Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Imagen: “La Chacana del Corazonar”- Patricio Guerrero. Ilustración: David Ricardo Medina Jarrín
¿Desde dónde escribo?
Primero desde saberme mestiza con raíces indígenas, me veo y veo la foto de la abuela y no hay duda de ello.
De otra parte, la primera vez que tuve información del TCI fue en los años 2013, en ese momento era la Subsecretaria de Promoción de Salud del MSP, Ecuador y, conocimos de esta herramienta del sur, que nos traía nuevos vientos de política en promoción de la salud mental. El Polo Formador Muyumpa se estaba constituyendo en el país. Se generó un proceso de contratación, que abortó por dificultades administrativas pero ante todo por esa limitación de poder abrir aristas de salud y vida en un espacio de enfermología2. Posteriormente ya fuera del MSP realice mi formación como terapeuta comunitaria y mi primera rueda que cofacilité fue en el 2013
Desde allí he realizado alrededor de 300 ruedas con colectivos y comunidades diversas (mujeres y hombres de sectores populares, mujeres trans, afroecuatorianas, trabajadoras sexuales, profesionales de salud como enfermeras, jóvenes, familiares de desaparecidos, personas que viven con VIH, migrantes, entre otras). Actualmente realizo tres ruedas mensuales.
Quiero hacer un diálogo con las epistemologías del sur y el pensamiento complejo. Para ello, reconozco la epistemología de los pueblos originarios y tomo la chacana del sur (ciencia ancestral), que utilizan los taitas y las mamas del mundo andino en procesos de curación que se afirma que es un puente cósmico, y en paragón con la rueda del TCI, yo voy sintiendo y pensando que efectivamente es un puente cósmico que mueve sentimientos, emociones, saberes, conceptos y nos mueve corporalmente desde la respiración hasta el baile, y nos trae todos los tiempos y todos los espacios.
En la chacana, ustedes puedes ver los cuatro elementos de nuestra naturaleza. Al oeste el agua, que llega a los lugares más escondidos y se acompaña de la serpiente, es el espacio de movimiento, cada día el solo “muere” por el oeste y surge con fuerza al día siguiente. Al norte la tierra nos brinda abundancia, nos sustenta y tiene como animal regente el jaguar de paso firme. Al este el fuego que transforma junto con el colibrí o con el dragón, nos alegra y alimenta desde la fuente de energía. Al sur el aire que permite mayor visión con el cóndor y el águila como animales regentes para respirar la vida (Guerrero 2018).
La rueda limpia y tengo la sensación de un Icaro que se repite desde tiempos ancestrales y me canta y la hemos cantado en rueda:
“Todo cura, todo sana, todo tiene medicina dentro. Todo tiene fuego dentro, todo tiene tierra dentro, todo tiene aire dentro, todo tiene agua dentro. Todo tiene medicina adentro. Llevo el universo dentro…”. https://www.youtube.com/watch?v=Tp75SOWXyxM
Y ciertamente en un movimiento circular, tocamos nuestra naturaleza entera, la que esta fuera y la que está dentro. Vemos el pasado para vivir el presente. De pronto ves o sientes un dolor de tantos años, que se va licuando y de pronto desaparece. Recuerdo tanto a Doña María, decía que su esposo murió hace tres años y que le duele su muerte y llora (se la ve devastada), nos acompaña en algunas ruedas hasta que un día dice que tiene algo que celebrar. Quiero celebrar que saque todas las cosas de mi esposo, regale, doné. Cambie nuestra cama con la cama de mi hija. Y me siento aliviada y alegre.
Y somos una chacana en la rueda. Quienes ponemos los problemas llegamos con un sentimiento tan fuerte. Cargados de agua en cada rincón, de pronto nos vamos transformando, ponemos un poquito de fuego y el colibrí nos acompaña, y dejamos de reptar. Nos llenamos de aire y tenemos una mayor mirada, de cóndor o de águila, y nos plantamos tal como el jaguar con la conciencia de que caminamos sostenidos y acogidos por la tierra. Ahí la comunidad ha propiciado una sanación cósmica.
