começam com a satanização de líderes desafetos, apresentados ante a opinião pública como figuras despóticas, quase monstruosas; segue com intensas campanhas publicitárias de estigmatização de governos e povos desobedientes; em seguida vêm as condenações por supostas violações dos direitos humanos ou pela cumplicidade daqueles líderes e governos com o terrorismo internacional ou o narcotráfico, até que finalmente a CIA ou algum esquadrão especial das Forças Armadas se encarrega de fabricar um incidente que permita justificar perante a opinião pública mundial a intervenção dos Estados Unidos e seus compinchas para pôr fim a tanto mal. Nos tempos recentes isso se fez no Iraque e depois na Líbia. Na atualidade há dois países que atraem a maliciosa atenção do império: Irã e Venezuela, por pura casualidade donos de imensas reservas de petróleo.
Isto não significa que a funesta história do Iraque e da Líbia vá necessariamente se repetir, entre outras coisas porque, como observara Noam Chomsky, os Estados Unidos só atacam países débeis, quase indefesos, e isolados internacionalmente. Afortunadamente, nem Irã nem Venezuela se encontram nessa situação. De todo modo terão que estar alertas.
Tradução: Jadson Oliveira

David Harvey no Brasil

O geógrafo britânico David Harvey acaba de confirmar visita ao Brasil, a convite da Boitempo Editorial, para realizar as conferências de lançamento do livro O enigma do capital e as crises do capitalismo. Serão três dias de eventos em universidades de São Paulo e do Rio de Janeiro: na segunda-feira, dia 27/02, a Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP) recebe Harvey no Teatro TUCA; na terça-feira, dia 28/02, é a vez da Universidade de São Paulo (FAU-USP); e na quarta-feira, dia 29/02, o autor marxista se apresenta na Universidade Federal do Rio de Janeiro (IFCS-UFRJ).
Todos os eventos são gratuitos e sem necessidade de inscrição prévia.
Programação completa
27/02 | Segunda-feira | 19h30 – São Paulo (SP)
Teatro TUCA da Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP)
Rua Monte Alegre, 1024 – CEP 05014-001, Perdizes – Tel. (11) 3670-8458
Com a presença de Leda Paulani (FEA/USP) e João Ildebrando Bocchi (FEA, PUC-SP)
Realização: APROPUC, Núcleo de Estudo de História: Trabalho, Ideologia e Poder (NEHTIPO), Departamento de História da PUC-SP, Faculdade de Ciências Sociais da PUC-SP e Boitempo Editorial
Apoio: PUC-SP e Teatro TUCA
28/02 | Terça-feira | 18h30 – São Paulo (SP)
Auditório da Faculdade de Arquitetura e Urbanismo da USP (FAU/USP)
Rua do Lago, 876 – CEP 05508-900, Cidade Universitária – Tel. (11) 3091-4801
Com a presença de Ermínia Maricato (FAU/USP) e Mariana Fix (LabHab)
Realização: FAU/USP, Laboratório de Habitação e Assentamentos Humanos da FAU (LabHab), Pós-Graduação FAU/USP e Boitempo Editorial
29/02 | Quarta-feira | 18h – Rio de Janeiro (RJ)
Salão Nobre do Instituto de Filosofia e Ciências Sociais da UFRJ (IFCS/UFRJ)
Largo de São Francisco, 01 – 2º Andar – CEP 20051-070 – Centro
Com a presença de Marco Aurelio Santana (PPGSA-IFCS-UFRJ)
Realização: Programa de Pós-Graduação em Sociologia e Antropologia (PPGSA-IFCS/UFRJ), Instituto de Filosofia e Ciências Sociais (IFCS-UFRJ), Núcleo de Estudos Trabalho e Sociedade (NETS-IFCS/UFRJ) e Boitempo Editorial
Nos locais haverá venda dos livros da Boitempo com descontos especiais.
O enigma do capital e as crises do capitalismo>

