Hay veces que me pregunto cómo fue posible que aquello ocurriera. No sólo no entiendo cómo el ejército argentino, la iglesia católica, el empresariado, los banqueros, la derecha más nazi y fascista de Argentina, pagada por Estados Unidos, el Departamento de Estado, la banca internacional, el capital apátrida, pudieron patrocinar la matanza de argentinos, la matanza más cobarde de la oligarquía, de la derecha más nazi y fascista, del capitalismo más apátrida y mercenario, en lo que se conoce como el genocidio videlista, el genocidio argentino.
No me expliquen porque no lo entiendo y no lo quiero entender. No lo voy a entender nunca. No voy a entender nunca cómo un soldado pagado para defender su pueblo, lo mata, lo tortura, lo desaparece, por dinero. No me lo expliquen porque no lo voy a entender. No lo voy a entender nunca. Que siempre ha habido chorros esto uno lo sabe, pero que el chorro se eleve a presidente de la República, en uno de los países más educados y cultos de la América del Sur, robando bebés, mintiendo, escondiendo cadáveres, pagado por los Estados Unidos, que lo entrenaron en su hedionda Escuela de las Américas, pagado por los banqueros y empresarios argentinos para matar gente, matar mujeres, estudiantes, jóvenes, obreros, militantes, no lo entiendo, no lo entiendo ni lo entenderé nunca, no lo entiendo y no traten de explicármelo porque no lo entiendo.
Yo entiendo a un mercenario, a un vendepatria, a un traidor, a un canalla, a un ladrón. Digo que entiendo pero no lo entiendo.
Fui educado en padrones rígidos. Esto es el bien, esto es el mal. Esto se hace, esto no, porque está mal. Así fui educado por mis padres. Por mi madre que ya está en la casa del Señor, por mi padre que aún sigue de pie, honrando su fe y su raza.
Tuve una educación correcta, y no entiendo cómo Videla y sus cómplices, canallas como él, mercenarios y corruptos, pudieron apuntar sus armas contra el pueblo que les pagaba para que nos defendieran. No lo entiendo, no me lo expliquen porque no lo entiendo. No lo voy e entender jamás.
No entiendo como los mercenarios de Videla se rindieron a los ingleses en las Malvinas, sin disparar un solo tiro.
Violaban mujeres en la Escuela de Mecánica de la Armada, mataban argentinos que dormían en sus casas, pero se rindieron a los ingleses en las Malvinas, sin disparar un solo tiro. Los perros de la guerra, inventaron una guerra sucia que no hubo.
No hubo guerra sucia, perro Videla, perro Astiz, perro Bignone, perro Menéndez, canallas, traidores, mercenarios, asesinos, genocidas. Hubo exterminio pagado por Estados Unidos, pagado por el capital, por la oligarquía, por el empresariado, por los banqueros. Esto sí hubo.
Hubo pero no lo entiendo, no lo entenderé nunca, no hay forma de que llegue a entenderlo.
Para mí la vida es muy preciosa, más preciosa después del genocidio. No entiendo como un mercenario, un canalla, un ladrón, pudieron hacer lo que hicieron. No lo entiendo, no trates de explicarlo porque no lo entiendo. No lo voy a entender jamás. Tuve una educación rigurosa: esto es el bien, esto es el mal. No lo entiendo, no entiendo.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/