Este instante

Ese día, como tantos otros, se levantara sin ningún propósito o finalidad especial. Apenas viera la luz llegando. Había llovido, y era una luz difusa. Pero no es de eso que quería hablar. Es que ahora era el tiempo, es el tiempo, de solo vivir, de apenas vivir. No por esto o por aquello, como en el pasado. No para esto o para aquello, no importa cuán importante fuera. Apenas registraba el hecho de estar vivo. Esa maravilla de estar respirando, de estar viendo la larga película de su vida, extendida en tantas direcciones. Tantos lugares, tanta gente. Es como estar en la cresta de una ola y saber que más allá, tan cerca que lo puedes tocar, está aquello que buscaste toda tu vida. Eres o estás en la punta de una pirámide hecha por los millares de minutos y lugares, cosas y hechos, gente y paisajes. Sos la suma de todo esto y algo más, que no sabes con la cabeza pero sí con tu corazón. Eres eso infinito que se levanta por levantarse nomás. No para esto o para aquello, como te digo. Pero apenas porque estás vivo.

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