Centramiento

Hay algunos hechos que tienen una fuerza especial. Uno de ellos, el de estar sintiendo muy fuertemente mi pertenecimiento. Pertenecer a una red, o varias entrelazadas.

Haberme hecho un lugar para mí, lo cual significa muy concretamente, que me amo más, que evito maltratarme, que me centro en lo que amo y me hace bien. Esto lo vengo construyendo consciente y deliberadamente desde el año 2000.

Ahora disfruto de la sensación de estar en este lugar de acogimiento que soy yo mismo y mis redes. Tengo más noción de la persona que soy. Orgullo de mi origen. Consciencia de mis limitaciones que me recuerdan que soy humano.

El tener una relación más amorosa conmigo mismo es, de lejos, lo más precioso que me está sucediendo. Disminuyo tanto cuanto puedo, las cobranzas, la autoexigencia desmedida, la crítica que no es mía, sino fue implantada como mecanismo de dominación.

El tiempo es brevísimo. Es de una fugacidad que me hace atesorarlo como un bien invalorable. Trabajo para que el tiempo que me quede, siga siendo tan o más precioso que este instante.

Entonces escribo, leo, publico, disfruto de la belleza, admiro la realidad en su extraordinaria variedad, que reconozco dentro mío. Agua. Río. Lluvia. Sol. Soy. Así me defiendo de la dispersión que por ahí me lleva a lo que no me dice respecto. Atención, intención, centramiento en el bien y la justicia. Por ahí voy.

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