Em seu novo livro, O enigma do capital e as crises do capitalismo, David Harvey, o geógrafo acadêmico mais citado do mundo, desnuda as razões para o fracasso da sociedade de “livre mercado”, jogando por terra o argumento de que a crise financeira mundial, que começou em 2008 e está longe de acabar, não tenha precedentes. “Tento restaurar algum entendimento sobre o que o fluxo do capital representa. Se conseguirmos alcançar uma compreensão melhor das perturbações e da destruição a que agora estamos todos expostos, poderemos começar a saber o que fazer”, afirma o autor. Para tanto, Harvey estuda as condições necessárias para a acumulação do capital e utiliza rigoroso arsenal teórico ao expor o papel fundamental que as crises têm na reprodução do capitalismo e os riscos sistêmicos de longo prazo que o capital representa para a vida no planeta.
Riscos sistêmicos estes, inerentes ao capitalismo de livre mercado, que os economistas não foram capazes de compreender quando a crise estourou e até hoje parecem não ter ideia do que são ou do que fazer com eles. Nem sempre, porém, houve essa cegueira generalizada entre os economistas. Segundo Harvey, nos primeiros anos do capitalismo, economistas políticos de todos os matizes se esforçaram para entender os fluxos do capital, mas nos últimos tempos se afastaram do exercício de compreensão crítica para construir modelos matemáticos sofisticados, investigar planilhas e analisar dados sem fim. Qualquer concepção do caráter sistêmico desses fluxos foi perdida sob um monte de papéis, relatórios e previsões.
Com uma capacidade analítica singular, Harvey dirige-se de forma didática e acessível ao leitor pouco familiarizado com o jargão econômico ou marxista, sem ser simplista. Por meio da construção detalhada de cada conceito, torna a leitura gradativamente mais complexa na medida em que uma maior articulação é necessária para explicar a dinâmica do fluxo do capital, seus caminhos sinuosos e sua estranha lógica de comportamento, tarefa fundamental para explicar as condições em que vivemos atualmente.
Sobre o autor
David Harvey é um dos marxistas mais influentes da atualidade, reconhecido internacionalmente por seu trabalho de vanguarda na análise geográfica das dinâmicas do capital. É professor de antropologia da pós-graduação da Universidade da Cidade de Nova York (The City University of New York – Cuny) na qual leciona desde 2001. Foi também professor de geografia nas universidades Johns Hopkins e Oxford. Seu livro Condição pós-moderna (Loyola, 1992) foi apontado pelo Independent como um dos 50 trabalhos mais importantes de não ficção publicados desde a Segunda Guerra Mundial. Seus livros mais recentes, além de O enigma do capital (Boitempo), são: A Companion to Marx’s Capital (Boitempo, no prelo) e O novo imperialismo (São Paulo, Loyola, 2004)
Ficha técnica
Título: O enigma do capital
Subtítulo: e as crises do capitalismo
Título original: The enigma of capital and the crises of capitalism
Autor: David Harvey
Tradutor:João Alexandre Peschanski
Páginas: 240
Ano de publicação: 2011
ISBN: 978-85-7559-184-0
Preço: R$ 39,00 | Preço ebook: R$ 28,00 (disponível aquiaqui)
Editora: Boitempo
(*) Divulgação da Boitempo Editorial.

‘Pimenta no cunho social dos outros é refresco’

Modo de encaje

 

 

 

 

 

 

 

Ese día, te habías levantado como quien viene de detrás de una lámina transparente. Y ¿quién dice que no sea eso el despertar, el llegar a este lado de la vida, desde el mundo de los sueños? En algún lugar del dia estaría su comienzo, y al llegar tú a la vigilia, como que de algún modo te vas predisponiendo a engancharte con ese comienzo del día. A veces te preguntas cuál sería la manera correcta de engancharte en el día, pero entonces recuerdas que en el camino se arreglan las cargas. Tal vez no sea del todo el refrán adecuado, pero de todas maneras, es así. Vas escribiendo, escuchando, pensando, haciendo o dejando de hacer, decidiendo, y de alguna manera en ese remolino del estar aquí de este lado, se va produciendo el encaje. No te preocupes por el modo, él va ocurriendo. Tú eres el modo, con esa tu forma de ser y de sentir, de estar en el mundo. Ese es el modo. El modo eres tú.

