Es lamentable y desde todo punto de vista repudiable, el alineamiento de la llamada “gran” prensa, con los intereses más conservadores y reaccionarios.
Me refiero en especial, a la campaña de desinformación y distorsión de la realidad que estos medios han llevado a cabo acerca de los profundos y positivos cambios sociales implementados en Brasil a partir de las políticas sociales de los gobiernos del PT, el Partido de los Trabajadores.
Mucha más gente incluída en la ciudadanía, más gente con empleo y salarios dignos, más gente con acceso a la educación (que antes era un privilegio para pocos).
Esto puede no ser nada para quien vivió siempre en la riqueza y la abundancia, pero es todo, es la diferencia entre la vida y la muerte, para quien estaba afuera de la sociedad, los millones que eran carne de cañón, masa de maniobra para los regímenes de capitalismo salvaje que empezaron a ser combatidos en sus efectos más perversos a partir de la elección, en 2002, del presidente Luis Inácio Lula da Silva.
La prensa venal, el periodismo pago al servicio del capital, haría bien en mirar más allá de su egoísmo bárbaro y antihumano. Todos tenemos derecho a vivir bien y ser felices, no sólo las clases privilegiadas.
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