Mi lugar

Necesito un lugar para mí. Un lugar donde pueda ser yo mismo. Trabajo para encontrar ese lugar. Trato de encontrar mi libertad. ¿Qué libertad es posible cuando se ama? Vengo a las hojas en busca de mi espacio propio.

Respiro. Siento seguridad y pertenecimiento. Aquí siento el piso bajo mis pies. Estas cosas las he dicho ya muchas veces, y las sigo repitiendo no por el mero placer de repetir, sino porque hay cosas que son lo que son, no cambian, son siempre lo mismo y del mismo modo.

Escribir es una de estas cosas. Me hace sentir parte de lo eterno, un eterno concreto y real. Las hojas continúan hojas anteriormente escritas por mí y por otras personas. Aquí no hay juicios ni censura, no hay reprobación ni exigencias. Aquí soy lo que soy.

Hago mi mundo y lo habito. Es un mundo integrado por afectos de personas que me componen por dentro. Este es mi lugar, mi mundo. De aquí no salgo ni cuando salgo a la calle, que también es mía a fuerza de ya haberla leído y escrito tantas veces. Aquí mis dolores duelen menos y mis alegrías se multiplican.

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