A los árboles, por Alejandro Drewes

 

 

 

 

 

 

 

En la lenta ceremonia pienso a veces
de la despedida: crepita un instante
sin otro después, un alto muro ciego
Uno busca su lugar en el mundo, y de pronto
el ocaso. En eso pienso, como el árbol debe
pensar en sus hojas.
Y el viento sopla después, y el silencio.

agosto 2007 – enero 2008

 

“Atender a demanda indígena é contrariar a política federal de incentivo ao agronegócio” – Entrevista com Eduardo Carlini ao IHU

“A morte de caciques e professores, lideranças Guarani-kaiowá, são a máxima expressão dos conflitos fundiários que envolvem a permanente luta por território e por sobrevivência dos indígenas e a ascensão dos latifúndios do agronegócio”, afirma o geógrafo. Fonte da notícia: IHU On-Line

Confira a entrevista.

“A omissão do Estado em relação à questão agrária e indígena no Brasil é algo que reforça a violência no campo brasileiro enquanto um problema estrutural, ao mesmo tempo em que fortalece a elite agrária e provoca a morte dos povos indígenas”. A afirmação é de Eduardo Luiz Damiani Goyos Carlini, geógrafo, que fez parte da Expedição Marcos Veron, que visitou, até o último dia 25 de janeiro, diversas aldeias do estado de Mato Grosso do Sul para registrar a situação de vida dos Guarani-kaiowá e as ameaças de morte às suas lideranças. O objetivo é elaborar um material que possa compor a luta dos Guarani-kaiowá pela demarcação de seu território e pela cessação imediata da violência a que estão submetidos cotidianamente. Na entrevista que concedeu por e-mail para a IHU On-Line, ele dá detalhes da experiência e é enfático quando questionado sobre as ameaças de morte às lideranças indígenas: “Não são apenas ameaças, mas assassinatos praticados rotineiramente”. E continua: “a ação dos fazendeiros se configura por homicídios bem planejados. Não mandam matar qualquer membro da comunidade, mas sim lideranças – sejam eles caciques ou professores. Tiram de circulação aquelas pessoas escolhidas pela própria comunidade por terem a capacidade de repassar os ensinamentos para o coletivo e inevitavelmente fortalecer a organização do movimento indígena. A perda dessas referências para a comunidade traz, em si, o medo como parte do cotidiano. E essa é uma estratégia utilizada pelo agronegócio para o extermínio desses povos. A população vive em constante incerteza sobre seu próximo amanhecer”. Por fim, conclui Eduardo, “precisamos também destacar que não só os indígenas em todo o Brasil recebem ameaças de morte por parte da elite agrária, mas também os camponeses que lutam pelo direito legítimo de acesso à terra de trabalho nos mais diversos cantos deste país”.

Carlini é membro da Associação dos Geógrafos Brasileiros – AGB-SP.
Confira a entrevista.

IHU On-Line – Como você avalia a Expedição Marcos Veron? Qual o saldo que fica?

Eduardo Carlini – A Expedição Marcos Veron é resultado de um acúmulo de discussões feitas pelo Tribunal Popular (1)que, nos últimos anos, tem cumprido um papel importante, denunciando crimes cometidos pelo Estado brasileiro ou em sua atuação direta, ou por sua omissão frente as mais diversas questões sociais. É sob esse pano de fundo que a Expedição foi pensada: elaborar um material que possa compor a luta dos Guarani-kaiowá pela demarcação de seu território e pela cessação imediata da violência a que estão submetidos cotidianamente.
O fato de este material ser resultado de uma experiência vivida por pessoas que atuam politicamente em diferentes áreas do conhecimento acrescenta, à denúncia, uma relevância democrática por estarmos buscando participação direta na transformação da sociedade na qual estamos inseridos. Sabemos que um dos mitos sobre o Estado democrático de direito é a ideia de que a democracia apenas se realiza nos momentos eleitorais, tornando difícil para parte dos brasileiros entenderem que seus cotidianos podem, e devem, ser obra, principalmente, deles mesmos.
Hoje, três semanas após o período em que estivemos em campo, nos encontramos ainda no início de um longo trabalho. Coletamos muito material, entre depoimentos e informações das mais diversas que estão em formato de fotos, filmagens, gravações de áudio e anotações. Isso tudo está em processo de sistematização. Importante frisar que nosso trabalho não termina apenas na publicação do material, mas também, e principalmente, no fortalecimento do debate com a sociedade.

