Es un sonido contínuo
De pronto interrumpido
Un bichito de luz
De esos llamados luciérnaga
Todo ese mundo vivo diminuto
Que me contiene en Carapibus
Es de noche
Ya nomás nace el día
En medio de la sucesión de los días
La vida va pasando
Como una película
Como un libro cuyas hojas
Escribimos a diario.
Los diarios nos confunden
Siembran miedo y desconfianza
Desesperación y rechazo
Por eso este diario
Hace el camino contrario
Recordar que la vida
La hacemos nosotros mismos, mismas.
Que tenga nuestra cara.
A estas horas del día
Todos los días
Memorias queridas nos envuelven
Sostienen la fe y la alegría
La confianza y la esperanza
La belleza que nos mueve
El hilo fino
Que cose las horas
¡Buen día!