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Imortalização

escreverHavia descoberto, finalmente, um modo de se imortalizar. Talvez fosse um modo muito antigo, uma forma já sabida pela humanidade e praticada. Mas, em todo o caso, uma coisa é ter uma informação sobre alguma coisa e outra, muito diferente, é tê-la descoberto por si próprio. O caso é que, numa manhã de julho, de repente lhe veio a certeza de que, se despertasse com os seus escritos ecos nos corações das pessoas, não morreria. E isto não pode ser visto como uma excessiva pretensão, mas, ao contrário, como uma constatação.

Na verdade, a humanidade é uma continuidade. Tudo que é humano é, de alguma forma e em mais de um sentido, um prosseguimento, uma continuação. No caso específico de que nos ocupamos agora, era uma continuação indefinida, uma imortalização propriamente dita.

Isto nosso personagem descobrira ao perceber que muitos dos seus escritos, alguns deles de maneira muito notável , reverberavam com intensidade em várias pessoas. Isto não pode ser por acaso, pensou. Deve haver algo nessas pessoas e nos escritos, que os faz vibrarem ao uníssono ou em uníssono, não sei.

Não estou preocupado com correções gramaticais. O caso é que, ao ter feito essa descoberta, nosso personagem ficou em uma profunda paz e alegria. Uma consolação além do explicável. Percebera-se como uma continuação de outros escritores e escritoras, de outras pessoas muito próximas e distantes que sonharam, em outros tempos, com alguém como ele. E aqui estou, disse para si mesmo.

Nesse instante, o sol clareou. Apareceu a luz solar pela janela do quarto. Era uma tarde de julho. Na sala próxima, as terapeutas e os terapeutas comunitários em formação. Não podia ser uma coincidência. Muitas vezes percebera, e com mais intensidade nestes dias anteriores, desde que chegara em Lagoa Seca, que a sua percepção tinha se ampliado.

Seria o contato com estas pessoas, estudantes e trabalhadoras e trabalhadores na saúde mental no setor público, e o convívio com as formadoras do MISC-PB, imbuídas da visão de Adalberto Barreto, com as quais partilhava já uma longa estrada?

Seria o próprio efeito da Terapia Comunitária Integrativa, que integra, que junta o que estava disperso, que fluidifica o que estava estagnado, que flexibiliza o que era rígido? Não sabia. Apenas desfrutava desta sensação nova, ou antiga, já que por momentos se lhe figurava tão antiga como a própria vida, de imersão total em tudo que existe.

Sociología y Terapia Comunitaria

A veces, algunas cosas tienen un entrelazamiento que nos sorprende, verdaderamente. En estos días pasados, me he ocupado de tratar de establecer las relaciones entre Sociología y Terapia Comunitaria. Al comenzar a escribir sobre esto, sobre la convergencia de objetivos, presupuestos, puntos de partida y finalidades entre una y otra áreas de conocimiento y de práctica social, empezaron a venir recuerdos del tiempo en que empezaba a estudiar Sociología. Era como estar volviendo a esos años iniciales.

Las referencias volvían. Era como si el tiempo hubiera vuelto sobre sí mismo. Habían pasado muchos anos, pero de algún modo, yo estaba outra vez en el mismo estado de espíritu de aquellos años virginales. Esto me admira verdaderamente, pues es como si en algún lugar de nosotros mismos permaneciera intacto el ser que somos, el ser que fuimos, independientemente de los cambios que haya habido. Esto además de maravillarme, me alegra y mucho, pues en mi caso particular, es una verdadera felicidad estar de vuelta a ese mismo ser que fui como estudiante, y este otro ser, el mismo, que escribe estas líneas, ya formado sociólogo, com todos unos años de experiencia que, sin embargo, me reponen a la condición de aprendiz.

Lo que más me agrada, es ver que esencialmente sigo siendo el mismo, y ese yo mismo de ayer, ese joven estudiante lleno de entusiasmo y de esperanza, sigue siendo este mismo ya no tan joven sociólogo igualmente embebido de sueños y esperanza. Los dos se dan la mano, andan juntos, miran juntos hacia los lados, hacia adelante y hacia el pasado. Es como si uma semilla de uno mismo permaneciera intocada, intacta, esperando el momento y la hora de volver a florecer. Por eso sigo creyendo en la vida. Porque ella me sorprende. Y así como después de la lluvia, el sertão se cubre de verde, puedes haber estado como que perdido, aparentemente apartado de aquellos valores que te dan la razón de ser, el sentido de la vida, pero un día a tu alrededor, en tí mismo y en los demás, en el mundo en que vives, todo está como era entonces.

Las convergencias entre Sociología y Terapia Comunitaria son esenciales, no contingentes. Ambas convergen hacia la recuperación de la persona humana, su restitución a su verdadera esencia, más allá de los condicionamientos sociales.

Soy escritor

Soy escritor
–Cuando me di cuenta de que yo debería empezar a conocerme, todo empezó a mejorar
–A ver, cómo es eso, contame.
–Por ejemplo, yo soy una persona que piensa muchas cosas al mismo tiempo y también soy indeciso, entre otros rasgos de personalidad.
–¿Y entonces? No entiendo adónde querés llegar.
–Yo soy escritor, antes que cualquier otra cosa.
–¿Y?
–Entonces, si es así, escribo antes que nada, ¿te das cuenta? Yo antes, pensaba que era esto, aquello, lo de más allá, y trataba de juzgarme según parámetros ajenos. Ahora sé que mi mentalidad, mi modo de ser, lo que siento, lo que veo, lo que pienso, soy yo. todo lo que soy, soy yo mismo, yo soy eso, ¿te das cuenta?
–Dale con el te das cuenta, no sé si me explico, no podés hablar sin poner el te das cuenta, ¿te das cuenta?
–Es muy lindo, ahora sé que soy escritor, y que no tengo por qué tratar de parecerme con quien sea, ¿te fijás? No tengo que copiar más a nadie, ¿te das cuenta? Tengo que ser yo mismo y se acabo Y ser yo mismo no da trabajo es muy lindo e involucra aceptarme tal cual soy, ¿te das cuenta?
–Más vale, seguro, qué bueno que te diste cuenta a tiempo, ¿te das cuenta? Debía ser muy malo no aceptarse como uno es, ¿no es?
–Vivía juzgándome según parámetros ajenos, según lo que los demás pensaban de mí mismo, ¿te das cuenta?.
–Y tuviste que empezar con el portuñol, por qué no hablás derecho con el castellano?
–Y por qué decís derecho, ¿no se dice directo?
–Lo que sea, yo también soy el que soy y hablo como se me dá la gana, que tanto.
–Así me gusta, cada uno es el que es, y no el que los otros piensan que debe ser. Hoy, por ejemplo, me puse a escribir esto antes de hacer cualquier otra cosa, pues supe ser de primordial importancia. Y tanto es así, que no me equivoqué. Era más importante yo tener claridad sobre lo que soy, que hacer cualquier otra cosa
–Es así, te felicito, por ser quien sos.