Romería a Santa Fé

Llegué a casa de noche. Había ido al santuario de Santa Fé, donde reposan los restos mortales del Pe. Ibiapina y del Pe. José Comblin. Un día de muchas impresiones. Dejaré que las piezas se vayan armando, como un rompecabezas. Un arco-iris en el rectorado de la UFPB cuando nos empezamos a encontrar, el grupo que iria a la romería. Las charlas iniciales. Reencuentros. Verdes paisajes. Bananales. Muchas lindas vistas. Barrancos con piedras. La capilla, con unas ventanas por donde se veían santas-ritas lilas. Las tumbas de Comblin e Ibiapina. Me detuve frente a la del viejo amigo y peregrino, poco antes de volver, al final de la tarde. Romeros y romeras de varias partes del Nordeste. Algarrobos. Chicos vendendo helados. Un auditorio lleno, de gente dando testimonios. El memorial Pe. José Comblin. Las fotos de gente que recibió milagros. El almuerzo en el restaurante del puesto de gasolina. La vuelta a la noche, el caminho de luces.

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