Era uma casa infinita, se diria. Sus corredores se extendían indefinidamente en todas direcciones, del naciente al poniente. Sus ventanas daban al mar y a la montaña, al bosque y a la ciudad. Y en…
Era uma casa infinita, se diria. Sus corredores se extendían indefinidamente en todas direcciones, del naciente al poniente. Sus ventanas daban al mar y a la montaña, al bosque y a la ciudad. Y en…