IHU On-Line – O que caracteriza as ameaças de morte às lideranças Guarani-kaiowá? Elas partem de quem?

Eduardo Carlini – Não são apenas ameaças, mas assassinatos praticados rotineiramente. A morte de caciques e professores, lideranças Guarani-kaiowá, documentadas inclusive nos trabalhos do Conselho Indigenista Missionário – CIMI, são a máxima expressão dos conflitos fundiários que envolvem a permanente luta por território e por sobrevivência dos indígenas e a ascensão dos latifúndios do agronegócio.
A ação dos fazendeiros se configura por homicídios bem planejados. Não mandam matar qualquer membro da comunidade, mas sim lideranças – sejam eles caciques ou professores. Tiram de circulação aquelas pessoas escolhidas pela própria comunidade por terem a capacidade de repassar os ensinamentos para o coletivo e inevitavelmente fortalecer a organização do movimento indígena. A perda dessas referências para a comunidade traz, em si, o medo como parte do cotidiano. E essa é uma estratégia utilizada pelo agronegócio para o extermínio desses povos. A população vive em constante incerteza sobre seu próximo amanhecer.
Por fim, precisamos também destacar que não só os indígenas em todo o Brasil recebem ameaças de morte por parte da elite agrária, mas também os camponeses que lutam pelo direito legítimo de acesso à terra de trabalho nos mais diversos cantos deste país.

IHU On-Line – Quais são os principais entraves jurídicos e políticos envolvendo os Guarani-kaiowá?

Eduardo Carlini – Tomei a liberdade de convidar a advogada Irene Guimarães, que compõe a Expedição Marcos Veron, para me auxiliar nessa questão. De acordo com ela, a Constituição Federal de 1988 assegura aos indígenas de terem reconhecido o direito às terras originárias que tradicionalmente ocupam. Trata-se de um direito anterior e oponível a qualquer ocupação e reconhecimento, independentemente da época de concessão do título de propriedade. Assim, a demarcação não é um ato administrativo que constitui a terra indígena, mas é mero ato de reconhecimento, tendo natureza declaratória. E quando ocorre a demarcação paga-se apenas o valor das benfeitorias de boa-fé, porque o título de propriedade é considerado inexistente e nulo.

Contudo, os interesses econômicos em torno da terra no Mato Grosso do Sul e a ausência de uma atuação do Estado na efetiva demarcação das terras indígenas (cujo prazo estipulado pela Constituição de 1988 era de cinco anos), que se encontram dentro dessas áreas, geram diversos conflitos.

Além disso, com a Constituição de 1988, o processo demarcatório abre a possibilidade de contraditório, ou seja, de questionamento perante o Poder Judiciário (inciso XXXV art. 5º). Esta introdução gera diversos questionamentos por parte de alguns juristas que alegam que para poder recorrer é necessário que tenha ocorrido primeiro a conclusão da homologação. Não há como recorrer a qualquer dos momentos anteriores a ela devido à circunstância jurídica de a demarcação administrativa não ter sido aperfeiçoada completamente. O que ocorre é que isso é usado frequentemente como forma de impedir a finalização do processo de demarcação da terra indígena. Dessa forma, os conflitos tendem a se reproduzir por meio dos processos judiciais que se prolongam indefinidamente. E quem “paga” por isso são as comunidades indígenas, na medida em que se acentua o clima de insegurança jurídica e fática que os afeta.

