Arquivo da tag: Redemocratizar Brasil

Concientemente

Disponer de este espacio para compartir impresiones sobre el presente, la vida en tiempos de confinamiento, la posibilidad de detener el genocidio en Brasil, la perspectiva de redemocratización que se abre con el regreso del presidente Lula al centro de la noticia.

Una revista puede ser un lugar donde se construye y se estimula la esperanza. Hemos mantenido esta postura desde el comienzo y seguiremos así.

Dejar que la vida venga. La vida vivida, no pensada. No la vida calculada, proyectada, programada. La vida que fluye por entre las rendijas.

Aquella que sobrevive a todos los ataques. La que renace después de todas las agresiones, fortalecida. Este es un lugar de resistencia.

Sacudir la inercia. Levantarnos y caminar. No es tiempo de recluirse en prisiones personales o ideológicas. La proximidad de la muerte despierta una atención especial a la vida.

Mirar alrededor, a las personas que encontramos, a quienes realizan alguna tarea a nuestro favor, o simplemente viven cerca o cruzan nuestro camino.

Recuperar la visión interna. La posibilidad de vivir como un don divino. Una posibilidad grandiosa. Mirar a nuestro propio interior y descubrir el milagro de estar vivos/as.

La suma de actos que tuvo como resultado que estemos aquí. Es maravilloso. Saber que necesitamos de lxs demás para poder sobrevivir. Así fue y así será. Nadie puede forzarnos a actuar contra nuestra conciencia.

Ni la delincuencia política institucionalizada actualmente en el poder en Brasil, ni la pereza mental que muchas veces nos lleva a vivir una vida ausente, mecánica, atomática. Adueñémonos del instante, este tiempo fugaz llamado vida.

Opción por la vida

La vida no se defiende con discursos, con enunciados o proclamas. Es necesario trabajar por la vida. Defender los derechos humanos, sociales y laborales.

Redemocratizar Brasil. Restablecer el estado de derecho. Restablecer el régimen constitucional abolido por el golpe de estado de 2016. Esta revista es un espacio donde se cultivan los valores superiores.

El dinero, el lucro, no son más que la vida. Es necesario que se detengan las atividades económicas. Lock down total en todo el país. No podemos dejar que las personas sigan muriendo como moscas.

Toda inciativa personal y comunitaria en favor de la vida debe ser impulsionada. Retirar los privilegios pecuniarios de jueces y legisladores/as. Extender el auxilio emergencial inmediatamente a todos los sectores vulnerables.

Rumbo

No quisiera engañarme, ni inducir a nadie a engaño. Me parece que la situación en que nos encontramos como humanidad, exige claridad.

Ver con nitidez. Usar la propia historia como herramienta capaz de alumbrar nuestro camino. La mera denuncia -en mi opinión- así como los discursos y doctrinas, muchas veces oscurecen y dan falsas seguridades.

¿Qué rumbo seguir? ¿Qué hacer? Mi experiencia me dice que es más efectivo el esfuerzo concreto y concentrado en tareas definidas, que enunciados vagos que parecen decir mucho y en realidad no dicen nada.

Una vez que tenemos una noción de nuestra vocación y del trayecto recorrido para ser quien somos, nuestra historia se pone a nuestro favor.

Actuar colectivamente, comunitariamente, siempre arroja más luz que cuando creemos que aisladamente podemos alcanzar algún avance.

Esto no significa ser pasivos/as, sino actuar colaborativamente. Sumar luces. Sumar fuerza. Sumar aprendizaje. Esto es lo que creo que nos va sacando del fatalismo y nos va promoviendo a una vida más activa, feliz y conciente.

Denunciar al régimen inconstitucional e ilegítimo es necesario. Pero no es suficiente. Cada uno/a pude hacer su parte para que la democracia vuelva a Brasil.

Que haya justicia y plena vigencia de los Derechos Humanos. El espacio cotidiano, personal y familiar, comunitario, son nuestro terreno privilegiado para plantar y cosechar valores superiores capaces de dar sentido a nuestra vida.

No esperar que alguien nos salve. Basta confiar en nosotros mismos/as y hacer lo que está a nuestro alcance. Llegar a ese mínimo esencial permanente de donde nace la luz. Los cambios mínimos que nos instalen en lo eterno.

Aprender con las caídas

La caída de la democracia no es una cuestión que deba interesar solamente a las personas “que se interesan por política,” como muchxs están teniendo la oportunidad de comprobar.
Que el país tenga un ordenamiento legal en que sean respetados los derechos humanos, sociales y laborales, es una cuestión que interesa a todo ser humano que quiera continuar vivo. Esto también está siendo algo que muchas y muchos están teniendo oportunidad de comprobar.
Que sea elegido para la presidencia de la República un elemento criminal que defiende la tortura, agrede a las mulheres, ofende a los homosexuales y ni siquiera sabe hablar correctamente, no es algo que pueda o deba interesar solamente a “la izquierda”, sino a toda persona que quiera seguir siendo humana.
La humanidad no es una cuestión que interese solamente a artistas, educadores, trabajadores de la cultura, escritores, actores, o activistas de los derechos humanos, sino a toda persona que tenga un mínimo de respeto por sí misma, por la vida, por la familia, y por los valores que nos constituyen como seres humanos.
Estas cuestiones elementales deben ser enfatizadas una vez que en el largo proceso que estamos viviendo en Brasil desde 2013, se instaló una confusión generalizada de tal magnitud, que necesariamente precisamos volver a lo más simple, si es que queremos que Brasil vuelva a ser de hecho una República.
Algo básico: atención a las palabras. Lo que se dice, como se dice, lo que quiero decir. ¿Qué es lo que estoy diciendo de hecho?
¿Qué es la realidad? ¿Es lo que la TV o las redes sociales dicen, o es algo que yo debo ser capaz de conocer por mí mismo, estudiando, investigando, viendo, reflexionando, dialogando, escuchando?
Personas que parecían instruídas se tragaron acríticamente todas y cada una de las mentiras, calumnias y difamaciones que se desparramaron profusamente durante el proceso electoral viciado y fraudulento que culminó con la asunción del actual despresidente de Brasil.
De nada valieron las trayectorias ejemplares de Lula y Haddad, el trabajo consistente de un partido que puede haber cometido sus errores, pero que sin duda acertó más que se equivocó. La delincuencia política, la bajeza moral o peor todavía, la completa amoralidad disfrazada de apariencia religiosa, tomaron el lugar del discernimiento.
En vez de un profesor, asumió un desclasificado total.
Política es cuestión para todxs.
Vida es una cuestión para todxs.