Arquivo da tag: Instante

A vida não pode ser adiada

Ela acontece num intervalo delimitado

Ou a vivemos quando acontece, ou a perdemos

Desde cedo percebi que para mim era o mais valioso

Continua sendo.

Não compreendo como pode haver quem menospreze o bem mais valioso

Gente para quem a vida nada vale.

Não me peçam que compreenda

Mantenho-me fiel á minha percepção, sentimentos e valores

Sem isso, começaria o que não vai acontecer

A negação de mim mesmo

Consciência é ação, discernimento, escolhas.

Aprendizaje

El momento me parece propicio para una atención especial a nosotros mismos/as. Una mirada más atenta a la vida que estamos llevando.
No podíamos continuar así. Como dice el Papa Francisco, creyendo que podríamos estar sanos en un mundo enfermo. ¿Adónde estábamos yendo con tanto apuro?
La vida es un fin en sí mismo, es un objetivo a alcanzar, algo a ser disfrutado y configurado de manera propia, personal, singular.
El sistema capitalista transforma la vida en medio de vida. Entonces vivimos para alcanzar algo que no es la propia vida, no es la plenitud, la conciencia plena y unificada, la unión con todo.
La situación actual, de confinamento y aislamiento social, nos obliga a volcar nuestra atención a lo más elemental y básico, ese mínimo precioso que es la propia vida.
Lo primero que descubro es un retorno a una sensación primera y virginal. Un sentimiento de alegría y placer, confianza y paz.
La niñez. La vida en familia. Los juegos en el patio de la casa. Los malvones, que veo ahora metamorfoseados en hortensias. Rosado y verde. Una sensación inicial que permanece.
También me doy cuenta de que necesito menos cosas. Menos de todo. Menos sentimientos de culpa y rabia. Menos objetos, menos objetivos, menos pensamientos.
Más concentración y fluidez. Foco en el amor. Menos certeza de que tengo razón sobre todas las cosas y en toda ocasión.
Todas las palabras, todas las cosas, tienen significados diferentes para todo el mundo, y cambian constantemente.
No necesito repetir constantemente los mismos hábitos,  puedo abrirme a lo nuevo de este instante.
Puedo aflojar las prevenciones, el miedo, el prejuicio. Puedo hacer de mi historia un reflejo consistente que me potencializa para un vivir en paz y feliz.
Puedo disfrutar de las pequeñas cosas: un libro, una flor, un color, la voz de una persona querida, el vuelo de un pájaro.

Este instante

Ese día, como tantos otros, se levantara sin ningún propósito o finalidad especial. Apenas viera la luz llegando. Había llovido, y era una luz difusa. Pero no es de eso que quería hablar. Es que ahora era el tiempo, es el tiempo, de solo vivir, de apenas vivir. No por esto o por aquello, como en el pasado. No para esto o para aquello, no importa cuán importante fuera. Apenas registraba el hecho de estar vivo. Esa maravilla de estar respirando, de estar viendo la larga película de su vida, extendida en tantas direcciones. Tantos lugares, tanta gente. Es como estar en la cresta de una ola y saber que más allá, tan cerca que lo puedes tocar, está aquello que buscaste toda tu vida. Eres o estás en la punta de una pirámide hecha por los millares de minutos y lugares, cosas y hechos, gente y paisajes. Sos la suma de todo esto y algo más, que no sabes con la cabeza pero sí con tu corazón. Eres eso infinito que se levanta por levantarse nomás. No para esto o para aquello, como te digo. Pero apenas porque estás vivo.