La última frontera

Son todos actos de amor a mí

Me toca ahora, todo el tiempo, anidarme

Acoger este ser que soy

Alguien que atravesó el tiempo como un cometa

Una planta que de pronto creció y ahora da sus flores y frutos

No dejo de colaborar con la causa mayor de la justicia social

Pero todo está como si dijéramos, centralizado y supeditado a mí mismo

Ya no me culpo por más nada

Me perdono cada vez que puedo

Asomo la cabeza al mundo y sé que merezco la vida

Tengo aquello para lo cual se vive, de lo cual se vive y en lo cual se vive

El amor está adentro y alrededor

Lo veo como colores verde y rosa

Flores y plantas

Un acogimiento de una dimensión a la cual sólo le puedo llamar de Dios

Leo, pinto, dibujo, ando por el jardín y por la ciudad

Sueño sueños que tuve desde muy niño

Y ahora me incluyen

Cada palabra que escribo y digo

Cada acto mío

Son un espacio en esta hoja en blanco por donde ando y soy

No hago nada para pasar el tiempo

El tiempo pasa por sí mismo

Pasa que todas las cosas ahora están en su justo lugar

Un encaje perfecto, diría si creyera en la perfección

Encaje nomás, digo, y está bien

Una sensación muy placentera

Un lugar en el mundo y aquí adentro

¿Qué más podría querer?

Escribo para que la vida permanezca y prosiga

Primer mandamiento:

Amar a sí mismo, a sí misma.

No quiero compromisos con editoras

Soy mi propia imprenta

Vuelan las hojas al aire

Y se van a cruzar océanos

Así voy y vengo y estoy y me fui quedando.

Ya no tropiezo más en palabras

Ya no me digo ni digo cosas que me dañen.

Ahora estoy para mí.

(Gracias a quienes me ayudaron a llegar hasta aquí

Les agradezco desde lo más profundo de mi corazón.)

 

 

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