El día ya está claro y, claro, vengo a dar continuidad a mi novela. Relato. Romance. Historia. Cuento. Les cuento que esto de los nombres es siempre un tanto trabajoso. Sea como sea, lo que importa es lo que les voy a contar.
Resulta que no podía dormir, fuera por las razones que fuese. En realidad, me molestaba que una persona quisiera venir a mi casa, contra mi voluntad. Destesto ser contrariado. Y más aún sentirme invadido. El caso es que al fin y al cabo, evité la visita que se me quería imponer. Esto me permite el estado de paz o de comodidad desde el cual escribo.
Cantan las aves. El sol estuvo deslumbrante hace un instante. Y ahora se esconde detrás de nubes grises. El mar a lo lejos. Tan tranquilizante el mar. Mar, sol, aves. ¡Buen día! No sé por donde empezar, o mejor dicho, cómo continuar. Los días se organizan de maneras variadas y al mismo tiempo tienen algunos puntos fijos o casi fijos.
El paseo por la plaza de las lechuzas, donde hay un jacarandá y unas flores de un color violeta muy tenue. Mezcla de celeste y algo de un rojo casi imperceptibe. Tonos difíciles de describir. Aquí puedo escribir sin que me corrijan. Por ahí alguien descubre algún error y me avisa. Agradezco y corrijo.
Pero no me preocupa escribir de una cierta manera, tenida por correcta o adecuada. Lo que he venido haciendo a lo largo del tiempo, y me sigue motivando, es dejar que venga la vida. Hacer mío el mundo. Hacerme un mundo para mí, en medio del mundote grande que está ahí. Deshacer la sensación de extrañeza y no pertenecimiento. Esto es el arte.
Sin esto no se vive. Yo creo que de alguna manera todas las personas construyen su propio lugar, como yo. Otras destruyen lugares. Pero eso es lo que aquí no ha de importarnos. Un lector atento me devolvió trechos de un texto mío del año 2009, de mi libro Resurrección. Alguien que apenas sabe coser y tejer. Así me describía yo a mí mismo, en ese escrito.
Coser es juntar. Tejer es hacer un abrigo, hacer abrigos. Esto es lo que hago. Agradezco cuando alguien me devuelve pedazos de mí que he ido dejando por ahí. Eso es coser, también.
La costura es contínua. Yo también le devuelvo a la gente sus reflejos. Así hacemos entre todas y todos, un espejo contínuo y acogedor. El mundo es más bonito así. Y es un proceso natural.

Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/