Tengo la impresión de que hoy en día hay una gran mescolanza de todos estos términos, lo que da por resultado una situación en la que todos aparentemente estamos comprometidos con la cosa pública, con lo social, cuando en realidad, estamos apenas navegando en la superficie de algo que desconocemos y que está muy lejos de nuestro alcance.
Muy lejos de la capacidad que tenemos, como personas reales y concretas, de actuar en dirección a alguna forma de vida que nos parezca deseable no sólo para nosotros, sino también para las personas que en su conjunto forman la sociedad en que vivimos.
Sin profundizar en la historia, confundiendo política con política gubernamental, y confundiendo también política con ideología o actividad partidaria o partidista, nos ponemos a discutir como si fuéramos dueños de la verdad. Combatiendo a enemigos que alguien con poder, nos dice que tenemos o deberíamos tener. La clase media, los gorilas, el empresariado, como si una sociedad pudiera prescindir de quienes organizan la producción, producen bienes y servicios, etc. Nos ponen unos contra otros, como si el país fuera algo que se maneja desde el Estado, y este Estado estuviera en manos de los salvadores de la patria, no importa de qué partido sean.
La sociedad es más que el Estado. El Estado debería actuar protegiendo y garantizando la vida y los derechos sobre todo de los más pobres. Garantizar la vida, la educación, la habitación, la salud, la seguridad, el progreso de las personas, en el sentido de la promoción humana. La sociedad como el lugar cotidiano donde se genera y se mantiene la vida
Digo estas cosas como una manera de salvaguardar un espacio activo para la persona, que sólo depende de ella. No depende ni del Estado, ni de un partido o muchos partidos, no depende de una Iglesia o muchas iglesias, no depende de ninguna ideología o creencia. Sólo depende de mí mismo, de mi decisión de mirar alrededor y ver lo que me rodea. La gente y el ambiente. Saber que tengo un tiempo limitado de vida, y que es en ese tiempo, que puedo llegar a ser quien soy. Obviamente, este mi querer ser quien soy, este mi querer vivir a mi modo el tiempo que me queda, no son algo que se pueda definir en soledad. Es comunitariamente, que se construyen espacios de libertad y de justicia. De fraternidad y de amistad. Un mundo nuevo que empieza en cada uno de nosotros.

Doutor em sociologia (Universidade de São Paulo). Mestre em sociologia (IUPERJ). Licenciado em sociologia (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina). Professor aposentado da UFPB. Terapeuta Comunitário Formador. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/