MÁS ALLÁ DE LA REELECCIÓN DE OBAMA (Y OTROS AGENTES DE ESTADO).

Pasadas las elecciones y la comprensible euforia de los medios de comunicación por la reelección de Obama – sea por temor a empeorar la situación, sea en función de apuestas dudosas sobre la eficacia del próximo período,de gestión, en el mismo o similar contexto capitalista – parece oportuno intentar un esfuerzo de evaluar con criterios más consistentes, encuanto a saber si tal hecho justifica toda esa euforia, desde el punto de vista de la población de pobres en los Estados Unidos y otros países, comenzando desde los otros países de América.

En este sentido, comparto algunas preguntas que me planteo, y con humildad les envío, con el propósito de discutir esta situación:

¿Sin olvidar de reconocer pasos importantes de la primera administración de Obama, cuales sectores de la población han ganado, durante este período? ¿En el área de los derechos humanos, una evaluación crítica, del punto de vista de los más pobres, qué tendría que decir?

-¿En qué país del mundo una sola persona o incluso un pequeño grupo es capaz de dar cuenta de los crecientes desafíos de todo tipo?

-A pesar de la probable respuesta negativa, ¿cuánto tiempo se conoce sobre tal situación, y, sin embargo, se sigue apostando a ciegas en la misma manera, como si fuera la única posible?

-¿En el pasado, la gestión de Gobierno de Obama es capaz de pasar a través de una evaluación crítica, en cuanto a su desempeño en cuestiones cruciales como la relativa a los derechos humanos, desde el punto de vista de las mayorías pobres?

-¿Quien financia, en las elecciones, la candidatura de Obama?

¿-Para quien tiene que gobernar, considerado el perfil de sus colaboradores de campaña?

-¿Es posible creer gratuita toda esa inversión por parte de los segmentos ricos de las grandes empresas?

-La sociabilidad actual sigue, durante décadas y en muchas partes del mundo, a emitir señales cada vez más contundentes del agotamiento de un ciclo o de un modelo de producción, de consumo y de gestión de sociedad. ¿Por qué, entonces, en lugar de apostar por lo que efectivamente no funciona, no atreverse a invertir en vías alternativas, a largo plazo – pero a partir de ahora, aunque en modo molecular, como ya sucede en algunas experiencias comunitarias en tantas partes del mundo?

“Laetus in spe”,

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