Arquivo da tag: Escuchar con el corazón

Cada palabra que escribo es un libro

Cada palabra que escribo es un libro, una biblioteca

Un universo en sí

Los renglones y las hojas

Recogen estos viajes internos y externos, eternos

Lo único que busco al hacer esto

Al leerme en lo que escribo y en lo que voy viendo y viviendo

Es estar cada vez más entero, cada vez más aquí

Cada vez más consciente

De haber conseguido aquello que era y es para mí

Lo más valioso

Aquél tesoro que no puede ser robado

La inserción en el mundo por el amor

Esto no me libra de errores ni tropiezos

Soy humano

Trato de recordarme esto continuamente

Soy desafiado constantemente

Como toda persona viva

A cambiar en el sentido de la mejora

Un enraizamiento más constante y más entero en el vivir

Una belleza mayor en el estar aquí

Una aceptación más incondicional de mis maneras de ser

Cosas que alcanzo en buena medida

Mediante la escucha atenta y activa

La apertura a las demás personas

Y el río que corre, corre sin parar

Y me lleva al mar que es todo.

Los libros me guardan

Y me guardo en los libros.

¿Qué sentido tiene?

¿Qué sentido tiene?

¡Cuántas veces nos hacemos esta pregunta!

Personalmente, vivo con esta atención al sentido.

Ahora en particular, me pregunto por el sentido que tiene el escribir.

¿Qué sentido tiene mantener esta revista?

Tiene sentido escuchar, esperar, escapar de la acción meramente refleja o automática.

Tiene sentido preguntarnos por el sentido de estar vivos, vivas.

A menos que podamos dar respuestas auténticas y efectivas, eficaces, a esta pregunta, correremos el riesgo de vivir por nada.

Una vida sin dirección es menos que vida.

Honremos a nuestros padres, a nuestros abuelos y abuelas, a nuestra familia.

Somos la continuidad de un largo camino

Que nuestro estar aquí ahora nos encuentre plenos y plenas.

Vivir con sentido, sintiendo la vida, sintiendo el mundo alrededor.

La costura de sentimientos que nos compone y nos entrelaza con las personas alrededor

Esta es la posibilidad de una existencia integrada en lo eterno.

Dirigir mi atención, intención, esfuerzo y trabajo hacia lo bello, es lo que más me da sentido.

Definitivamente, no soy basurero. He dedicado demasiado tiempo y energía censurando y combatiendo lo innoble.

Aunque es necesario resistir al mal, esto no debe ser el centro ni el eje de nuestras vidas.

La acción poética y artística, el amor esencial y profundo, han de ser el motor y el foco de nuestro vivir.

La construcción colectiva, el aprendizaje cotidiano que nos habilita a una convivencia humanizadora, nos hacen humildes y alertas.

La vida pasa en un instante. ¡Que no la hayamos perdido! Depende de nosotros, de nosotras.