Contentamiento

Miro los textos que guardo sobre el arte, la poesía, lo cotidiano, mi experiencia de vida, lo que aprendo, lo que voy viendo.

Es como un rompecabezas infinito que contiene muchas personas que se han dado el trabajo de alguna vez comentar mis escritos.

Agradezco a estas personas, ya que esa devolución, ese reflejo, es lo que me hace saber que logré mi objetivo.

No es que busque reconocimiento, no, para nada. Es más bien que busco pertenecimiento, y esto se da solamente por resonancia.

Lo que escribo es una síntesis de personas que conocí y que formaron y forman parte de mi vida. Algunas se me pusieron en el medio, me combatieron con armas bajas.

Traición, calumina, difamación. Hoy veo de otra manera esas heridas que no cicatrizaron. Son parte de un proceso impuesto por una sociedad que enfatiza lo individual como opuesto a lo colectivo.

La persona sirve si me sirve. Cuando no me sirve la descarto. Veo la persona que soy hoy. Me he ido reuniendo, amalgamando más y más con la textura del universo. Soledad por ahí viene, sí.

Pero cuando miro adentro y alrededor y veo lo bello. Mi mirada hecha a esa contemplación. Queda sólo un sentimiento de contentamiento.

Deixe uma resposta