Los sueños florecen

Mis crónicas y poemas son lo que son, no son otra cosa. Son intentos por aprehender lo vivido. Guardar la vida.

Cuando soy corregido, no estoy siendo agredido sino ayudado. Comprender esto me alivia muchísimo.

Aquello que sentía haber perdido, que había abortado, no abortó para nada. Al contrario, prosigue hoy mejorado y florecido.

Es una comunidad en movimento. Amorosa y solidaria. Estos aprendizajes terapeuticomuniarios me reponen a mí mismo.

Me devuelven una sensación de felicidad y paz. Pertenecer a este colectivo me da una sensación de pertenecimiento, identidad y seguridad. Es el florecimiento.

Escribir y publicar es lo que más me alegra. Junto la vida y me junto. Llego a la gente. Tengo mi lugar. No estoy solo.

Trato de expresarme de la manera más clara y directa posible. No busco impresionar sino ser fiel a mí mismo.

El eje de esta acción ciudadana es la humanidad, la humanización. No estamos para atacar a nada ni a nadie, como no sean los obstáculos que vamos encontrando en el camino.

Es siempre un trabajo sobre nosotros mismos/as. Un darnos las manos para ser más plenos. Algo que yo soñé y practiqué en mi juventud, ahora es el todo. Floreció.

Cuando comparto un cuento o un poema, es para ir haciendo más real esta vivencia. Saber que vencimos. Vencí.

¡Al final, la vida sigue y va para adelante! Priorizo la espontaneidad a cualquier formalidad estética.

Deixe uma resposta