De a poco, vienes abriéndote paso.

Esta tarde, cuando venía de caminar por la playa, ví unas piedras en la vereda, que me llamaron la atención. Tenían un brillo. El sol dibujaba unas líneas que las atravesaban. La lectura de un libro de Ray Bradbury me atrajo bastante en estos últimos días: Zen en el arte de escribir. Un escritor contando lo que es escribir, es verdaderamente una delicia, un verdadero viaje hacia uno mismo. Aquello de Julio Cortázar: la literatura disuelve la falsa objetividad creada por el intelectualismo, por la codificación cotidianizada, y por el realismo ingenuo. Jorge Luis Borges decía que los libros son extensiones de la memoria y de la imaginación. Son extensiones también, de la experiencia. Lo que Bradbury enseña sobre el arte de escribir, son verdaderas joyas. La atención, el sentimiento, son la clave. Es un viaje infinito. La vida se hace aventura.

 

 

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