Unidad

A veces el pasado te envuelve. Es como si toda tu vida estuviera alrededor tuyo, instruyéndote, amparándote, haciéndote saber que tu caminho te trajo hasta aquí, y que tus actos del ayer y del hoy están interconectados. Entonces una paz muy grande te invade, sientes orgullo de ser quien sos, la persona que se fue haciendo en  la construcción de su vida. No dejas de sentir muchas veces el dolor de las cosas que te tocó vivir. La traición duele. La falsedad duele. Pero no fuiste vos quien traicionó, ni fuiste vos quien se falseó.

No eres responsable por la vida de las otras persoas. Apenas respondes por tus actos. Y esto te queda claro, ahora que ya ves aquella luz amarilla muchas veces impregnando todo lo que te rodea, esa luz que te envuelve y que contiene todo lo que existe. Haces lo mejor posible, tratas de hacerlo. No siempre aciertas, muchas veces yerras, pero tratas de corregirte, de corregir el rumbo, de mejorar. Y entonces un día como hoy, las cosas de lo cotidiano y las del ayer, los pequenos actos del hoy y los de tu pasado que es tu casa, es el lugar que te rodea, están fundidos, son una sola cosa. Lo efímero y lo eterno se unen, son una sola cosa. Esto te da una paz profunda. Habrá siempre dudas y perplejidad, esto no cambia, pero aún en medio de dudas e incertezas, te vas movendo hacia esa unidad que ahora se te hace tan patente.

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