Y ella, Doña María es testimonio de la necesidad de esas amorosas reglas, no aconsejar, no juzgar, no sugerir; como reglas que confían en la autopoyesis de la que habla Maturana o en la confianza de que en cada una de nosotras hay una maestra interna, que una vez que despierta nos guía. O como nos dice Ubiraci. “El gemido de antaño se convierte en la voz interior del cuidado, y me constituye solidaria y empática”
Los espacios se juntan. Mi cuerpo doliente reaviva el contacto con la naturaleza, recuerda lo que somos y resuena con las perlas con esa sabiduría que nos dice que “hay que alimentarse del sol”3 para superar la tristeza y la soledad, respirar la vida, y pues una vela y un bañito siempre ayudan.
Este movimiento o pensamiento complejo honran los libros de Edgar Morín o Boaventura Souza Dos Santos, con una cabeza grandota, y en el sur del continente se acercan más a Granda, Maturana, Freire o al legado indígena de ser cuidadores de la vida; porque con manos y pies grandes soplan el fuego vital para cuidados transformadores o emancipadores como decían en el panel del miércoles, la acción digna para salir de la dificultad, el error y ante todo de la perdida de comodidad.
Cada persona es maravillosa y nos abre con su palabra a ricos contextos. Como Freire dice: “La palabra no es un privilegio de algunos, sino un derecho fundamental y básico de todos…” (Freire 1966:10,16). Y ciertamente quienes facilitamos no concentramos la palabra, sólo propiciamos el intercambio.
Cuando la boca habla el cuerpo sano, es un lema de la rueda que nos permite resonar con esto que afirmó Edmundo Granda:
Que el ser humano es un animal que habla y que cuando nos entendemos con él no encontramos “un universo pre-dado de objetos, sino con uno que está constituido y constituyéndose por la acción de sujetos” y que, por lo tanto, requerimos una doble hermenéutica para descubrir cómo la “estructura es constituida a través de la acción… y recíprocamente, cómo la acción es constituida estructuralmente”. En resumen, las ciencias sociales sostienen que el mundo humano es un mundo dual de racionalidad y subjetividad. (Granda 2009:104)
No hay vasijas que llenar o eruditos con quien llenarnos. Todas y todos somos aprendices y en un espacio liberador y dialógico surgen temas y preguntas mote y se produce desde un enfoque freiriano “El diálogo como un encuentro amoroso de hombres (y mujeres) que, mediatizados por el mundo, por esta chacana cósmica que se abre, lo “pronuncian” esto es, lo transforman y, transformándolo, lo humanizan para la humanización de todos y todas” (Freire 2004:46).
Deconstruimos el sentido de dignidad-indignidad como un continuum que no se queda en el dolor de la pérdida, enojo, rabia e ira; éstas son indispensables, pero son sólo momentos que trascienden a la esperanza, avanzando a un nuevo horizonte, confiado, no planificado, soñado con el otro/a en su religación con la vida e incluye la sanación interna, para dejar la víctima, soltarla y reafirmar la vida en todas sus formas. Una mujer sabia en una rueda decía: frente a cada indignación una acción digna.
La chacana del sur en rueda establece un criterio ético de religación como diría Morín, con el prójimo, con los suyos, con la comunidad, con la humanidad y, en última instancia, inserción en la religación cósmica (Morín 2006: 40)
Finalmente, ahí estoy yo moviéndome gracias a la rueda cósmica, con mis espacios, con mis tiempos, y con mis ancestros. A veces llorando y otras como jaguar, o como águila observando y observándome, siendo testigo. Reafirmando lo que dice Ubiraci, en el cuidado colectivo de la rueda, recupero mi historia personal y familiar.
Dejando el sufrimiento y también mi ego, de la mano de ustedes y de muchas que están regadas, por esa oportunidad, agradezco; y reafirmo que mientras más me acerco a mí misma, puedo entender las imperfecciones mías-nuestras. Y puedo ser feliz. Muchas gracias.
Referencias bibliográficas:
Barreto, Adalberto de Paula. 2015. Terapia comunitaria integrativa paso a paso. Edición para Ecuador. Quito.
Freire, Paulo. 1966. Pedagogía del Oprimido. Biblioteca Nueva. Barcelona.
