Debate entre Horacio González e Isaac Rudnik: “La dirigencia política argentina se convirtió en una corporación más”

El viernes 14 de diciembre, Isaac Rudnik y Horacio González debatieron sobre los aspectos centrales de los 29 años de democracia y las perspectivas en nuestro país.

Ante un numeroso público que se acercó a la Sala Julio Cortázar de la Biblioteca Nacional, los dos intelectuales fueron los participantes del debate “Del alfonsinismo al kirchnerismo: Qué democracia tenemos, qué democracia queremos”, donde intercambiaron sus puntos de vista acerca de los distintos procesos políticos que se han desarrollado en nuestro país en los últimos años, y debatieron sobre el rumbo a seguir para desarrollar un modelo político y económico más igualitario.

González y Rudnik habían presentado este año el libro “¿Cómo juzgar al Kirchnerismo? Dos miradas contrapuestas sobre la Argentina de la última década”, que contiene una serie de cartas que ambos habían intercambiado en los últimos años. En esta oportunidad, ampliaron el debate a todo el proceso democrático iniciado en 1983, y enriquecieron sus puntos de vista con un interesante análisis de las distintas etapas.

El director de la Biblioteca Nacional, y miembro de Carta Abierta, hizo foco en el devenir de las corporaciones presentes en estos 30 años de democracia durante toda su intervención. “No diría corporación sino estilo corporativo, para atender toda su complejidad cultural”, enfatizó. Desde esta mirada, Alfonsín enfrentó en la campaña que lo llevó al gobierno una alianza corporativa de militares y sindicatos, expresada por el peronismo de la mano de Luder, desde una ligazón de ideas del radicalismo con ideas socialdemócratas, instalando debates más que interesantes en la sociedad. “Luego fue dejando jirones de su programa en el camino”, optando por un pacto con las corporaciones que ejercían presiones sobre su gobierno: ejército, grandes empresas y medios de comunicación. “Menem optó directamente por aliarse con esas corporaciones de manera inmediata”, consideró el sociólogo.

Isaac Rudnik recorrió el proceso desde otra mirada, retomando sus orígenes en la izquierda. Señaló que la movilización popular fue un elemento presente en los primeros años de recuperación democrática que se mantuvo durante los períodos siguientes, con características similares: “las que marcaron hitos en la historia fueron espontáneas, autoconvocadas y masivas. Pero la reacción de la dirigencia política ante estas manifestaciones siempre fue de desconfianza”. Desde la movilización posterior al levantamiento carapintada contra Alfonsín en Semana Santa, hasta las de los años recientes. “Esa posición implica de alguna manera, un tamiz a través del cual se lee la correlación de fuerzas existente”, explicó el director del ISEPCi.

“Qué instrumentos de la democracia tenemos hoy? Desde la constitución de 1853, el pueblo ejerce la soberanía sólo a partir del voto, se trata de una democracia delegativa, claramente insuficiente, el voto no puede ser el único instrumento. Ya que una vez ungidos en sus cargos los representantes electos, en caso de hacer lo contrario a lo prometido, el pueblo no puede interpelarlo, ni siquiera discutir con él porqué del cambio”.

Y agregó: “La dirigencia política en todo este tiempo en lugar de buscar mecanismos de acercamiento con quien le otorgó el mandato, para achicar la brecha existente –a pesar de los intentos en la reforma constitucional del 94, con los mecanismos de consulta e iniciativa popular- ha preferido mantener el statu quo, camino a conformarse como corporación más”.

El análisis se acercó también al proceso político más reciente, y en el abordaje sobre la última década realizado por Horacio González tuvo en cuenta que con el kirchnerismo reapareció la proposición anticorporativa. “Pero que no incluye al conjunto de las corporaciones del país, como las que operan en el sector agropecuario o las mineras, dos paradojas centrales en la Argentina, ya que representan porcentajes importantes en la economía actual”, y enfatizó: “En el caso de Clarín, es una corporación que contiene muchas tendencias culturales en su seno, una historia que habla desde el fracaso argentino, de quienes abrevaron en el desarrollismo o del fracaso de la izquierda de la década del 70”.

Por su parte, y volviendo al eje de análisis planteado en el desarrollo de su recorrido histórico, el director del ISEPCi, manifestó que “este gobierno ha ensanchado la distancia entre la dirigencia política y el resto del pueblo, fortaleciendo un régimen presidencialista, donde una sola persona es la que define los grandes lineamientos, impidiendo así que surjan nuevos canales de expresión, como fruto de la instalación de muchas ideas nuevas en la sociedad”.
Ambos intelectuales destacaron la importancia de darle continuidad a estos debates que, sin dejar de manifestar con claridad y contundencia las diferentes visiones sobre el proceso político actual y su continuidad, establecen un intercambio franco y sensato que ayuda a comprender más y mejor las distintas aristas de la actualidad.

Fuente: Libres del Sur

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