Por exemplo, a Federação de Agricultura e Pecuária do Mato Grosso do Sul – Famasul interpôs agravo regimental que sustentava a incompetência do Supremo Tribunal Federal – STF para tratar da questão das demarcações dos Guarani-kaiowá no Estado, ainda que o STF já tivesse se manifestado pela continuidade do processo de demarcação, e solicitou que a Fundação nacional do Índio – Funai notificasse todos os ocupantes de imóveis rurais de 26 municípios do Mato Grosso do Sul, e o Tribunal Regional Federal da 3ª Região suspendeu as demarcações. Ainda, a Famasul defende que os conflitos seriam resolvidos por meio das terras pelo governo, a preço de mercado, terra nua e benfeitorias, ainda que a Constituição Federal diga o contrário.

Existe uma clara inoperância da Funai em dar andamento aos procedimentos necessários à demarcação, que leva ao aumento de conflitos entre os fazendeiros e os índios do Mato Grosso do Sul como um todo (tanto é que, segundo dados do relatório do CIMI, essa é a região onde os indígenas mais sofrem violência, assassinatos, etc., de todo o país).

Quando as ocupações são objeto de ação judicial de reintegração de posse, o Judiciário alega, muitas vezes, que a ausência de estudos e providências por parte da Funai para caracterizar a área como “terra tradicionalmente ocupada por índios”, faz com que prevaleça o direito de propriedade dos donos das terras ocupadas ou retomadas.

IHU On-Line – Que tipo de violência os Guarani sofrem da parte do agronegócio do Mato Grosso do Sul?

Eduardo Carlini – Há alguns anos o CIMI publica o Relatório de Violência contra os Povos Indígenas no Brasil. Trata-se de um instrumento de denúncia que revela esta gravíssima problemática que envolve a população indígena no Brasil e mais: nos dá a clareza do quão chocante é esta realidade em Mato Grosso do Sul.
A omissão do Estado em relação à questão agrária e indígena no Brasil é algo que reforça a violência no campo brasileiro enquanto um problema estrutural, ao mesmo tempo em que fortalece a elite agrária e provoca a morte dos povos indígenas.

Só para se ter uma ideia, sem aprofundarmo-nos muito na análise dos dados, na última publicação do CIMI, em 2011, podemos identificar que no ano de 2010 mais de 152 ameaças de morte foram registradas no país, sendo que 150 ocorreram em Mato Grosso do Sul. Do mesmo modo, dos 398 outros tipos de ameaças sofridas pelos indígenas no Brasil, 390 foram em Mato Grosso do Sul. Entre as tentativas de assassinato, das 22 registradas no país, 17 ocorreram nesse estado. Podemos também lembrar dos dados que dizem respeito aos assassinatos que ocorreram no referido ano: dos 60 que aconteceram em todo país, 34 foram confirmados em Mato Grosso do Sul. E assim poderia seguir com uma lista enorme que diz respeito à violência que os Guarani-kaiowá sofrem por parte do agronegócio, ressaltando, inclusive, os casos de intoxicação e morte pelo uso abusivo de agrotóxicos nos latifúndios de soja que cercam as aldeias e os acampamentos; ou mesmo as mortes provocadas por atropelamento dos indígenas que se encontram acampados nas beiras das estradas à espera da regularização de seu território; conjuntamente repetidos casos de violência e abuso sexual são registrados; e ainda casos de racismo e discriminação étnico-cultural.

IHU On-Line – O que significa a terra para um povo indígena e como entender como se sentem ao serem despejados de seu território?

Eduardo Carlini – Sobre essa questão, não podemos cometer um equívoco bastante comum: confundir terra com território. A terra é um bem que não é produto da força de trabalho do homem, ela é um bem natural. Já o território é uma construção social – produto concreto da luta de classes – independentemente de como é organizado, pensado e vivido.
O território Guarani-kaiowá, assim como o das populações indígenas de um modo geral, é um lugar livre e desprovido das relações capitalistas. Construído e reproduzido por outros diversos fins que não a obediência ao relógio e ao lucro. Os poucos dias em que convivemos com os Guarani-kaiowá durante a expedição são insuficientes para que tenhamos dimensão, com nossos olhos civilizados, do que significa estar e ser Guarani-kaiowá.
É preciso refletir e agir sobre essas questões para que não continuemos com este processo histórico de genocídios dos povos indígenas no Brasil.

