Arquivo da tag: Arte

Traduzir-se

Por Ferreira Gullar

Uma parte de mim
é todo mundo;
outra parte é ninguém:
fundo sem fundo.

Uma parte de mim
é multidão:
outra parte estranheza
e solidão.

Uma parte de mim
pesa, pondera;
outra parte
delira.

Uma parte de mim
almoça e janta;
outra parte
se espanta.

Uma parte de mim
é permanente;
outra parte
se sabe de repente.

Uma parte de mim
é só vertigem;
outra parte,
linguagem.

Traduzir-se uma parte
na outra parte
— que é uma questão
de vida ou morte —
será arte?

Reuniendo

Fin de año. Reuniones en familia. Amigos y amigas. Balance. Proyectos.

Mirando el año que se va yendo, desde el final que se acerca, viene un panorama que reúne todos os momentos, desde un comienzo incierto, hasta este preciso instante. Los años ya no tienes para mí una definición cronológica, si es que alguna vez la tuvieron. El tiempo se ha venido unificando, y se sigue unificando. Esta mañana pensaba que cuando el tiempo es poco, se multiplica.

Cada instante es mucho tiempo. Ahora ya voy viendo lo que ha sido este tiempo del año cronológico, los viajes, los encuentros, los paseos. Ha sido un tiempo intenso. Estos días pasados, publicar tres libros de una vez, en la Amazon Books. Libros electrónicos. Los libros son reuniones de tiempo, condensaciones de experiencias.

Estos tres que acabo de publicar, son como que una puerta que se abre hacia mi interior, y al mismo tiempo, un ir llegando, por momentos un haber llegado, al lugar donde debo estar, el lugar que soy yo. Déjalo Ser-Diario de un despertar, Libertatura, y Juego de reflejos.

Ha sido un año en el que me voy dando cuenta otra vez, de que si bien es importante involucrarse en las causas sociales y políticas, es mucho más importante hacerse cargo de la vida que uno tiene y vive. La casa que viene subiendo. Los libros que también se van abriendo paso. Casas son libros. Libros son casas. Volver a este mundo mínimo en el que existo.

Es un mundo menos mediado. Aquí no hay quien me diga qué es qué, o como son las cosas, o cómo debería ser. En el mundo de lo político y social, alguien dice qué es qué y cómo son las cosas, y uno es una especie de tercerizado, que interviene apoyando o asumiendo lo que otros dicen.

Ya no me queda mucho tiempo para esa tercerización. Ahora voy llegando al centro, donde está todo, donde todo es esto, este instante que reúne cuanto me ha sido dado vivir desde el comienzo de mi vida.

Aprendizaje

Ya no serían las mismas letras.

Ya no serían las mismas palabras. Es decir, serían las mismas letras y las mismas palabras, pero ya no del mismo modo. Algo todo había cambiado en esos días de Sinop, en Mato Grosso.

Saberse parte de la lectura escritura del mundo, y saberlo en coro, a muchas voces. Saberse parte de una humanidad que se busca a sí misma en comunidad, y saber este saber a muchas voces, comunitariamente.

Saber que mi perla es amar, soy amor, y saber que esto no me hace perfecto, sino humano. Haber descubierto que llevo adentro mío toda esa gente querida que se reunió en la sede de la Adufmat para el curso de Terapia Comunitaria Integrativa.

Saber que lo vivido en esta semana de abrazos y conversaciones, experiencias de compartir lo que nos hace sufrir y nos alegra, me ha dejado más liviano. Más simple, más yo.

John Keats. Julio Cortázar. Jorge Luis Borges

Hora de poner una letra a la hoja. Así empieza el día.

John Keats tiene una gran importancia tanto para Julio Cortázar como para Jorge Luis Borges. Para el primero, la “Oda a una urna griega” es la comprobación de que el artista es capaz de transformarse en su propia obra y, así inmortalizarse.

Para el segundo, la “Oda a un ruiseñor,” escuchada cuando era muy joven, recitada por su padre, fue lo que le dio la certeza de estar destinado a la poesía. Y ahora yo, esta mañana de setiembre, me pongo a recordar estas coass.

Recordarlas en medio de lo que a uno le puede ir viniendo a la cabeza a estas horas de la madrugada. Antes de que la convicción de que sería mejor volver a dormir, porque las ocho horas de sueño. Pero si sueño es esto también, este estar aquí pasando el tiempo escribiendo, al final todo es como debería ser.

Estoy soñando escribiendo. Sueño que escribo y leo este soñado escrito que talvez alguien lea también desde su propio sueño, si es que no es simplemente un sueño común, un único sueño para todos los humanos. Sea como sea, sigo dejando que las letras vayan ocupando sus lugares. John Keats. Julio Cortázar. Jorge Luis Borges.

