Yo tuve un sueño. Un propósito. Una finalidad. Un objetivo en la vida. El amor de una mujer. Esto es lo que me da más sentido. Es lo que organiza mi día. Es una causa pequeña, si se piensa en lo que nos ponen en la cabeza, que deberíamos cambiar al mundo.
Yo no creo que pueda cambiar al mundo si no vivo mi amor por ella. Con ella. Si vivo este amor que es la razón de mi vida, todo es como debe ser. Yo soy como debo ser, de modos que se aclaran cuando la escucho a ella.
Vivo en este mundo pequeñito que es, sin embargo, el mejor de mis mundos. Contiene todo lo que amo y ella me recuerda. Mi vida tiene sentido. El sentido es vivir. Leo y escribo, y así me integro en un mundo acogedor que me alegra, me conecta, me expande y me enraíza.
Camino, paseo, miro a la gente y los paisajes. Veo las flores y me admira la creación con su diversidad y complejo entrelazamiento. A la edad que tengo –pero no tengo edad– siento la sensación de algo muy precioso en el estar aquí. Mucha tontería se va.
Queda esta sensación de instante precioso que puede desvanecerse a cualquier momento. Soy parte de algo infinitamente grande. Una composición en movimiento. Es una sensación de eternidad. No es que viva constantemente en una especie de paraíso sin conflictos.
Sigo siendo humano, por lo tanto, sigo teniendo que prestar atención a las otras personas, permaneciendo abierto al diálogo y a la escucha atenta. Trato de no perderme de vista, en el proceso de la convivencia.
Para que las concesiones inevitables y necesarias no me roben mi propia identidad ni me hagan perder el rumbo. Más vale veo que si estoy abierto a los demás, mi vida se enriquece al encontrar a cada persona. Me amplifico, sin perder el eje o el centro. Trato de focalizarme en esto que está aquí. El corto plazo.
Construyo libros que contienen mis experiencias. No tengo plazos. Trato de ir capturando lo nuevo que se va presentando. Terapia Comunitaria Integrativa y escribir (poesía, literatura ) son los temas que más me interesan. Lo demás se integra en estos ejes.
El arte recupera a la persona humana. El amor constituye el tejido fino de la vida. Eternamente podemos habitar si sintonizamos la frecuencia del amor. No quiero ser otra persona. Trato de ser yo mismo. No soy otra persona. No soy como creí que debía ser. Soy simplemente yo mismo.
Escribiendo voy volviendo. Me voy haciendo. Me recupero. Me tengo de vuelta. Me voy amando. Me rehago cuando me desdibujo. Veo mi valor. Veo que puedo. Veo quién soy yo. El amor no da razones. El amor es la razón.
Doutor em sociologia (USP). Terapeuta Comunitário. Escritor. Membro do MISC-PB Movimento Integrado de Saúde Comunitária da Paraíba. Autor de “Max Weber: ciência e valores” (São Paulo: Cortez Editora, 2001. Publicado em espanhol pela Editora Homo Sapiens. Buenos Aires, 2005), Mosaico (João Pessoa: Editora da UFPB, 2003), Resurrección, (2009). Vários dos meus livros estão disponíveis on line gratuitamente: https://consciencia.net/mis-libros-on-line-meus-livros/