Granda, Edmundo. 2009. El sujeto, la ética y la salud. EN: Edmundo Granda Ugalde. La salud y la vida. Tomo1. OPS-ALAMES-Quito.
Guerrero, Patricio. 2018. La chacana del corazonar: desde las espiritualidades y las sabidurías insurgentes de Abya Yala. Abya Yala y Universidad Politécnica Salesiana. Quito
Maturana, Humberto y Francisco Varela. 2004. De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: La organización de lo vivo. Editorial Universitarias Lumen. Sexta edición. Santiago de Chile.
Morín, Edgar. 2002. La Cabeza bien puesta. Reformar la reforma. Reformar el pensamiento. Nueva visión. Buenos Aires.
Rodríguez, Leonardo y Julio Aguirre. “Teorías de la complejidad y Ciencias sociales. Nuevas Estrategias Epistemológicas y Metodológicas”. En Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas 30 (2011.2).
Ensayo presentado en el XII Congreso Brasileño de Terapia Comunitaria Integrativa (TCI), IX Congreso Internacional de la TCI y I Encuentro Brasileño de Psiquiatría. En el panel “Dialogo Intercultural de los Pueblos originarios de Abya Yala”. Actividad online del Precongreso en Español del 11 de agosto de 2023.
1Magister en Ciencias sociales con especialidad en género. Médica salubrista, investigadora y terapista comunitaria.
2Edmundo Granda afirmo junto con otros pensadores de la medicina social que el MSP es básicamente un espacio que se encarga de la enfermedad.
Ocas do Índio. Beberibe. Morro Branco
Mandacarus no caminho
As serras de Lages
O mar bravo que faz bons marinheiros/as
Lembranças vivas e mobilizadoras
Dores viraram flores
Tantas mães em volta!
E o menino rei brilhando.
Voltar pra casa
Reencontrando tantos afetos!
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
Projeto desenvolvido pela Regional de Ensino da RA atende direta e indiretamente cerca de 30 mil alunos
É embaixo de uma árvore, na área externa da escola, que os adolescentes vão chegando e formando uma roda para uma sessão de conversa. Momento em que as alegrias, as tristezas e as dores ganham acolhimento e empatia. O projeto de terapia comunitária do Centro de Ensino Médio (CEM) 1 do Gama reúne os alunos semanalmente para uma conversa coletiva, na qual os desafios diários são compartilhados com aceitação e respeito.
Maria Fernanda Rodrigues, de 16 anos, aluna do 1º ano, afirma que a sessão de terapia melhorou sua interação com os colegas e destaca as aprendizagens e alegrias nos encontros semanais. “Tem coisas que comento aqui que eu não consigo falar com ninguém, isso me conforta muito. Consigo socializar melhor com os colegas. Sempre tento trazer temas que as pessoas se identifiquem e tento levar um pouco de cada história para servir de aprendizado para a minha vida. É um projeto incrível que me ajuda muito, a cada encontro é uma nova história e cada vez saio mais feliz”, comemora.
Com 2.440 alunos, o CEM 01 atende adolescentes de 15 a 17 anos, do 1º ao 3º ano do Ensino Médio, e promove semanalmente a sessão de conversa com os jovens. “A ideia procura ajudar os alunos em suas questões emocionais, com suas experiências e vivências, e nos desafios interiores, escolares e familiares. Como escola, temos o principal objetivo, o cunho pedagógico, mas sabemos que podemos abraçar algumas causas, como as emocionais, pois isso se reflete no dia a dia da escola”, relata a vice-diretora do CEM 01 e terapeuta comunitária, Mirian Fiuza.
Segundo Fiuza, o trabalho é realizado em conjunto com todos os profissionais da escola, professores e gestores que estão direta ou indiretamente trabalhando em prol do projeto. “A escola é um pedaço da sociedade e tratar as causas emocionais é importante para desenvolvermos o pedagógico. Os adolescentes hoje têm uma visão muito diferente da nossa, são muito intensos e a sessão de terapia é importante para que eles possam se compreender como ser humano. E nada melhor do que a escola para ajudar nesse direcionamento”, completa a gestora.
