Una hoja es una invitación. Un puerto seguro. Un espacio donde podemos llegar a compartir sentimientos, experiencias, vivencias. Registrar lo que vamos viendo y aprendiendo.
Una canción. Un recuerdo, o muchos. Las perplejidades del vivir. Encontrar o reencontrar viejas sensaciones. El barrio y sus veredas. Esta vida próxima que ya es familiar. Saber que podemos equivocarnos. Somos humanos, humanas.
Volver a empezar. Cada día es una posibilidad. Ver las varias versiones de la historia. La alegría que se anida en una sonrisa guardada y antigua. Las pinturas que fui generando en el trayecto.
Gente querida que me acompaña de varias formas. La recopilación de pasos que se fue agrupando. La seguridad que nace de la confianza.
Ilustración: “El tejido del universo”