E vejo que não há como fazer as pessoas que não estão em situação semelhante entender tamanha violência. Pensando sobre isso, vou recorrer às minhas aulas de geografia, onde procuro instigar a possibilidade dos educandos de imaginar como pode parecer ao serem despejados. Pergunto aos alunos se gostam quando suas mães, ao arrumarem seus quartos, retiram algo do lugar. Imediatamente as respostas identificadas já com a situação criada, são de repúdio à mãe, pois não encontram ou demoram para encontrar tal objeto. Na sequência, peço, então, para tentarem imaginar como se sentiriam se tirassem toda sua vida do lugar e a colocassem onde não a encontrariam. Muitas vezes, respondem com um silêncio que sufoca as palavras; dizem tudo sem falarem nada.

IHU On-Line – Qual é a ideia predominante na opinião pública em torno dos debates sobre as demarcações das terras indígenas?

Eduardo Carlini – Entendo que, antes de procurar saber a opinião pública sobre a questão indígena no Brasil, devemos refletir sobre os meios e a qualidade da formação da população brasileira sobre esse assunto. Um primeiro ponto passa por uma análise crítica de como a mídia tem trabalhado essa questão. E um segundo ponto é como esse debate vem sendo tratado nas escolas, ou se minimamente este assunto faz parte do cotidiano escolar. Sabemos que este trabalho está muito além de desenhar cocares e comemorar o dia do Índio.
Cabe destacar o desserviço deliberado feito pela grande mídia de massas sobre a questão indígena de uma maneira geral. Pouco ou quase nada se sabe sobre a luta indígena no Brasil. Muitas vezes, os meios de comunicação acabam por desinformar, distorcendo e omitindo as situações que ganham destaque. E é claro, a situação dos Guarani-kaiowá não se faz diferente. São raros os momentos em que não são divulgadas matérias criminalizando situações dos indígenas ou que façam uma real problematização da complexidade que envolve essa questão no Brasil.

Sobre a questão da formação escolar trago uma experiência vivida durante a Expedição. Trata-se de um relato de uma jovem Guarani-kaiowá (2) que estudou em uma escola não indígena. Em uma conversa informal perguntei sobre as aulas de geografia, se gostava da disciplina e de seu professor. De maneira muito tranquila, a jovem respondeu que sim, gostava de estudar geografia e que seu professor “era legal”. Por conta de sua resposta, associei o professor como um parceiro que, até então, me pareceu ter feito algum trabalho que ocasionou a identificação da jovem com o próprio, e perguntei: “Então, ele trabalha a questão indígena em sala de aula?”. E veio o susto: “Não, isso não é tratado na escola!” Mesmo reformulando a pergunta as respostas eram sempre no mesmo tom. É claro que essa pode ser a condição de má formação de um grupo de professores, mas também, por outro lado, nos revela a fragilidade desse assunto na região. A jovem, de maneira pontual, denunciou, talvez sem mesmo perceber, a gravidade que atinge, inclusive, os jovens não índios, também pela deliberada falta de informação.

IHU On-Line – Como você avalia a atuação da Funai e do governo federal em relação às populações indígenas e à questão agrária no Brasil?

Eduardo Carlini – Não é possível entender de forma isolada a atuação da Funai em relação ao governo federal. Não podemos esquecer que a Funai “é o órgão federal responsável pelo estabelecimento e execução da política indigenista brasileira em cumprimento ao que determina a Constituição Federal Brasileira de 1988” (3). Dessa forma, mesmo que a constituição de 1988 garanta aos índios o direito a suas terras, a realização desse processo será sempre refém ao entendimento de política indigenista que cada governo terá e, consequentemente, determinando a ordem de prioridade de cada caso.