Componiendo un libro

La tarea de componer un libro es una especie de encuentro con la eternidad.

Uno va juntando pedacitos de tiempo que fue captando con el pasar de los días, y en esta costura, vamos llegando a un tiempo unificado. El tiempo sin tiempo de lo poético. Así, de pronto podemos volver a tomar contacto con tantos instantes que fuimos viviendo.

Momentos singulares. Situaciones de lo cotidiano que se reúnen en nuestra memoria y en el sentimiento. Esto nos rescata del tedio vital, esa especie de cansancio que puede asolarnos, cuando perdemos la noción de que cada instante, cada pequeña o grande cosa que nos toca vivir, son partes inseparables de un único mosaico cósmico que nos contiene.

Cuando vienen los colores

Vienen viniendo los colores. Compañía de los colores. Cuando vienen los colores, me alegro. Es un mundo silencioso. Me trae de vuelta buenos tiempos de mi vida. La niñez. La infancia. Tiempos de alegría y de paz. Es un tiempo resguardado. Hay un tiempo anterior al miedo y a la desconfianza. Ese mundo sobrevivió a todo. Está aquí.

Ahora muchas veces me siento de nuevo en esa condición de niño. Es algo muy lindo. Esto coexiste con los estados y modos de ser posteriores, aprendidos en la sociedad. Esto sí, esto no. Deberes y obligaciones. El niño está aquí. Su tiempo es una eternidad no pensada, sino vivida. Un instante pleno. Intenso.

Hace un ratito proseguí con una tarea que empecé ayer. Cortar papeles. Pensé que iría a pintar algo, o a dibujar. Los colores me aquietan. Allí no hay juicio, no hay condena, no hay miedo o preocupación. Es un mundo unificado y continuo. Cuando vienen los colores, cuando me acompaño con los colores, cuando soy color, todo está aquí, y estar aquí es pleno.

Están todos mis seres queridos, de manera sensible. Estos días me he estado sintiendo al borde, exhausto. Esto me ha traído recuerdos de tiempos en que trabajaba mucho, hacía muchas cosas. Esto tiene ventajas y desventajas. Uno ve que puede, siempre puede un poco más. Y también al soltarse los límites mentales, uno fluye de manera más integrada con el mundo alrededor.

Puedo estar más presente en el contacto con las personas. Menos en esa especie de pared de cristal que aísla, cuando uno vive en la rutina, demasiado aquí, del lado de acá de lo posible. Me renuevo, al andar más por la ciudad, y también en el campo, fuera de la ciudad. Me expando, me siento más seguro. Revivo mi contacto con el mundo y con la gente.

Constituinte

Continuo pensando que é melhor que o Brasil tenha uma constituição, uma vez que a partir do dia 17 de abril de 2016, não tem mais.

Continuo pensando que é melhor que o Brasil seja um Estado que proteja os seus cidadãos. Um Estado de bem-estar social, que garanta a educação, a saúde, a moradia, o salário digno, a segurança, o lazer e a cultua, uma velhice em paz, para todos os seus cidadãos.

Um Estado que garanta a vida e os direitos humanos. Um Estado que proteja as maiorias contra a voracidade da exploração capitalista selvagem. Um Estado que proteja as minorias, como expressão da diversidade e da pluralidade de formas de ser e de viver.

Um Estado, portanto, que não esteja privatizado nem seja privatista, como é o que está em vigor desde o golpe que empossou o ilegal e ilegítimo Temer na presidência da república. Mas continuo pensando que além do Estado, tem a vida. Ou aquém do Estado, está a vida. A vida está mais para cá. No mais perto. Na família, na comunidade, nos amigos.

O Estado é um lugar onde se disputa o poder. As grandes empresas. O agronegócio. O latifúndio. Os bancos. O capital financeiro. Não quero esquecer que a vida não se reduz ao Estado. Tem as pessoas. Tem a pessoa que cada um de nós é. Alguém que nasceu, que vive um certo tempo, e depois se vai. Tem essa brevidade que é a vida de cada um de nós.

E é essa vida a que eu quero cheia de sentido. A estas alturas da vida, a esta altura de mim mesmo, penso que o que vale mais é a vida que cada um de nós é capaz de viver, com sentido. Isto depende do ser que eu sou. O ser que cada manhã amanhece e começa a dar sentido ao seu estar respirando, ainda. A vida é mínima, é breve, é pequena, fugaz, e eterna.

