Acción libertadora

Incluir en la agenda el descanso, el relajamiento, la descontracción. Hay una cierta tensión en toda acción, me parece.

Pero esto no debe obligarme a actuar bajo tensión siempre. Puedo aflojar la actitud defensiva. Prestar atención a lo que se presenta.

Cuando relajo, puedo ver qué es lo que hay. Qué es lo que está aquí. Y entonces ver qué debo hacer, si es que hay algo que yo deba hacer.

Salgo de la acción contínua, ininterrupta, la programación para el desgaste exhaustivo. Hay momentos, sin embargo, en que he actuado más allá de lo que creía que tenía como energía disponible.

Recuerdo bien esos momentos. Necesidad de sobrevivencia. Atención al cuidado de la vida de una persona muy querida.

Pero recuerdo también cómo supe evitar una situación de riesgo de muerte, saliendo del medio, dejando pasar la persona amenazadora.

Esta revista tiene el formato de un diario. Es una invitación a la reflexión sobre el vivir. Un llamado a una mirada interna que nos recompone en el tejido social, sin merma de nuestro ser total. Una revolución cotidiana.

Podemos salir de la mecanización petrificada, de la vida tecnificada y normatizada, mediante la atención y acción libertadora.

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