Se acabó la guerra. Ya no más soldados ni policías en las calles.
No más amenazas ni persecuciones. Ahora se puede vivir de nuevo en paz.
Podemos amar nuevamente. En realidad, esto es lo que nos salvó. Salvo un detalle.
Ahora que estamos a salvo, hay que seguir. Son pequeñas cosas las que nos permiten sobrevivir. Sabernos humanos y humanas. Contar unos/as con los/as otros/as mutuamente. Cooperar.
Apoyarnos recíprocamente. Y la risa. No se olviden de reír. Mantenernos enteros y enteras. No dejarnos matar.
No dejar que nos corten un pedazo. Es un soplo la vida. Que sea placentero. Que sea eterno mientras dure.