Acaso en la caída
vertical de la luz
o en el viento que sopla
su cuerno, infinito
la casa, invadida
de sombras. Nada más
tras de ti dejarás
en la huella del sueño
Hace tiempo que osara
confiarme a un amor
-mas qué oscuro el viento
luego, las ramas tronchadas-
inaudible la risa
de aquel dios que detrás
todavía escuchaba