Vitor Ezequiel afirma que procura se conectar com os desafios da vida. “Gosto tanto que quero ser terapeuta. É um lugar em que você se conecta com os outros e tudo que é dito no encontro fica no encontro”
Vitor Ezequiel, também do 1º ano, afirma sempre tentar levar novos colegas para o encontro promovido pela escola e define a terapia comunitária como um momento de conexão. “Procuro me conectar com os desafios da vida, gosto tanto que quero ser terapeuta. É um lugar em que você se conecta com os outros e tudo que é dito no encontro fica no encontro. Com pessoas de confiança e responsabilidade, as barreiras são vencidas a cada dia. Às vezes falamos de depressão e da nossa própria identidade, sem julgamentos”, diz.
O projeto
A coordenadora da Regional de Ensino do Gama, Cassia Maria Nunes, destaca que o projeto de terapia comunitária impacta diretamente ou indiretamente os 33 mil estudantes da região administrativa, assim como os pais e responsáveis pelos estudantes.
Coordenadora da Regional de Ensino do Gama, Cassia Nunes reforça que “os pais que estão passando por momentos difíceis, que não têm condições de pagar um psicólogo, são convidados para participar da sessão com os terapeutas comunitários”
“O objetivo principal do projeto é o cuidado, antes de sermos educadores do cognitivo, precisamos olhar o ser humano como um todo. A iniciativa começou em 2018, no CED GT [Centro Educacional Gesner Teixeira], que estava localizado em uma região violenta próxima ao Entorno e, para não deixar a violência adentrar o espaço escolar, criou-se o projeto que virou modelo de cuidado e foi inclusive premiado pelo MPDFT [Ministério Público do Distrito Federal e Territórios]. E resolvemos ampliar para outras escolas da cidade”, conta.
A coordenadora regional destaca que o projeto acaba por impactar toda a comunidade escolar e envolve práticas integrativas, incluindo a terapia comunitária nas escolas. As ações são desenvolvidas em todas as etapas, desde os anos iniciais até o ensino médio. Além dos alunos, são impactados com o programa 4 mil professores, além dos pais e responsáveis pelos estudantes.
A terapeuta comunitária Mirian Fiuza diz que o trabalho é realizado em conjunto com todos os profissionais da escola, professores e gestores que estão direta ou indiretamente trabalhando em prol do projeto
“Semanalmente, o projeto acontece em nove escolas e, sempre que identificamos a necessidade, os terapeutas atuam também nas outras instituições de ensino. Além disso, todos os sábados, às 16h, tem um grupo de pais. Começamos como formiguinha e o projeto cresceu. Os pais que estão passando por momentos difíceis, que não têm condições de pagar um psicólogo, são convidados para participar da sessão com os terapeutas comunitários”, completa Cassia Nunes. A sessão de terapia com os pais é realizada no Espaço Olhar, dentro da Regional de Ensino
Roda infantil
No Jardim de Infância 3, no Setor Leste, os pequeninos de quatro e cinco anos também aguardam ansiosos pelos encontros semanais da rodinha de escuta, como é chamado o encontro para as crianças menores. É no momento que, com os dedinhos levantados, todos querem falar, cantar, celebrar e aplaudir as histórias dos colegas.
“Fazemos a sessão semanalmente, levamos elementos lúdicos, é o momento que elas podem falar das frustrações, das perdas e alegrias. Temos crianças que choravam muito, se jogavam no chão e com o passar do tempo, foram ganhando maturidade. São efeitos positivos que despertam o protagonismo, a empatia, pois passam a ouvir a história um do outro, e são acolhidos”, conta a supervisora pedagógica e terapeuta comunitária da escola, Cátia Marques. A escola atende quase 300 alunos do primeiro e segundo períodos da educação infantil.
A terapeuta destaca que os resultados do projeto são vistos diariamente no comportamento positivo das crianças. É gratificante ver o amadurecimento, eles sabem que, quando chego, é o momento de se acalmar e do silêncio, de ouvir e, assim, eles vão conseguindo gerenciar as emoções. Muitas vezes, o que os outros estão passando é o espelho da minha vida e tudo isso eles vão aprendendo na rodinha”, finaliza Cátia.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/
O marco de inicio das atividades de extensão universitária no Brasil, data de 1931 com a criação de universidades populares, a qual herdou características das universidades europeias, norte americanas e também da Argentina.
