El MISC-PB (Polo formador en TCI en Paraíba, Brasil) participó de una reunión con la gestión municipal y nacional en salud, en la sede de la Secretaría de Salud de la municipalidad de João Pessoa, el jueves pasado (25 de mayo).
En medio de tecnicismos y tecnificaciones, me sentí obligado a decir, en la conversación, que la TCI es una acción desalienante, que reconstruye o ayuda a reconstruír la identidad y el sentido de pertenecimiento de las personas
Tuve y tengo el placer de ver, en la perspectiva histórica en que me encuentro, que la TCI funciona siempre. O sea, en toda situación, las rondas de TCI proporcionan cambios reales positivos en la vida de las personas.
Más allá de quiénes sean que colaboren con la ejecución de las rondas y formaciones (municipalidades, ministerio de la salud, asociaciones de vecinos y vecinas, pastorales de las iglesias, etc), el hecho relevante es que la integración de la persona se efectiva.
El hecho de que tengamos actualmente en Brasil un gobierno del PT, o sea, un gobierno de integración e inclusión social, abre una posibilidad para que nuestra acción pueda llegar a todos los rincones del territorio nacional. Sé que hay compañeras trabajando en parcerías en ese sentido.
No hay que olvidar que el tejido social ha sido seriamente dañado durante los 10 años pasados. Y que todo el esfuerzo que podamos hacer en dirección a una efectiva reconstrucción de personas y comunidades, podrá hacer la diferencia en la vida de millares de personas.
Es importante mirar hacia las rondas de TCI, hacia adentro. Y también es importante mirar al lado, alrededor, para sumar con instituciones que trabajan en el mismo sentido de nuestra acción.
El tiempo pasa rápido. Y la vida de las personas puede tener un tono bien más esperanzador y saludable, cuando colaboramos con esa política práctica cotidiana en que estamos involucrados e involucradas.