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Movimiento

Aquí rodeado de aves y sus cantos

Flores y colores

Libros y cuadernos

Mundos acogedores donde me guardo y fortalezco

Me arraigo y crezco

Mi oración y mi vida son un solo movimiento

Mi historia y mi presente se abren al unísono

Para dejar pasar este instante fugaz que es todo lo que tengo

El calor del campo

El movimiento de Jacumã

La vecindad alrededor

Han sido y siguen siendo el lugar

Donde me he venido rehaciendo y lo sigo haciendo

Renazco todas las mañanas y a la noche

Las estrellas y la luna y el cielo azul oscuro

Me guardan hasta la mañana siguiente que es esta donde escribo.

Identidad

Escribo aunque no tenga nada que decir

La vida afluye en palabras

Sentimientos e imágenes se congregan

Se reúne y se compacta. Se reorganiza

Toda mi vida.

La vida vivida, no la pensada

No soy pensado, prensado

Soy contacto, integrado

Me saqué los rótulos que no eran míos

Y me quedé yo solo nomás

Lo que soy no es nombrable

Es visible y sensible

Es color

Luz, centro, confianza, amor

Trabajo, creación, solidaridad, enraizamento

Continuidad, renacimiento

Son brotes y flores

Agua que viene y va.

Imagen: “El tejido del universo”

Puede ser la vida

Los días se van juntando

Mis tiempos se van juntando también

Todo parece nuevo

El sol, la gente, mi estar aquí

La tierra me parece nueva

El aire, todo

Tenemos más cosas en común con las otras personas

Que cosas que nos separen u opongan

Escucho a mi ser más profundo

Es como haber llegado ahora mismo

Seguir llegando minuto a minuto

Es haber vuelto al tiempo anterior

Sin miedo ni preocupaciones

Esto es maravilloso

Anduve por tantos lugares

Y me encontré aquí

Vivir la vida como una fiesta

Puede ser la vida

En toda circunstancia

Puede ser la vida

Resignificar la vida

44 años después del golpe de Videla, que da sentido y razón al Dia Nacional por Verdad, Memoria y Justicia, aún subsiste esta pegunta: ¿Han sido investigados, procesados y juzgados todos los genocidas y sus socios empresariales, eclesiásticos, periodísticos y civiles?
El recuerdo del golpe nos dejó a quienes sobrevivimos, una tarea contínua: resignificar la vida. Esto es algo que todo ser humano es obligado a hacer después de circunstancias traumáticas.
En mi caso personal, esta búsqueda por un sentido, una razón que explicara lo sucedido, me llevó a leer informes como el de la CONADEP, CIDH-OEA, Equipo Nizkor.
Lo que me ayudó a ver más allá de las descripciones de los horrores fue el informe de la OPS-OMS de 1997, La salud mental en el mundo.
Allí se decía que la mayor parte de las personas que habían sufrido la represión ilegal en Argentina no tenía ninguna vinculación con organizaciones que se pudiera rotular como revolucionarias.
Empecé a comprender. Es un lento camino. Saber que hay gente para quien la vida no vale nada. La mentira, la fuerza bruta, el abuso, la injusticia, son todos medios de dominación y explotación.
Pero descubrir la verdad no es lo mismo que hacerse cargo de la tarea diaria de darle un sentido a la vida. Me di cuenta de que esta tarea interna y colectiva es la que es capaz de hacernos vencedores/as.
Volví muchas veces a Argentina, y en cada regreso algo se iba cosiendo, hasta que pude rehacer mi país interior.
Pude ver que hay todo un tejido social que mantiene vivos y activos los principios y los valores de la solidaridad.
Me di cuenta que no era tanto una cuestión de ideologías, sino de elecciones, decisiones. Hay gente que decide hacerse fuerte a partir de lo que pudo haberla destruído, y con esa gente me fui y me sigo reconstruyendo.
Permanecen todas mis vulnerabilidades, pero ahora tienen un sentido más grande: me hacen saber que soy humano, y me unifican con gente a mi alrededor.
Trato de mantenerme atento a lo íntimo y a lo inmediato, como manera de substraerme (hasta donde es posible) al bombardeo incesante de los medios de deformación y manipulación. Y veo que en ese espacio casi imperceptible las cosas son más bien favorables.
Esa confianza en lo que no muere sino que se fortalece en la adversidad, es lo que me da fuerzas para proseguir.
 
 

El hombre múltiple

Esa tarde, se diera cuenta, finalmente, de algo que venía presentándose en su consciencia desde hacía tiempo. Era muchos. Era muchas personas al mismo tiempo, si es que esto se puede entender. O era muchos caminos al mismo tiempo. Es como si el universo se hubiera dado cita en él de esta forma particular.

Tan interesante, como enloquecedora a veces. Pues la riqueza y la variedad de caminos posibles que se abrían a su paso a cada momento, era verdaderamente capaz de hacerlo confundirse a veces, tomar el mal camino. Esto trataba de no hacer, obviamente.

Pero el haberse dado cuenta, o el estarse dando cuenta, pues el proceso es progresivo, viene viniendo, como si dijéramos, era como un estar naciendo a cada instante. Algo prodigioso. Tenía que irse adecuando a cada instante, a lo que se le presentaba, pues no había trayectos predeterminados, ni en el pensar, ni en el sentir ni en el hacer. Claro que el pasado dejara sus huellas.

Pero aún las que dolían, eran flores. La herencia estaba intacta pero de ella brotaban, a cada momento, maravillas, en medio de un cotidiano armonizado, integrado en la totalidad. No estaba solo, ni tenía miedo como en otras ocasiones.

Se dejaba llevar, sin dejar de ejercer la voluntad. Era como una especie de abandono activo, si es que te podés dar cuenta de lo que te quiero decir. No dejaba de tomar en cuenta que cierta urgencia que a veces le parecía excesiva, podía ponerlo en dificultades. Pero esa especie de necesidad de estar siempre haciendo cosas, era al mismo tiempo un desafío, y una fuente de creatividad y de alegría. Es muy lindo.

 

 

Renacimiento

Con el pasar del tiempo, la persona se va disociando de sí misma. Va dejando de ser quien ella es, para ser lo que los demás quieren. La necesidad de sobrevivir, de coexistir, de obtener afecto, alimento, la hacen ir negociando su ser auténtico, por algo que cree que los demás irán a apreciar. En vez de ser quien ella es, la persona se torna una falsificación legítima, un auténtico fraude, una caricatura de sí misma. Pero la vida es un camino de vuelta. En la misma disociación, están contenidos los gérmenes de reencuentro. Con el pasar del tiempo, la persona se torna espectadora de algo inimaginable. Todo la maravilla, a comenzar por ella misma. A su alrededor, todo le parece nuevo. En realidad, son recuerdos de sí que empiezan a volver. Ella nace de sí misma. A esto llamamos renacimiento.