Las personas son más que meros medios para la producción, el lucro, el mercado. Esto es lo que ha llevado a que fueran siendo generados a lo largo de la historia, medios para preservar la vida humana más allá del tiempo en que somos “útiles.”
Son los sistemas jubilatorios, las cajas de pensión. Actualmente, el llamado neoliberalismo, que no tiene nada de nuevo y mucho menos de liberal (es clara y puramente reaccionario, autoritario, conservador), viene destruyendo no sólo esta garantía de supervivencia sino los demás derechos sociales (educación, salud, habitación…) así como também los derechos laborales y los derechos humanos.
Claramente estamos en una circunstancia no sólo nacional sino más bien internacional, de recrudecimiento de las fuerzas destructivas que se han apoderado de la política, la economía, los medios de comunicación. No es solamente una “derecha” (término que también no tiene nada que ver con lo que designa, que es totalmente torcido) salvaje y atroz, completamente contraria a la democracia en su sentido más liviano, sino algo mucho peor.
Es el retroceso a etapas pre-humanas a las que no podemos ni debemos dejarnos llevar de manera alguna. Un mínimo conocimiento de la historia muestra que hay circunstancias en las que no hay otra alternativa como no sea la resistencia total, completa y definitiva.
Más allá de un cierto límite ya no habría más vida humana, sino solamente robotización. Es necesario que estemos atentos/as no solamente a las palabras y a lo que quieren significar, sino al propio significado y sentido de la vida. Quieren robarnos la vida, el bien más precioso. Esto no podemos ni debemos permitir.
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