Para que fique claro do que falamos aqui, vou relembrar um momento da Expedição. Nos primeiros dias, estivemos em uma situação bastante problemática. Visitamos a Aldeia Laranjeiras Nhanderú, cujo acesso passa pela lavoura de soja da fazenda de José Raul das Neves, pai do presidente do Partido dos Trabalhadores (PT) do município de Rio Brilhante (4). Durante nossa estada na aldeia, fomos alertados de que estávamos presos ali. O acesso à estrada tinha sido bloqueado pelo proprietário. Fizemos alguns contatos. A Polícia Federal, junto a Funai, interveio na situação, garantindo nossa saída. Durante nossa conversa com a encarregada da Funai, quando questionada sobre qual o papel do órgão, afirmou que “o papel da Funai é mediar conflito entre os fazendeiros e os indígenas” (5).

A Funai cumpre hoje o mesmo papel desempenhado pelo Serviço de Proteção ao Índio – SPI (6) na primeira metade do século passado. O SPI contribuiu fundamentalmente para o acirramento do conflito na região, com a criação das reservas indígenas. O papel dessas reservas foi o de confinamento das aldeias em áreas (7) de no máximo 3.500 ha, antes espalhadas sob uma vasta área que configurava o território Kaiowá. Dessa forma, abriu-se espaço para o projeto de colonização de Getúlio Vargas, “a marcha para o oeste”, com a criação da Colônia Agrícola Nacional de Dourados – CAND.

É interessante notar que aquilo que, num primeiro momento, pode nos parecer algo coerente, como no caso a criação das reservas, era na verdade a liberação da área, garantindo assim o loteamento da região, beneficiando as elites agrárias em detrimento da manutenção do modo de vida Guarani-kaiowá.

Hoje não é diferente; precisamos ter clareza. Ao se pronunciar, a encarregada da Funai não fez nada mais do que nos mostrar qual o interesse do governo sobre essa questão. Afinal, atender à demanda indígena é contrariar a política federal de incentivo ao agronegócio. Por isso que essa situação está sendo “mediada”, em vez de ser resolvida.

IHU On-Line – Deseja acrescentar mais algum comentário sobre o tema?

Eduardo Carlini – Sabemos, por experiência, que mesmo após a demarcação de suas terras, o problema para os indígenas está longe de ser resolvido. A violência ocorrida após a demarcação das terras da Raposa Serra do Sol deixou claro que a luta pela terra transforma-se na luta pela permanência na terra. Outra questão sobre a qual não podemos deixar de refletir é o momento em que a justiça se faz cega. Os crimes, quando julgados, são entendidos como crimes comuns. A real situação do conflito agrário no Brasil é abrandada com a ideia de justiça no momento da condenação dos pistoleiros e raramente de seus mandantes, os fazendeiros. Pontualmente retiram-se de cena alguns atores, ao tempo em que permanece no cotidiano do campo brasileiro o agrobanditismo, violentando os mais variados territórios não capitalistas.

NOTAS DO ENTREVISTADO

(1) O Tribunal Popular constitui um espaço aglutinador de diversos movimentos sociais e organizações populares que, a partir das lutas empreendidas em torno das mais diversas pautas (campo, cidade, agronegócio, megaeventos, grandes projetos, etc.), procuram denunciar os crimes cometidos pelo atual Estado de direito brasileiro.
(2) Nomes não serão aqui divulgados para preservação da integridade física dessas pessoas.
(3) Cf. em: http://www.funai.gov.br/.
(4) Cf. em: http://www.douradosnews.com.br/dourados/fazendeiro-nao-concorda-com-tratamento-recebido-da-comissao-de-direitos-humanos.
(5) Cf. em: http://cartamaior.com.br/templates/materiaMostrar.cfm?materia_id=19386. O jornalista, autor do artigo, faz parte do grupo que compôs a Expedição Marcos Veron.
(6) O SPI foi extinto com a criação da Funai em 1967.
(7) Existem reservas onde vivem mais de 5 mil Kaiowá confinados nessas áreas de 3500 ha.

http://www.cimi.org.br/site/pt-br/?system=news&conteudo_id=6105&action=read