Acredito que o Brasil neste momento, está precisando se fazer de novo. Se criar de novo. Um novo pais. Um pais de novo. Podemos pensar que o Brasil que queremos não cabe no programa de algum partido. Quando cheguei ao Brasil, em 1977, este pais estava tentando sair das trevas da ditadura.

Hoje estamos tentando sair de uma lei de ferro, que faz dos Estados propriedade privada das oligarquias, dos grupos de poder, dos proprietários, dos financistas. Poderiamos pensar em uma constituinte. O que acha?

De golpe, la realidad

Los golpistas y las golpistas no tienen noción de la realidad. Como viven mirando su propio ombligo, sus propios intereses personales y corporativos, no tienen noción del mundo real.

Deben haber pensado que Brasil era una especie de república de las bananas. Que bastaría la calumnia y la difamación, el terrorismo midiático, para retroceder en el tiempo, devolviendo el poder a las oligarquías hereditarias. La historia revela sorpresas.

Y siempre que ignoramos la realidad, pagamos un precio muy alto por esto. De golpe nos damos cuenta de que además de nuestros sueños, además de nuestra imaginación, está lo que está allí. El mundo ahí afuera. La realidad como es, y no como nos gustaría.

La gente tal cual es, como es en verdad, y no como pensamos que es. En todos estos años de golpe y post-golpe, el Brasil se hizo grande, al punto de ver a su gente, a la gente que trabaja, y traerla de vuelta para sí. Un país para sí. No más una mera colonia mirando a Nueva York o París.

En todos estos años de golpe y post-golpe, la gente se fue dando cuenta de que además de trabajar para vivir, podían también disfrutar de la vida. Podíamos todos y todas, además de engordar los bolsillos de los capitalistas, disfrutar de la vida.

Entonces los derechos sociales, la educación para todos y todas, la salud universalizada, la casa al alcance de todo el mundo, se fueron haciendo realidad. Y el arte y al cultura, que hasta eso había sido reducido a privilegio de las élites oligárquicas, también se fueron haciendo accessibles a cada persona.

Pudimos estudiar en buenas instituciones educativas. Ser cientista y ser profesor, es una manera de ingresar al mundo de la cultura. Esto fue quedando al alcance de todos y todas. Cosa inédita en el mundo. El hambre y la miseria fueron siendo barridas del mapa.

De pronto los pobres viajaban en avión. Un símbolo. Todo esto no debió agradar a esa masa anómala que quiso destituír a Dilma Rousseff para reinstaurar un gobierno para pocos. Un país para pocos. Lula y Dilma y el PT, son símbolos. Son símbolos de un Brasil que empezó a hacerse cargo de cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas.

No sólo para explotarlos, obligarlos a que paguen impuestos y cumplan con los deberes que el Estado les impone. Sino para que se den cuenta de que son gente. Ninguno de nosotros ha nacido para ser usado y descartado.

La vida tiene sentido, debe tener sentido, del comienzo hasta el fin. La destrucción de este Brasil inclusivo, que fue planeada y ejecutada con precisión, no va adelante porque además de masa de maniobra, la gente se ha dado cuenta de que son ciudadanos y ciudadanas. Son gente. Somos gente.

Trataron de romper esta unidad nacional y social, oponiéndonos unos a otros por ideologías, para lucrar con la división. No resultó. Quienes apoyaron al golpe se van dando cuenta de que fueron engañados y engañadas. Los usaron. Las usaron. La lucha continúa, y hay un lugar para cada uno, cada una, que quiera seguir trabajando por un país donde la vida valga la pena de ser vivida, para todas las personas.

Refazimento

Esta tarde, senti vontade de não fazer mais nada. Uma espécie de desejo de suspender toda atividade, todo compromisso. Ainda agora, que já é de noite, encontro-me nesse mesmo estado.

Desobrigação. Acredito que isto possa ser resultado de um esforço excessivo em postar matérias contra o golpe na revista Consciência e, mais, o trabalho de elaborar um projeto de curso de formação em Terapia Comunitária Integrativa, no qual estou envolvido. Tudo cansa. Tudo é necessário, mas também cansa.

Dias atrás, estive avançando na composição de um novo livro que estou preparando. Também isto é prazeroso e necessário. Em algum sentido, é o trabalho que menos me cansa. Me descansa. Tenho estado a ler um livro de Machado de Assis: Relíquias de Casa Velha. Os momentos passados na companhia deste e de outros livros de Machado de Assis, são momentos de refazimento.

Pode ser que leia apenas umas linhas. Um ou outro parágrafo. Isto basta para me repor as forças. É como a oração. Certas orações muito simples, que tem ido se apresentando à minha alma, e nas quais estou e sou, sem esforço. Flores. Mimos do céu.