Tais características definiam-se respectivamente, por práticas assistencialistas, prestação de serviços e pela busca de consciência crítica para gerar mudanças sociais. A trajetória da extensão universitária brasileira foi e ainda é marcada por essas três características, sendo que a partir de 1968 com a criação da União Nacional dos Estudantes e do Movimento da Educação Popular em Saúde, predominaram discussões sobre a extensão enquanto espaço político de práticas e de diálogo com as populações menos favorecidas, culturalmente e economicamente, para criar um campo de discussão sobre as condições materiais de vida e sobre os direitos civis e de cidadania plena.
Em 1970 marcava-se a extensão como um campo de produção do conhecimento indissociável da pesquisa e da extensão. É preciso lembrar que a Terapia Comunitária Integrativa foi criada em 1987, como atividade de extensão do Departamento de Saúde Comunitária da Faculdade de Medicina da Universidade Federal do Ceará, pelo Dr. Professor Adalberto de Paula Barreto. A partir disto, terapeutas docentes passaram a incluir a TCI, como atividade de ensino, pesquisa e extensão nos seus campos de atuação.
Na Universidade Federal da Paraíba, a TCI foi incluída como atividade de extensão acadêmica a partir de 2004, pelo Departamento de Enfermagem de Saúde Publica e Psiquiatria do Centro de Ciências da Saúde. Coordenada por docentes dos cursos de graduação e pós-graduação a TCI começou como projeto de extensão e logo foi absorvida pelo campo do ensino e da pesquisa, tanto na graduação como na pós-graduação. Crescendo substancialmente, a TCI gerou 4 projetos de extensão, inclusão de conteúdo em duas disciplinas do curso de graduação em enfermagem (Saúde Mental e Saúde da Mulher) e uma na pós-graduação (Práticas integrativas e Complementares). Também ganhou importância no campo acadêmico sendo prioridade de investigação pelo Grupo de Estudos e Pesquisas em Saúde Mental Comunitária com a produção de artigos (20), livros (2) capítulos de livros (15) e publicação de resumos em anais de congressos (17).
A TCI propiciou momentos de aprendizagem coletiva através da escuta ativa e também nos levou a redimensionar o cuidado em saúde mental priorizando os grupos, famílias e comunidades com alta vulnerabilidade social. Descobrimos o quanto os vínculos são imprescindíveis na construção e fortalecimento de redes de apoio psicossocial e que a autoestima e o resiliência são indispensáveis para o empoderamento das pessoas e da comunidade que buscam e lutam por direitos sociais e civis, para conquista de uma cidadania plena. Como diz Paulo Freire, “Educação não transforma o mundo, muda as pessoas que transformam o mundo”.
(Resumo apresentado em mesa redonda pré-Congresso da TCI 2023)
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* Dra. em Enfermagem pela Universidade federal do Ceará. Profa. do Departamento de Enfermagem em Saúde Coletiva. Email: marfilha@yahoo.com.br
Ver o céu azul celeste e uma nuvem branca. Escutar o canto das aves. O sol cobrindo a cidade.
Assim começa o dia. Um dia que se abre passagem pelo meio do acúmulo de memórias presentes. Uma luz. Uma fenda. E aqui está este domingo. Família e amigos, comunidade no coração. Sentimentos de esperança e alegria.
Focalizando no amor, no prazer, na felicidade. A ação conjunta que me inclui. A construção de consciência e cidadania. Educação é imprescindível. Desta forma nos tornamos humanos e humanas. Música, arte, pintura, poesia, literatura.
Consolidar o piso firme sobre o qual damos nossos passos. Prestando atenção. Sabendo o que estamos a fazer, e por que. Evitando tanto quanto possível, a ação meramente mecânica e repetitiva. Desfrutar da beleza do instante. Um olhar. A presença de alguém por perto. Plenificar o presente.
Marcar distância do discurso do ódio, que começa a ficar no âmbito da justiça e da polícia. A reconstrução e a redemocratização do Brasil abrem o espaço para uma vida devolvida. Recomeço. Desfazer o estranhamento interior que gera violência. Gerar espaços de acolhimento, a começar pela primeira pessoa, que sou eu. Cada um, cada uma.
