Arquivo da tag: Definiciones

Orientación

Muchas veces te levantas de mañana, como hoy, sin que algún propósito o finalidad determinados te estén moviendo a hacerlo. Apenas te levantas porque ha comenzado el día. Ha empezado un nuevo día y vas bajando la escalera pensando en qué harás. Vienen tantos pensamientos a tu mente, recuerdos, proyectos. El día comienza y tú vas llegando, a medida que el sol, a medida que los pájaros, a medida que la voz interior te van diciendo lo que será el rumbo de este paso que estás por dar, que estás dando, que diste.

Dale una oportunidad a la paz

Dale una oportunidad a la paz. Dale una oportunidad, un espacio, un lugar a la vida. En varias oportunidades, he pensado que es interesante actuar sin reaccionar, vivir de manera consciente y no automática. Una cosa es desearlo o pensarlo, otra muy distinta, a veces muy lejos de la práctica, vivir así, de manera no automática. Cuando digo dejarle un lugar, un espacio a la vida, a la paz, quiero decir: esperar. Esperar en vez de reaccionar. Cuando reacciono, no le dejo un espacio a la vida, no le doy un lugar a lo que acontece. No siempre somos capaces de vivir en ese flujo integrado que es la vida. Pero es posible. Es posible darle un lugar a la paz, un lugar a la vida, un lugar al amor. A lo que está ahí, y no a lo que pensamos que está ahí.

Libros

A veces miras el libro sobre la mesa y no ves el libro que está sobre la mesa, ves las historias que a lo largo de tu vida, has encontrado en ya tantos libros que has leído, los que aún leerás, y los que tu imaginación construye al recordar tantas historias que has ido leyendo a lo largo de tu vida. Son los cuentos de Andersen y el Lo sé todo. Los mitos de Cthulhu y las Doradas Manzanas del Sol. La ciudad perdida de Marte y las Vidas Secas. Libros que recuerdas cuando andas por la casa y tu mente va a las bibliotecas donde has conocido tantas cosas, tantos hechos. Símbolos, historias, leyendas, mitos. Yo, robot y Linhas tortas, tantos libros que forman como un infinito que se extiende en todas las direcciones y tú eres una letra de esa página contínua.

Sueños

Algunas veces pienso, al mirar en perspectiva lo que fui, los sueños que tuve, y el ser en que me transformé, que muchos de mis sueños se hicieron realidad, otros están a camino de realizarse, de maneras distintas de aquellas como yo pensaba que podrían realizarse, y otros, aún no soñados, esperan la hora de transformarse en realidades.

Integración

Con el pasar del tiempo, todo va teniendo un sabor de recuerdo, de evocación: miras las calles y las plantas, los edificios y la gente, las flores y las nubes en el cielo, y de tanto haber visto ya nubes en el cielo y plantas y calles y veredas y gente y tiempo, todo es ya como que una recordación y tú, sutilizado, cada vez más parte del paisaje.

Resúmen

A veces quisieras escribir tu mejor escrito, como si hubiera un escrito final, uno que resumiera todos tus pasos, todo tu vivir, lo que fue cada momento, cada instante, cada segundo. Como si pudieras, en un único renglón o en una única hoja, resumir lo que fue y lo que está siendo, lo que ha sido y lo que será toda tu vida. Un escrito que dijera todo lo que fuiste y lo que eres, tus sueños y tus deseos, tus logros y tus errores, tus victorias y tus fracasos. Un escrito que alguien pudiera mirar y dijera, sí, son ellos, o fue él, o, sí, yo lo conocí, yo estuve con él en un café y conversamos, supe algunas cosas, oí alguna de sus canciones, ví unos cuadros suyos, fui su amigo, o al menos, conocí algo de ese ser que está aquí, ahora, que es estas líneas, estos trazos, este rostro, esta cara que me mira desde el fondo de un espejo.

Sueñas con ese escrito, ese texto que es una sola letra de muchas letras, que juegan entre sí, como un calidoscopio que refleja lo que sos, lo que fuiste, lo que podrías ser y no fuiste, tus viajes, tus recuerdos, tus trabajos, tus trajines, los caminos por donde anduviste, las mujeres que amaste o admiraste, las flores que viste en los jardines o en los campos, los lagos y los mares, las lluvias, las nubes en el cielo mientras el sol, mientras la luna. Tus juegos de niño, las noches oscuras, el miedo que empezó a iluminarse cuando la conociste a ella y empezaste a juntar tus pedazos, empezaste a ser uno solo otra vez, este que esta noche escribe estas cosas como un juego, como un niño que apenas trata de decir lo que siente, lo que la vida fue haciendo con él y él con la vida.