Saber que se puede. Saber que aquí está todo bien.
Saber que todo sale bien, siempre.
Saber que somos capaces.
Nadie está a salvo de caer, pero esto no destruye la confianza básica de que después de todas las tormentas sale el sol.
Esta revista tiene el formato de un diario. Un lugar de confesiones íntimas. Un diálogo honesto con nosotros mismos(as).
En vez de mirar siempre hacia afuera, miramos hacia adentro. ¿Qué soy? ¿Qué tengo? ¿Cuál es mi fuerza?
No necesito esperar continuamente un ataque. Sé que puedo enfrentar victoriosamente cualquier situación.
Cuando me olvido es esto, la comunidad me lo recuerda. Por eso vuelvo constantemente al tejido comunitario. La construcción colectiva.
El lugar donde soy aceptado como soy. Esta fuerza de identidad, pertenecimiento y afinidad, es indetenible.
Sé que puedo contar y cuento con la comunidad.