Es decir, por qué la acción no está centrada en evitar que la gente tenga que salir a la calle, a trabajar, llenar ómnibus. ¿Es que la vida no tiene valor?
¿Cómo es posible que ni siquiera una situación mundial de emergencia, que afecta a todos y todas por igual, nos despierte a la conciencia de que tenemos que actuar en común?
Confieso que no dejo de cultivar la esperanza. Pero cuando veo que ni los de arriba (gobiernos, empresas, iglesias) ni lxs de abajo le dan demasiada importancia a lo que es necesario para vivir, me invade una duda.
¿Qué mundo es éste? ¿Qué valores orientan a una humanidad que no cuida de lo único que es esencial? En las grietas, en pequeños espacios de sobrevivencia, la vida sigue pulsando. Esperando. Como las plantas la lluvia.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/